Jagoba Arrasate no quería la vida tranquila de profesor de escuela y sí dar lecciones en Osasuna

El profesor de Sexto de Primaria en excedencia es un ídolo en Pamplona y es el artífice de que la ciudad esté de fiesta. Osasuna se ha clasificado para las semifinales de la Copa del Rey y sueña con la hazaña de volver a disputar una final 18 años después. Jagoba Arrasate es el maestro que se sienta en el banquillo de Osasuna, el que instruía a niños de 11 años en la escuela de Elgoibar y hoy destaca como uno de los mejores entrenadores españoles. Pedagodo, psicólogo, pasional, futbolero, trabajador incansable, perfeccionista... Estamos ante un profesional con la vertiente de formador en la enseñanza de valores en la vida y en el fútbol.

La persona que le pedía que no se dedicara al fútbol era su madre. Quería que siguiera con la vocación de maestro porque era una vida más tranquila, sin la presión de los banquillos, sin que lo examinaran todas las semanas a él. No hizo caso a su madre, la que le recomendaba una vida más familiar si se alejaba del fútbol, con la ventaja de trabajar de lunes a viernes y tener las vacaciones de un maestro.

Jagoba Arraste, ya de niño, mostró que el fútbol le llamaba y que sentía algo especial para dirigir grupos. Esa mezcla de docente y pasión-obsesión por el fútbol le ha llevado con el tiempo a tener una formación psicológica y de estratega. Claves para sacar un alto rendimiento de los grupos de trabajo. A las madres siempre hay que hacerlas caso. Sus consejos sirven para buscar lo mejor de sus hijos. El sueño de Arrasate era ser entrenador. No vivir tranquilo. Necesitaba plasmar sus ideas y estrategias en los partidos. Llegó a tener una discusión con su madre cuando, de niño, quiso ir a la final de la Copa del Rey que ganó la Real Sociedad al Atlético de Madrid, en el estadio de La Romareda el 27 de junio de 1987. Su madre no le dejó subirse al autobús que salía de Mutriku a Zaragoza. Cuenta Arrasate que estuvo una semana sin hablar a su madre.

Curtido en el fútbol modesto

Joseba Arrasate es socio de la Real Sociedad y llegó a disfrutar, en el antiguo Atotxa, de un partido entre el equipo donostiarra y el Barcelona de Maradona. Así es imposible no querer ser algo en el fútbol. Pero su carrera como futbolista, en la posición de delantero, no tuvo éxito. Colgó las botas a los 30 años tras pasar por la cantera de la Real Sociedad, no llegar al equipo filial, irse al Eibar, donde tampoco ascendió al primer equipo y dar vueltas por la Tercera división (Lemona, Beasain, Elgoibar y Portugalete).

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Su madre le avisaba de los peligros de seguir dedicado al fútbol. Era mejor ser maestro de escuela y tener una vida más familiar y estable. Pero Jagoba, que parece de carácter tranquilo, tiene las ideas claras y una fuerte personalidad. Ejerció en la docencia sin olvidar su gran sueño. Se dedicó a dar clases a los niños de Sexto de Primaria y compaginarlo con las clases de fútbol en el equipo del pueblo. El origen en los banquillos está en el Berriatuko, en la categoría de Regional en la temporada 2006-07, hasta llegar a Osasuna, donde consiguió el ascenso a Primera división en la 2018-19. En este periodo de años se convenció de que tenía potencial para sacar rendimiento a los equipos. Pasó por Zubieta y llegó a ser el primer entrenador de la Real Sociedad, donde estuvo una temporada y media y disputó la Champions League con solo 35 años. De ahí al Numancia y las lecciones que da en Osasuna.

"Soy más duro de entrenador que en la escuela", comentó en una entrevista en El Correo cuando ya despuntaba en el banquillo. Al margen de su psicología para dirigir grupos, sacar el máximo rendimiento y generar un compromiso, su estilo futbolístico es competitivo. Lo lleva demostrando en los últimos años. Esta temporada puso en aprietos al Real Madrid con el empate en el Bernabéu, un resultado que le dio el liderato al Barcelona. Hay un trabajo meticuloso y exigente, en el que cuenta con la cantera de Tajonar, para convencer al equipo con un estilo muy definido. Osasuna juega a una alta intensidad, con acciones verticales, un fútbol directo y veloz. Es un equipo rocoso, compacto, con espíritu colectivo y batallador.

Estilo eléctrico

Los futbolistas se empapan de la sabiduría de Jagoba Arrasate. Entrenan y juegan con disciplina y una altísima dedicación. Las dos últimas eliminatorias en la Copa lo corroboran. Eliminó al Betis, el campeón, en el Benito Villamarín, con dos remontadas hasta llegar a los penaltis. Con el Sevilla sufrió en la primera parte, se puso por delante con el gol de Chimy Ávila y el golpe de recibir un gol de En-Nesiry en el último suspiro del tiempo reglamentario no le afectó. En la prórroga salió, de nuevo, el combativo Osasuna. Abde y la grada caliente de El Sadar dio el triunfo.

A Jagoba Arraste le gusta el fútbol con vértigo y uno de sus referentes es Jürgen Klopp. Se enamoró de aquel Borussia Dortmund que entrenaba el ahora técnico del Liverpool y que, siendo inferior a los rivales, arrollaba por fuerza, pasión, coraje y trabajo colectivo. Es el fútbol intenso, eléctrico, de rock and roll, el que practica un Osasuna que está de moda en el fútbol español. "Queremos que esta aventura tenga más viajes. No ha terminado nada", comentó Jagoba Arrasate tras clasificarse para las semifinales de la Copa del Rey, tener al equipo a tres puntos de la Champions en la Liga y la ciudad del chupinazo con atmósfera de fiesta.