Es noticia
Si no soportas a Vinícius Júnior... ve preparándote, esto es solo el principio
  1. Deportes
  2. Fútbol
El mejor jugador de la final

Si no soportas a Vinícius Júnior... ve preparándote, esto es solo el principio

El futbolista brasileño volvió a ser el mejor jugador del Real Madrid al crear las dos jugadas de los goles blancos. Vio la amarilla por protestar y acabó enemistado con medio Osasuna y con la afición rojilla

Foto: El brasileño se las tuvo tiesas durante toda la final. (Reuters/Jon Nazca)
El brasileño se las tuvo tiesas durante toda la final. (Reuters/Jon Nazca)

Vinícius Júnior se ha convertido en el foco de atención en todos los partidos del Real Madrid. Lo busca su equipo, inclinando todo el juego hacia la banda izquierda. Lo buscan las cámaras, colocándole dispositivos solo dedicados a captar sus movimientos. Hasta lo buscan las aficiones rivales, cargando contra él como mayor enemigo (llegando a los insultos racistas y otros cánticos despectivos en desagradables situaciones). Y, por supuesto, lo buscan los rivales. Lo hacen para provocarlo, desesperarlo, tratar de que cometa un error por imprudente y que sea expulsado. Es la única respuesta que han encontrado para frenarlo. Sin embargo, hay un pequeño problema. En una época donde machacan al jugador mediáticamente con lecciones éticas y morales sobre cómo debería comportarse y el regate agoniza, Vinícius Júnior ya es uno de los mejores jugadores del planeta. Y hay otra noticia peor para sus rivales: no deja de mejorar ni se desconecta por las provocaciones. Esto es solo el principio.

"Ódiame más" es el lema que utiliza el Club América de México para incentivar su papel como villano del fútbol mexicano. Algo similar debería empezar a lucir Vinícius Júnior, el jugador más detestado por los rivales del Real Madrid. Y también del resto de aficiones. Hoy por hoy, el brasileño es el futbolista más desequilibrante del fútbol español, del Real Madrid y del mundo. En el césped de La Cartuja, Vinícius dinamitó el encuentro en el minuto dos de partido con una jugada donde burló a su marcador con un quiebro de cadera y volvió a sacudirse la ayuda defensiva que acudía a la acción. ¿El resultado? 1-0 y Osasuna a pie cambiado, justo de lo que había advertido Jagoba Arrasate.

placeholder Vinícius, con el trofeo. (Reuters/Jon Nazca)
Vinícius, con el trofeo. (Reuters/Jon Nazca)

Decía el boxeador Muhammad Ali que "no es arrogancia si puedes sostenerlo". Lo enseñó también Cristiano Ronaldo con ese "me silban porque soy guapo, rico y un gran jugador". Y ese también es el caso del extremo brasileño. Vinícius regaló más de un gol, rozó su tanto personal en diversas ocasiones, torturó a Moncayola y rescató al Real Madrid cuando el equipo de Carlo Ancelotti atravesaba su peor momento en la final. Un chispazo por la banda, otra vez empujado contra la línea de cal, sirvió para que Vinícius Júnior agitara el árbol y Rodrygo, doblete mediante, recogiera los frutos. Era el golpe final a una defensa, la de Osasuna, que no había encontrado la fórmula secreta para maniatarlo en el primer tiempo. Fue incompatible mantener una presión alta, una de las principales señas de identidad del conjunto navarro, con marcar de cerca a Vinícius, descolgado por Ancelotti en una pincelada táctica más que interesante.

Lo ha ganado todo a sus 22 años

Si el Real Madrid salía jugando desde atrás, con jugadores tan finos en el envío como Toni Kroos y David Alaba, o con las conducciones de Fede Valverde, Dani Carvajal y Eduardo Camavinga, Vinícius ponía en jaque el sistema defensivo con carreras supersónicas al espacio en ventaja. Si, por el contrario, el Real Madrid optaba por el juego directo, Vinícius retaba a Moncayola en un duelo individual imposible de sostener para el jugador navarro. Solo cuando el extremo, Rubén Peña, le brindaba soporte en ataque estático blanco, podían tratar de aguantarlo.

