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Salellas (CUP) se erige alcalde de Girona prometiendo fidelidad a la "República catalana"
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diecisiete de los veintisiete votos del pleno

Salellas (CUP) se erige alcalde de Girona prometiendo fidelidad a la "República catalana"

El PSC ganó las elecciones, aunque fue desbancado por un rodillo soberanista pese a que JxCat y ERC perdieron la mitad de sus votantes

Foto: Guanyem gobernará en Girona. (EFE/David Borrat)
Guanyem gobernará en Girona. (EFE/David Borrat)
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Lluc Salellas, candidato de la CUP, tomó posesión este sábado como nuevo alcalde de la ciudad de Girona. La plaza que defendió Álvarez de Castro en la invasión napoleónica estará, la próxima legislatura, en manos de un alcalde de extrema izquierda, la primera capital de provincia catalana que es gobernada por la CUP. Se trata de un acontecimiento histórico e inusual, máxime porque la formación anticapitalista sufrió un retroceso electoral considerable en los comicios del 28-M y no logró entrar en Barcelona, de donde fue desalojada en 2019. En la toma de posesión de Salellas, el dirigente cupero dijo textualmente: "Por expresión democrática de la voluntad ciudadana, manifiesto el firme compromiso con los valores de la República catalana y declaro que continuaré trabajando en la construcción de una Cataluña políticamente libre, socialmente justa, económicamente próspera y territorialmente equilibrada".

Para llegar a esa situación, tuvieron que darse determinadas circunstancias, como que Junts cayese en picado en una plaza fuerte donde siempre se había sentido cómoda. Y, además, que el partido de los de Puigdemont obviase algunas de las reflexiones de su presidenta, Laura Borràs. La dirigente posconvergente se significó públicamente hace tan solo una semana por defender que los partidos demócratas debían dejar gobernar en Ripoll a la fuerza de extrema derecha independentista "para respetar la voluntad popular". En esa localidad, Aliança Catalana, una escisión del xenófobo Front Nacional de Catalunya (FNC) ganó las elecciones al obtener 6 concejales frente a los 3 de Junts, 3 de ERC, dos del PSC y uno de la CUP. Pero una cosa es lo que se dice y otra lo que se hace: en la capital de la provincia, Girona, Borràs desatendió la "voluntad popular" y no tuvo empacho en desbancar a la fuerza más votada, que en este caso era el PSC, liderado por la histórica Sílvia Paneque. Tuvo que ser con una alianza a tres: en la capital, los socialistas obtuvieron 8.644 votos, 656 más que la siguiente fuerza más votada, la CUP, aunque ambas formaciones acabaron empatando a concejales. JxCat obtuvo 6 ediles y ERC, otros 3.

Foto: Jaume Collboni, con el bastón de mando tras la apretada votación. (Cordon)

Lo cierto es que Junts perdió en la sede más importante del independentismo casi la mitad de sus votos: de 13.435 votos y 9 concejales, pasó a 6.949 sufragios y 6 ediles. Fue un revolcón también histórico en la localidad donde se forjó como político Carles Puigdemont, que antes de ser president fue alcalde de la ciudad desde 2011. ERC también recibió un serio varapalo: pasó de 6.289 sufragios a 3.151 y de 4 a 3 concejales. Y la CUP (que se presentó tradicionalmente en coalición con Guanyem Girona) también bajó votos: pasó de 8.311 a 7.988, pero en cambio subió de 6 a 8 concejales. En resumen, el bloque independentista bajó de 28.035 a 18.088 y de 19 a 17 ediles. Estas cifras cobran relevancia si tenemos en cuenta que el censo gerundense es de 68.515 almas.

Una coalición entre los tres partidos independentistas, pues, arrebató la alcaldía a la fuerza en la que la ciudadanía, según Borràs, había depositado su confianza. La particularidad es que, por primera vez, la extrema izquierda independentista gobernará una capital de provincia en Cataluña. Este 17 de junio, la CUP consiguió un hito histórico: sentarse en la alcaldía de Girona, gracias a los votos de JxCat y de ERC. El rodillo soberanista funcionó a la perfección.

