El padre de Djokovic se deja fotografiar con manifestantes rusos durante el Open de Australia

Novak Djokovic sigue de exhibición en exhibición en este Open de Australia. A sus 35 años, el tenista serbio está desplegando de nuevo su mejor tenis en un torneo que tenía marcado en rojo en el calendario tras no haber podido jugarlo la pasada temporada.

En el primer Grand Slam del año que se juega en las pistas rápidas de Melbourne, Djokovic busca su décimo título para seguir agrandando su leyenda como el mejor de la historia en el Abierto de Australia, un hito que está cerca de engordar aún más en este 2023.

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El Confidencial Agencias

Después de iniciar el torneo venciendo al español Carballés Baena, Nole venció al francés Couacaud, al búlgaro Dimitrov y al australiano De Miñaur antes de imponerse en los cuartos de final a Andrei Rublev en apenas tres sets y poco más de dos horas de juego. Pero en el partido frente al ruso hubo otro Djokovic que se convirtió en protagonista: su padre Srdjan.

Al finalizar el partido entre el gran candidato a llevarse el Open de Australia y Rublev, varios aficionados aprovecharon para agolparse en las puertas de la pista Rod Laver, la principal del torneo, con varias banderas rusas en apoyo a Vladimir Putin y con cánticos al unísono de Serbia y Rusia. Y precisamente se pudo ver al padre de Djokovic fotografiándose con algunos de ellos.

En la fotografía que se ha publicado se puede apreciar cómo Srdjan Djokovic posa junto a un hombre con la Z en su camiseta. Sobre este símbolo, muy extendido tras la invasión de Rusia a Ucrania entre los defensores de la guerra, hay algunas interpretaciones sobre lo que significa literalmente pero el sentido es el apoyo a la nación rusa. Además de fotografiarse con los manifestantes, el padre de Djokovic también habría pronunciado las palabras "larga vida a Rusia" a los aficionados según informó Skynews.

Todo este tema surge pocos días después de la polémica que generó la aparición de banderas rusas pese a la prohibición del torneo durante el partido entre Kamila Rakhimova y la ucraniana Kateryna Baindl, algo que se repitió horas después en el enfrentamiento con el propio Andrey Rublev y Dominic Thiem como protagonistas.