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"Prestaba dinero a los compañeros para llegar a fin de mes": Míchel, un héroe humano a la conquista de LaLiga
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LA CENICIENTA DEL AÑO

"Prestaba dinero a los compañeros para llegar a fin de mes": Míchel, un héroe humano a la conquista de LaLiga

El entrenador del Girona es la gran sensación de esta temporada. Sin embargo, no todo ha sido color de rosa. En el Rayo vivió la cara más amarga, al no cobrar durante un año

Foto: Míchel festeja una victoria del Girona. (Getty/David Ramos)
Míchel festeja una victoria del Girona. (Getty/David Ramos)

Hay hazañas a las que con rapidez se las califica de epopeya; otras, en cambio, tienen la dificultad añadida de etiquetarlas porque desprenden cierto aroma a romanticismo. La de Míchel Sánchez y su Girona estaría encuadrada en las segundas. Aún es pronto para saber si seguirán en la cabeza de la clasificación hasta el final, porque los rivales directos son el Barcelona y el Real Madrid. La proeza, sin embargo, es haber llegado hasta aquí con un equipo que apenas acumula cuatro temporadas en Primera.

No conviene dejar de lado los tintes bíblicos, porque hay mucho del libro sagrado de los cristianos en este Girona. Son el David de Primera y esperan que su historia acabe como la de aquel pequeño: venciendo al gigante, a un Goliat que tiene aires blancos y azulgranas. La historia, como ven, es cíclica. En realidad, los gerundenses se han convertido en el segundo equipo de muchos españoles. Algo parecido ocurrió con el Deportivo de La Coruña en los 90.

El Leicester se convirtió en lo más parecido a aquel Súperdepor en este fútbol moderno. Si Claudio Ranieri, un tipo muy particular, fue el arquitecto de aquel equipo, en Girona tienen a Míchel como director de orquesta. Se trata de un entrenador totalmente mundano y espontáneo, capaz de pedirle a los periodistas que le repitan la pregunta en catalán para aprender el idioma y adaptarse a su nuevo hábitat.

Salir de la zona de confort tiene mérito para los tipos humildes e introvertidos. Ese es el perfil de Míchel, que había pasado casi toda su vida cerca de Vallecas. Y que había lidiado con situaciones de diferente índole, alejadas de lo que se le presupone a un futbolista. Ahora, en cambio, lidera la Liga y no tiene que ir a Somosaguas, barrio de Pozuelo de Alarcón (Madrid), para reunirse con la familia Ruiz-Mateos. El objetivo de esas reuniones no era otro que saber cuándo iban a abonarles las nóminas atrasadas a sus compañeros.

placeholder La situación del Rayo fue caótica. (EFE/Chema Moya)
La situación del Rayo fue caótica. (EFE/Chema Moya)

El recuerdo de un año trágico

Hablamos con José Ramón Sandoval, entrenador del Rayo el año de los impagos, de la transición entre Ruiz-Mateos y Martín Presa y del regreso del club a Primera con Míchel como capitán.

PREGUNTA. ¿Cómo gestionaron en el grupo los impagos?

RESPUESTA. Míchel, Movilla, Cobeño y yo tuvimos que liderar el vestuario. Fue la primera vez que fuimos a un juzgado. El juez nos dijo que si no tirábamos del carro, el club desaparecería. Era frecuente que entrenáramos con hora y cuarto de retraso, porque siempre teníamos una charla antes. La mano que echamos fue grande. No cobramos un duro en todo el año.

P. A duras penas consiguieron cobrar algo de aquel año, entonces.

R. Sí, correcto. Él, Movilla, Coke y Cobeño renunciaron a cobrar su parte para que a los compañeros les llegara más dinero. Presa pagó parte del contrato en marzo y a algunos no les llegaba casi nada. Por eso, ellos renunciaron. Fue un acto de grandes capitanes.

placeholder Míchel mira a la grada. (EFE/Alejandro García)
Míchel mira a la grada. (EFE/Alejandro García)

"La situación era dramática, porque había que pagar hipotecas y coches. Movilla y él prestaron dinero a los compañeros para que salieran adelante. Él se reunió mucho con los Ruiz-Mateos con el objetivo de llegar a un acuerdo", asegura Piti, excompañero y otrora ídolo de Vallecas, en conversación con El Confidencial.