A campo abierto, ya fuera a 50 metros del área o a 20 en transición, Vinícius fue un terremoto ofensivo imparable. Por eso terminó como el jugador con más regates completados (9) de la final. No se ahorró un esfuerzo ni se desconectó del partido pese a los piques con los rivales. Vinícius recibió cinco faltas, aunque le hicieron más. Terminó enfrentado con Moncayola, su defensor, con Rubén Peña, su otro defensor, con Sergio Herrera, el guardameta navarro y con Chimy Ávila en el túnel de vestuarios. La afición rojilla le cantó "tonto, tonto, tonto". Se lo pagó celebrando en la cara el definitivo 2-1 de Rodrygo.

placeholder Vinícius y Moncayola se picaron. (EFE/Julio Muñoz)
Vinícius y Moncayola se picaron. (EFE/Julio Muñoz)

Lo explicaba Carlo Ancelotti tras el encuentro en RTVE: "Vinícius Júnior ha marcado la diferencia. Ha sido desequilibrante", mientras que Jagoba Arrasate se lamentaba: "Defender a Vinícius Júnior es muy complicado. Tiene desborde y calidad, no es noticia que destaque". Florentino Pérez era más contundente: "En su puesto es el mejor del mundo, es verdad que es difícil pararle. En general, los que le tienen que marcar cometen muchas faltas. Él protesta y le sacan la tarjera, pero tampoco lo entiendo, hay que defender a los jugadores que dan espectáculo y generan ilusión", afirmó el presidente blanco.

A sus 22 años, Vinícius Júnior lo ha ganado todo en el Real Madrid. Champions League, Liga, Copa del Rey, Supercopa de España, Supercopa de Europa y Mundial de Clubes. No es el único de los jóvenes del Real Madrid que lo han logrado. También ostentan este récord increíble otros futbolistas blancos como Fede Valverde, Rodrygo Goes, Eduardo Camavinga o Éder Militao. Ninguno supera los 25 años de edad. ¿Pero qué es lo que da rabia de Vinícius Júnior? En apenas cuatro años, Vinícius Júnior ha pasado de ser un proyecto de estrella que fallaba goles cantados, enviaba a las nubes ocasiones claras y tropezaba al adentrarse en el área a convertirse en un delantero letal.

Con 22 goles y 21 asistencias ya ha superado sus números de la temporada pasada (22 goles y 20 asistencias). Algunos no pueden soportar no reírse de él. Se han acabado las burlas y la nueva realidad les abruma. Les ha quitado la razón y ha explotado. No es que esté en un gran momento. Es que es muy bueno. La clave se encuentra en la tenacidad y el carácter del brasileño para volverla a pedir, encarar y arrollar. Solo hace falta comprobar cómo definía anteriormente y cómo ejecuta ahora a los porteros. Le ha marcado a PSG, Chelsea, Manchester City y Liverpool. En la final de la pasada Champions League, las semifinales de Copa en el Camp Nou y ha asistido en la final de Copa contra Osasuna. "Ódiame más", dirían en México.

Vinícius Júnior se ha convertido en el foco de atención en todos los partidos del Real Madrid. Lo busca su equipo, inclinando todo el juego hacia la banda izquierda. Lo buscan las cámaras, colocándole dispositivos solo dedicados a captar sus movimientos. Hasta lo buscan las aficiones rivales, cargando contra él como mayor enemigo (llegando a los insultos racistas y otros cánticos despectivos en desagradables situaciones). Y, por supuesto, lo buscan los rivales. Lo hacen para provocarlo, desesperarlo, tratar de que cometa un error por imprudente y que sea expulsado. Es la única respuesta que han encontrado para frenarlo. Sin embargo, hay un pequeño problema. En una época donde machacan al jugador mediáticamente con lecciones éticas y morales sobre cómo debería comportarse y el regate agoniza, Vinícius Júnior ya es uno de los mejores jugadores del planeta. Y hay otra noticia peor para sus rivales: no deja de mejorar ni se desconecta por las provocaciones. Esto es solo el principio.

Real Madrid Osasuna Vinicius Junior
El redactor recomienda