JxCAT no encuentra candidatos para Barcelona y Girona en plena crisis interna

La crisis interna que vive JxCAT y que evidencia el caso Dalmases tiene consecuencias más allá de la organización interna del partido. La formación sigue sin candidatos claros para las elecciones municipales en dos plazas estratégicas para el independentismo: Barcelona y Girona. Los dos casos son diferentes, pero reflejan cómo las consecuencias de la división que vive la formación tienen un impacto en los primeros comicios a los que ha de hacer frente. Apenas quedan ocho meses y, mientras otros candidatos ya están en precampaña, como es el caso de Ada Colau, Junts ni siquiera ha designado a sus alcaldables.

Xavier Trias aspira ser candidato con JxCAT, pero va retrasando el anuncio y las condiciones que ha impuesto no tienen respuesta. Quiere ser el candidato de la tranquilidad y el orden frente al activismo desenfrenado de Colau. Pero con el ruido que rodea al partido, la situación es de todo menos tranquila. Cuando Junts no está generando una crisis de Gobierno en Cataluña, justifica las presiones a TV3 o tumba los presupuestos de la Generalitat. Y, si no, siempre quedan los problemas de su presidenta, Laura Borràs, por presunta corrupción.

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Xavier Trias, que aspira a recuperar el espíritu de la vieja convergencia con los votos de los barrios ricos (Pedralbes, Sarrià, Les Corts), no acaba de encontrar el contexto para hacer oficial su candidatura. Fuentes cercanas al exalcalde de Barcelona dan por seguro que se presentará y que el partido le dejará las manos libres, más que nada por falta de mejores alternativas.

Las encuestas no son favorables a Trias, aunque él aspiraba a ganar y pasar a la historia como el hombre que echó a Colau. También porque considera que Barcelona le votará para compensar los sufragios perdidos cuando le acusaron falsamente de tener una cuenta en Suiza. Tenía dinero en el país helvético, pero ni en esa cuenta ni en ese banco. Los mejores sondeos le dan como cuarta formación por número de concejales, pero es que Elsa Artadi, que renunció a la candidatura en medio de unas malas perspectivas demoscópicas, ya era la quinta fuerza. Él mejoraría esta posición, pero no podría ganar.

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En JxCAT consideran que la clave es hacer alcalde a Jaume Collboni con sus votos a cambio de que el PSC le ceda a Trias la presidencia de la Diputación de Barcelona, según explican fuentes de ambas formaciones. Pero el plan se parece un tanto al cuento de la lechera, ya que las derivadas para que ese pacto sea posible son complejas. De hecho, es más probable que no concurran, pues el área metropolitana será cosa de los socialistas o de ERC, excepto en aquellas plazas en que los comunes tienen fuerza histórica, como es El Prat del Llobregat. JxCAT está enviando a Trias a la derrota, con la intención de poder darle una salida digna que se encuentra muy lejos de estar asegurada.

Girona, otro vacío

El otro vacío significativo para el independentismo es Girona. Pero aquí las causas son muy distintas. Carles Puigdemont quiere meter baza en la ciudad que gobernó. Así que ha intentado imponer a una candidata que ha sido rechazada por las bases: la arquitecta Assumpció Puig, de 68 años. Sin embargo, tras unas semanas y tras comprobar que las disonancias entre lo que teorizaba Waterloo y lo que de verdad había sobre el terreno, Puig renunció.

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Ahora, las diversas facciones de JxCAT en la ciudad no se ponen de acuerdo. Puigdemont cuenta con una parte de los apoyos, pero también la tienen los octubristas de Laura Borràs y los pragmáticos del secretario general del partido, Jordi Turull. El expresident aspiraba a que Gemma Geis, exconsellera de Universidades de la Generalitat hasta que JxCAT decidió romper el Ejecutivo catalán, sirviese de síntesis que agrupase todas las confluencias. Pero, al encontrarse sin trabajo, Geis se ha centrado en intentar consolidar una plaza en la Universidad de Girona, donde ahora solo es profesora asociada. Así, entre unos y otros, las encuestas apuntan a que Girona caerá del lado de ERC o incluso del PSC, ya que los republicanos han perdido puntos al colocar al exalcalde Quim Nadal, como sucesor de Geis en la Conselleria de Universidades.

Se augura catástrofe

Sin Barcelona y sin Girona, los augurios apuntan a unas elecciones municipales en las que JxCAT perdería las cuatro capitales de provincia. Tarragona y Lleida se prevén del PSC, en especial la primera. Tampoco tendría Sant Cugat, tradicional plaza convergente en donde se quiere optar por la solución de urgencia de Jordi Puigneró. En el área metropolitana, la situación se augura catastrófica, incluso desapareciendo de la segunda ciudad de Cataluña, L’Hospitalet de Llobregat. Tampoco tendrían la victoria en otras urbes de más de 100.000 habitantes, como es el caso de Reus, Sabadell o Terrassa. Por eso, la previsión era que la ruptura del partido se produciría después de unos malos resultados en las municipales. Pero el caso Dalmases lo ha precipitado todo.