Tal vez por eso su Girona no se achanta cuando visita Montjuic o El Metropolitano, porque hay situaciones que inspiran más nerviosismo que un partido del fútbol. Al fin y al cabo, Jorge Valdano lo resumió a las mil maravillas con su habitual verso: "El fútbol es lo más importante de las cosas menos importantes".

El ejemplo a los compañeros

Si realizáramos una analogía entre el fútbol y la biología, sería sensato afirmar que un equipo es, para los entrenadores, lo más parecido a un hijo. Por tanto, las semejanzas son evidentes, aunque en ocasiones no encajen. José Luis Mendilibar fue un fino estilista, pero no hay ni rastro de un fútbol vistoso en los clubes por los que ha pasado. No ocurre lo mismo con Míchel, abandero de un tiki-taka en peligro de extinción, salvo para contados técnicos, entre los que se incluyen los apóstoles del cruyffismo, Xavi Hernández y Pep Guardiola.

"Tenía magia en sus botas; mucha calidad. Era técnico, listo y, además, un líder en silencio", sostiene Sandoval sobre Míchel, al que entrenó en el epílogo de su carrera, cuando frecuentaba más el banquillo que el campo. Su escaso protagonismo, no obstante, no impidió que el madrileño fuera un ejemplo para sus compañeros.

Piti también guarda buen recuerdo de Míchel, con el que mantuvo una relación espectacular cuando coincidieron en Vallecas. "Como jugador, le daba un diez, porque era perfecto y no se escondía. Como persona, en cambio, le doy un 11, por su sencillez. Le estoy muy agradecido, porque se portó como un líder desde que llegué, ayudándome en todo lo que pudo. Era un futbolista diferente por su técnica".

placeholder Míchel, en su etapa como futbolista del Rayo. (EFE/Javier Lizón)
Míchel, en su etapa como futbolista del Rayo. (EFE/Javier Lizón)

El paso por otros equipos

"Míchel era la prolongación del entrenador en el campo", explica en El Confidencial Julián Juli Cerdá, un histórico de la Segunda División tras pasar por Elche, Rayo, Alavés, Alcorcón o Córdoba. "Tenía una zurda espectacular, buen golpeo a balón parado y buena visión de juego. Era un jugador de calle: tenía picardía, amagaba...".

No todo fue vivir en Vallecas, un lugar con el que Míchel siempre ha tenido un vínculo inquebrantable. Lo cuenta Juli: "Lo reciben con honores, porque dejó huella. Su identificación con el barrio ha sido siempre total". Comprender el Rayo es una ardua tarea, aunque las posibilidades aumentan si te pasas por el estadio para vivir un encuentro.

Míchel tuvo lo más parecido a un Erasmus en Almería, Málaga y Murcia. Como ven, parece que le cogió el gusto al Mediterráneo. En la Costa de Sol, solo estuvo seis meses en los que apenas contó para el entrenador, Antonio Tapia. Charlamos con él.

placeholder Míchel protesta una decisión en Vallecas. (EFE/Chema Moya)
Míchel protesta una decisión en Vallecas. (EFE/Chema Moya)

Un liderazgo destacado

PREGUNTA. ¿Cómo es en el plano personal?

RESPUESTA. Conmigo, a pesar de no tener protagonismo, siempre supo estar, algo muy importante para los entrenadores. Es una persona introvertida y un gran profesional, porque su comportamiento fue ejemplar. Era un futbolista tímido y un perfil como Pedri. Era preciso con el balón y que aportaba en ataque.