Foto: Lluc Salellas en un acto de la CUP. (EFE/Santi Iglesias)

Este viernes, CUP, JxCat y ERC ya habían llegado a un acuerdo programático de 8 ejes principales que serán los fundamentales de la acción de gobierno. Son muy concretos y definidos: rebajar el límite de pisos turísticos del 15% actual al 4%; dedicar 4 millones de euros a comprar vivienda pública durante el mandato; cubrir con placas fotovoltaicas todos los equipamientos municipales posibles; destinar un millón anual en inversiones para accesibilidad y "pacificación" de calles; reformar la calle Creu; estudiar los usos futuros de la Casa Pastors; reabrir la biblioteca de la Casa de Cultura; y conseguir la financiación para abrir una nueva guardería en Pla de Palau-Sant Pau. Se trata de un programa de gobierno que queda abierto, posibilista y centrado, como anunció Guanyem Girona (nombre con el que se presentó la candidatura), "centrado en mejorar la vida de la gente y reducir las desigualdades entre personas y barrios". Aparte, creará una nueva concejalía de Lengua Catalana y recoge en un documento 64 puntos programáticos muy detallados para cumplir en la legislatura. Dolors Sabater, líder de la CUP en el Parlament y cabeza de lista en Badalona (donde sólo logró un representante), calificó el pacto como "luz desde el municipalismo transformador de unidad popular amplia en estos Països Catalans asediados por la oscuridad de la derecha".

Un alcalde combativo

El nuevo alcalde es Lluc Salellas, hermano de Benet Salellas, también dirigente de la CUP y uno de los hombres fuertes del núcleo duro del partido, ya que es militante de Endavant, junto a Anna Gabriel, entre otros. Lluc fue el cabeza de lista de la CUP al Parlament en 2012, pero en esa ocasión la formación anticapitalista sólo obtuvo 3 representantes en la provincia de Barcelona. En 2015, se presentó a las municipales como número 2 y a partir de entonces conservó su acta de concejal. En esa época, su hermano Benet sí conseguía entrar en el Parlament con un resultado histórico de la CUP de 10 escaños. En 2016, Lluc Salellas fue incluido en el secretariado nacional de la CUP, cargo que renovó dos años más tarde.

Salellas traerá aires nuevos a Girona en materia de urbanismo y de concepción de la ciudad. Pero dará una vuelta de tuerca más a las reivindicaciones soberanistas. No hay que olvidar, por ejemplo, que el nuevo alcalde escribió una carta a los hermanos Roca, los chefs propietarios del laureado Celler de Can Roca, tres estrellas Michelín, cuando éstos dejaron unas instalaciones suyas a la Fundación Princesa de Girona en 2018 para que pudiesen otorgar sus premios anuales, puesto que la entonces alcaldesa, Marta Madrenas, había denegado el Auditorio a la Casa Real para su noche de gala. Salellas apelaba al sentimentalismo para convencer a los Roca: "Recuerdo muy bien aquella mañana, en el Celler [el Celler de Can Roca], cuando los clientes no habían llegado y cómo hablamos de derechos sociales, de desigualdades, de soberanía alimentaria, entre otros muchos temas (…) Él —Felipe VI—, que decidió tomar partido contra aquellos que reclamábamos un referéndum que tuvimos que defender con nuestros cuerpos en una jornada en que vosotros [los hermanos Roca], por cierto, colaborasteis en la escuela del barrio. Él, que nunca pidió perdón y que justificó la brutal agresión de policías armados en 8 escuelas de la ciudad. Él, que negocia con Arabia Saudita el comercio de armas y, como su padre, se enriquece a partir de los impuestos de todas y todos. Él y sus valores me parecen incompatibles con muchas de las cosas que explicasteis en aquella mañana y que sé que habéis ido explicando por todos los rincones (…) Mucha gente valorará el gesto de no abrir vuestra casa a Felipe de Borbón".

