El despido fulminante de Mourinho de la Roma por dejar de ser competitivo y atacar a los jugadores
La Roma echa a José Mourinho tras los malos resultados del inicio de año y la espiral de tensión y enfrentamiento con los jugadores. La carrera del portugués va cuesta abajo
Se acabó la etapa de José Mourinho en la Roma. El club italiano toma la decisión de despedir al entrenador portugués tras una dinámica de malos resultados y enfrentamiento con los jugadores. Las últimas derrotas, eliminado de la Copa de Italia por la Lazio y el repaso del Milan en San Siro en la Serie A, provocan la destitución en un ambiente de crisis deportiva y conflictos con el vestuario. Mourinho acusó públicamente a sus jugadores de falta de actitud y poca profesionalidad tras la dolorosa derrota en el derbi romano contra la Lazio.
Los dueños de la Roma deciden que lo mejor es poner fin a un ambiente de crispación y conflictos con los jugadores. La tensión ha ido en aumento dentro del club, se ha generado un clima de desconfianza y los altercados han dañado más la imagen de una Roma en el centro de las polémicas. Mourinho había entrado en una espiral muy peligrosa. Criticando públicamente a los jugadores, los árbitros y acumulando demasiadas expulsiones.
La situación era insostenible y en el comunicado del club romano se especifica que "por el bien del club, es necesario un cambio inmediato". Mourinho es despedido con la Roma en el noveno puesto de la Serie A, a cinco puntos de la Champions y en una inercia perdedora y tóxica.
En la Roma ganó la Conference League y la temporada pasada perdió la final contra el Sevilla en la Europa League donde fue protagonista por la imagen bochornosa de esperar al árbitro (Anthony Taylor) en el aparcamiento para increparlo con gritos de "eres una puta vergüenza".
The Special One vuelve a ser despedido de un equipo antes de que acabe la temporada, algo significativo, que indica la falta de estabilidad y proyecto del portugués. La carrera de Mourinho ha ido a peor desde que ganó la Champions con el Inter de Milán en 2010 y fichó por el Real Madrid. En el club blanco, apuesta de Florentino Pérez para contrarrestar el dominio del Barcelona de Pep Guardiola, sí acabó las tres temporadas. Logró una Liga con 100 puntos y 121 goles, cifras récord, además de una Copa del Rey al Barcelona con gol de Cristiano Ronaldo y una Supercopa de España.
Humillar a los jugadores
Tras su salida del Real Madrid, tan solo ha ganado un gran título con el Chelsea. Fue la Premier League de la temporada 2014-15. Pero el balance no es positivo, ni habla de un entrenador ganador. Desde que salió del Real Madrid ha estado en cuatro equipos (Chelsea, Manchester United, Tottenham y Roma) y solo ha ganado seis títulos. En todos estos equipos ha sido despedido.
Mourinho, a sus 60 años, no ha cambiado, pese a que anunció el propósito de ser un entrenador menos polémico y sereno en los partidos y en la sala de prensa. El ataque a los jugadores de la Roma, tras perder contra la Lazio, fue contundente. Otra humillación del técnico luso: "Llevo dos años y cinco meses y soy la única persona de este equipo que no se ha perdido un solo entrenamiento. Si hay un ejemplo perfecto de profesionalismo, soy yo. Nunca me he perdido un partido en más de veinte años". Esa personalidad guerrera y las últimas derrotas acaban con otra etapa de un entrenador carismático, que sigue teniendo predicamento en un sector del madridismo.
El futuro de Mourinho es una incógnita. El pasado verano tuvo una oferta importante para ir a entrenar a Arabia Saudí, con unas cantidades estratosféricas. Es uno de los destinos donde puede seguir su carrera un entrenador polémico, mediático y cada vez menos ganador.
Se acabó la etapa de José Mourinho en la Roma. El club italiano toma la decisión de despedir al entrenador portugués tras una dinámica de malos resultados y enfrentamiento con los jugadores. Las últimas derrotas, eliminado de la Copa de Italia por la Lazio y el repaso del Milan en San Siro en la Serie A, provocan la destitución en un ambiente de crisis deportiva y conflictos con el vestuario. Mourinho acusó públicamente a sus jugadores de falta de actitud y poca profesionalidad tras la dolorosa derrota en el derbi romano contra la Lazio.
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