P. ¿Vislumbraba que podía ser entrenador?

R. No especialmente, porque no era de los jugadores que preguntaba muchas cosas al entrenador. En esa segunda vuelta, su comportamiento fue similar al resto. No lo destacaría especialmente.

placeholder Míchel, justo antes de una rueda de prensa. (EFE/Alejandro García)
Míchel, justo antes de una rueda de prensa. (EFE/Alejandro García)

El barrio y Huesca fueron los caminos previos a su llegada a Girona, donde devolvió al equipo a Primera y lo mantuvo en la élite antes de abrir los telediarios de medio mundo. La clave fue la resistencia que mostró la directiva a destituirlo cuando soplaban los vientos malos. La paciencia no abunda en el fútbol, para infortunio de los técnicos.

"Desde fuera, sigo viendo al Míchel que tenía de compañero", asegura Juli, que intenta ver cada vez que puede al Girona. "La gente lo escucha como cuando era capitán, con el mismo cariño. Los jugadores creen en su idea. Y no hay nada más importante que llegar al futbolista".

La conversión en entrenador

Piti no observó en Míchel un interés desmesurado por convertirse en entrenador. Sin embargo, la retirada lo llevó por una carretera de la que parece que no va a salir. Habla Piti: "No sé si quería ser entrenador, pero se le veía madera. Tras retirarse, acompañaba a Paco Jémez en todos los entrenamientos. Con Sandoval, como jugaba poco, era un entrenador más desde fuera. Tenía madera".

"Le gustaba mucho todo el tema táctico, porque te preguntaba el porqué de las cosas. Te ayudaba con jugadores rivales que él conocía. Él sabía sus características y te las transmitía para ayudar al equipo", asegura Sandoval, que deja ver que el liderazgo de Míchel no se reducía en exclusiva a desempeñar las tareas habituales de un capitán.

El Girona es el gran protagonista de este cuento de hadas de la presente temporada. Un equipo con escasa trayectoria en la élite que ha dejado completamente anonadado al mundo del fútbol. Lo explica Sandoval: "Cuando hacemos 40 puntos en una vuelta, es que tu equipo es espectacular. Si no eres un equipo top, en Primera ganas poco. Esto te da mucha fuerza, especialmente para remontar partidos. El Leicester es el ejemplo".

placeholder Míchel, en su etapa como entrenador del Rayo. (EFE/Rodrigo Jiménez)
Míchel, en su etapa como entrenador del Rayo. (EFE/Rodrigo Jiménez)

"No tengo dudas de que el equipo no va a caer. Llevan meses diciendo que antes o después perderán partidos, pero ahí siguen. Míchel tiene una filosofía valiente, con juego ofensivo. Le dará para llegar hasta final de temporada", aclara Piti.

Míchel ha transitado hasta ahora por equipos humildes, pero ya hay voces que sostienen que está para algo más. Para emular a los almonteños, saltarse la reja y llegar a un grande. "De momento está contento en Girona, porque lo han dejado trabajar. Tiene la confianza del club. Es el mismo caso que Arrasate, porque han tenido tranquilidad con él".

"No debe tener prisa. Debe seguir con su proyecto y no precipitarse. Es una persona sensata y tiene sentido común. No va a acelerar el proceso. No va a mirar los aspectos materiales, sino los humanos", explica Tapia sobre el futuro del técnico.

La humanidad de Míchel le ha permitido colocarse en la cima sin molestar a nadie y con una humildad impropia de los triunfadores, que con asiduidad están llenos de ego. Y que destacan por su narcisismo. No sabemos aún cuál será el final de la historia, pero está claro que hay un héroe humano a la conquista de la Liga.

Hay hazañas a las que con rapidez se las califica de epopeya; otras, en cambio, tienen la dificultad añadida de etiquetarlas porque desprenden cierto aroma a romanticismo. La de Míchel Sánchez y su Girona estaría encuadrada en las segundas. Aún es pronto para saber si seguirán en la cabeza de la clasificación hasta el final, porque los rivales directos son el Barcelona y el Real Madrid. La proeza, sin embargo, es haber llegado hasta aquí con un equipo que apenas acumula cuatro temporadas en Primera.

El Confidencial Real Federación Española de Fútbol
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