Foto: Xavier Trias, en un acto de su campaña electoral. (EFE/Marta Pérez)

Lluch Salellas, pues, será combativo. Le viene de familia: no sólo su hermano es uno de los significados representantes del núcleo duro de la CUP, sino que su padre, Sebastià Salellas, fue un famoso e influyente abogado, criado en un ambiente católico y convertido al anarquismo y al socialismo por decisión intelectual propia. En la década de los 80 ya había sido concejal en el Ayuntamiento de Girona con el PSC (había coqueteado con ERC con anterioridad) hasta que optó por la plataforma Izquierda Socialista, una rama radical del socialismo catalán. Ello le llevó a romper, en 1993, con el PSC. En los años 80 fue uno de los abogados de referencia del Movimiento de Objeción de Conciencia (MOC), de la plataforma Mili-kk, y de la Asamblea Antimilitarista de Girona. En los años 90, fue el principal defensor de los activistas independentistas detenidos en sucesivas operaciones policiales, especialmente de los detenidos en 1992 en la Operación Garzón, justamente antes de los JJOO de Barcelona. También llevó la defensa de uno de los detenidos por el famoso secuestro de Maria Àngels Feliu, la farmacéutica de Olot. Ya en este siglo, fue uno de los abogados defensores de los islamistas de Banyoles acusados de preparar atentados fabricados con técnicas caseras, un caso conocido como el del Comando Dixan y el letrado de referencia de colectivos como el de los okupas o la Plataforma Antifascista de Girona. Sus hijos siguieron el camino combativo del padre.

El pinchazo de Junts

La trayectoria militante de Salellas fue decisiva en estas elecciones. A Junts no le valió la presentación como cabeza de lista de Gemma Geis, exvicerrectora de la Universidad de Girona, exportavoz del grupo parlamentario de JxCat y exconsejera de Políticas Digitales y Territorio. Junts fue la fuerza política que salió peor parada de estas elecciones, puesto que perdió casi 6.500 sufragios, cuando había gobernado las tres últimas legislaturas aplicando un férreo rodillo soberanista. A partir de ahora, Geis será vicealcaldesa de la ciudad.

Los ciudadanos de Girona, en cambio, volvieron a dar oxígeno al PP, que obtuvo un representante: se trata de Jaume Veray, integrante de la principal familia popular de esta demarcación. De hecho, su hermana Concepción Veray ha sido durante muchos años la lideresa del PP en la ciudad y concejala entre 2003 y 2019, año en que los populares se quedaron sin asiento en el pleno. También ha sido diputada en el Congreso entre 2011 y 2015. El patriarca de los Veray, Jaume Veray i Batlle, ya era uno de los grandes del PP: en los años 50 del pasado siglo conoció durante sus estudios en Madrid a Manuel Fraga Iribarne, Laureano López Rodó, Alberto Ullastres, Vicente Mortes o Rodolfo Martín Villa, de los que se hizo amigo. Hasta el año 2000, había sido el líder del PP en Girona (desde los años 80) e incluso fue nombrado vicepresidente del partido en Cataluña. Pasó por el Parlament como diputado y se retiró para dedicarse a sus negocios. Católico ferviente, era monárquico y llegó a ser jugador de la selección de rugby española, disputando un partido contra Portugal. Ahora, Jaume Veray ha recuperado el sillón perdido en 2019.

Vox también logró asiento en el pleno municipal de Girona con 1.739 sufragios (52 votos menos que el PP) y un concejal, Francisco Javier Domínguez, que en 2019 había sido el segundo de la candidatura, que entonces estaba encabezada por el actual diputado Alberto Terradas. El salto cuantitativo del partido verde ha sido importante, puesto que en las anteriores municipales sólo había conseguido 594 sufragios, por lo que prácticamente ha multiplicado por 3 los sufragios. En 2019, Domínguez también se había presentado a senador en las elecciones generales, obteniendo 14.911 votos (un 4.36%) en la demarcación provincial.

Lluc Salellas, candidato de la CUP, tomó posesión este sábado como nuevo alcalde de la ciudad de Girona. La plaza que defendió Álvarez de Castro en la invasión napoleónica estará, la próxima legislatura, en manos de un alcalde de extrema izquierda, la primera capital de provincia catalana que es gobernada por la CUP. Se trata de un acontecimiento histórico e inusual, máxime porque la formación anticapitalista sufrió un retroceso electoral considerable en los comicios del 28-M y no logró entrar en Barcelona, de donde fue desalojada en 2019. En la toma de posesión de Salellas, el dirigente cupero dijo textualmente: "Por expresión democrática de la voluntad ciudadana, manifiesto el firme compromiso con los valores de la República catalana y declaro que continuaré trabajando en la construcción de una Cataluña políticamente libre, socialmente justa, económicamente próspera y territorialmente equilibrada".

Ayuntamiento de Girona CUP Esquerra Republicana de Catalunya (ERC)
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