Los feroces ataques al Real Madrid en Cataluña y el perverso interés de la RFEF en el Barcelona

El pinchazo del Girona contra la Real Sociedad en Montilivi (0-0) provocó que el cuadro gerundense acabase como segundo clasificado la jornada liguera. El equipo catalán se sintió ultrajado por el arbitraje de Gil Manzano y el público terminó indignado hasta cantar "así, así, así gana el Madrid" con el pitido final del colegiado... a pesar de no estar jugando contra el líder de LaLiga.

Un polémico gol anulado por un fuera de juego en una jugada anterior, dos tarjetas amarillas y una expulsión tuvieron la culpa. Esas son las cuatro acciones que quemaron al Girona contra la Real Sociedad. En el primer caso, Gil Manzano, con la ayuda de Del Cerro Grande desde el VAR, acabaría decantándose por no validar el tanto local a pesar de que habían pasado 37 segundos, dos despejes y una recuperación de balón desde el teórico fuera de juego de Yangel Herrera.

No fue el único punto de inflexión para que el público catalán estallase contra Gil Manzano. La tarjeta amarilla de Yangel Herrera, en el minuto 88 y de Daley Blind, justo al finalizar el encuentro frente a la Real Sociedad, deja al Girona sin dos piezas vitales de cara al transcendental partido del Santiago Bernabéu. El Girona tampoco podrá contar con Míchel Sánchez, ya que el técnico del Girona fue expulsado en los últimos minutos del partido.

Míchel apunta al VAR y al arbitraje

Según el acta del propio colegiado, Yangel Herrera vio la amarilla por "derribar a un contrario de forma temeraria en la disputa de la pelota", mientras que Blind vio la amonestación por "dirigirse al árbitro haciendo observaciones de forma reiterada". Sin embargo, Míchel explicaría en rueda de prensa que el central neerlandés vio la amarilla por preguntarle sobre el poco tiempo de descuento.

Sobre la expulsión del técnico, el acta de Gil Manzano reflejó: "En el minuto 88, el técnico Miguel Ángel Sánchez Muñoz fue expulsado por el siguiente motivo: por salir del área técnica protestando de forma reitera y con gestos ostensibles una de mis decisiones".

"La realidad es que si hay segundas y terceras jugadas no debería entrar el VAR. Es obvio. Pero más allá del gol anulado, tengo la sensación de que ha sido un partido muy complicado. En esa jugada no tendría que haber entrado el VAR", manifestó Míchel al finalizar el choque en Montilivi.

"Yo he protestado, sí, pero a veces con una amarilla podríamos haber solucionado el tema. Me da rabia porque me perderé el Bernabéu y San Mamés", dijo Míchel. Preguntado por si su ausencia en el banquillo le condicionará en el próximo encuentro en el Santiago Bernabéu, el técnico aseguró: "A mí como entrenador me condiciona mucho, un entrenador quiere tener el feeling, la sensación de lo que se cuece en el campo".

"LaLiga adulterada" de Xavi y Laporta

El arbitraje en Girona coincide con las reiteradas quejas por el arbitraje recibido en Barcelona y Madrid y los escandalosos pagos del conjunto culé al vicepresidente arbitral durante 17 años por valor de más de 7,5 millones de euros, Enríquez Negreira. Míchel, eso sí, siempre ha manifestado que "no siento ningún tipo de mano negra". No piensa lo mismo Xavi Hernández.

"Dije que no me gustaba que condicionaran a los árbitros y lo están haciendo cada semana. Creo que adultera la competición. Los árbitros van condicionados y lo estamos viendo. El caso Negreira no nos ha sumado. Es una realidad, pero con esto hay que competir", afirmó el preparador azulgrana en la previa del encuentro contra el Alavés, apoyando las palabras de Joan Laporta.

El técnico culé fue más allá tras el partido en Vitoria. "No voy a hablar nunca más de los árbitros, solamente pido que nos dejen competir, lo de Vitor Roque es un error flagrante y vamos a recurrir esa amarilla. Es muy injusta la expulsión", explicó Xavi Hernández en rueda de prensa.

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"Ya lo dije desde Getafe en la primera jornada, creo que estamos pagando lo de Enríquez Negreira, es lo que pienso, pero no voy a hablar más de los árbitros, nunca más. Si no, me matáis, ¿pero qué tengo que decir? ¿Una mentira?", se preguntó el técnico azulgrana.

El hecho de que ni Real Madrid ni FC Barcelona se encuentren entre los cuatro equipos clasificados para las semifinales de la Copa del Rey, conlleva que para que ambos disputen la próxima edición de la Supercopa de España deban acabar la Liga en los dos primeros puestos. Cabe recordar que, tras el cambio de formato, en esta competición participan cuatro clubes: los finalistas de Copa y el campeón y el subcampeón ligueros.

Concretamente, la ausencia de cada uno de estos dos equipos conllevaría 5 millones menos de ingresos para la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), 10 en el poco probable, aunque posible, caso de que ninguno de los dos se clasificaran. El Real Madrid va líder, pero el Barça está a 6 puntos del Girona. Es decir, que en lugar de 40 millones de euros, Arabia pagaría 30, lo cual supondría un importante daño económico para la RFEF, de la cual, por cierto, depende el Comité Técnico Arbitral.