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El apagón de Ceballos, la cara más amarga de un Real Madrid que está firmando un año único
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POCA PARTICIPACIÓN EN EL EQUIPO

El apagón de Ceballos, la cara más amarga de un Real Madrid que está firmando un año único

La temporada pasada, por necesidades del guion, demostró que tenía nivel suficiente como para jugar en el Madrid. Un año después, pese a renovar, no está teniendo oportunidades

Foto: Ceballos, un habitual del banquillo esta temporada. (AFP7)
Ceballos, un habitual del banquillo esta temporada. (AFP7)

"Ceballos, quédate, Ceballos, quédate", comenzó a cantar la afición del Santiago Bernabéu de manera espontánea durante el gran partido que estaba firmando ante el Valencia el pasado curso. El andaluz, que llevaba varios encuentros consecutivos brillando y siendo determinante -como ocurrió en la Copa del Rey ante el Villarreal y el Atlético de Madrid-, recibió el cariño de la afición por el gran desempeño que demostraba. Algo que no está pudiendo confirmar un curso después.

Ceballos acababa contrato y, por necesidades del equipo, tuvo que asumir un rol titular en el once inicial. Lejos de desentonar, comenzó a demostrar, partido tras partido, que tenía nivel para jugar en el Real Madrid y, en muchas ocasiones, tiraba del equipo: presionaba, recuperaba, empujaba, manejaba los tiempos del partido y espoleaba a sus compañeros con su manera de jugar. Ese contagio llegó a la grada, que no quería ver cómo un jugador así se marchaba del Madrid.

Foto: Toni Kroos es abrazado por sus compañeros tras el pase de gol a Vinícius. (Reuters/Angelika Warmuth)

La afición blanca convirtió en un clamor la necesidad de que Ceballos siguiera en el equipo, más teniendo en cuenta que ni Luka Modric ni Toni Kroos habían renovado todavía. Y el internacional español decidió: qué mejor que seguir en un lugar donde se sentía querido y valorado, donde empezaba a tener minutos, y, sobre todo, donde comenzaría a tener un rol importante ante la salida temprana de veteranos. Pero este curso se ha encontrado con la dura realidad del banquillo.

El Real Madrid está firmando una temporada espectacular. Ha disputado 48 partidos, donde solo ha sumado dos derrotas (las dos ante el Atlético, una en Liga y otra en Copa, en la prórroga), en los que ya ha sumado un título (la Supercopa de España), está a punto de levantar otro (Liga) y está a un partido de meterse en otra gran final (Champions). Y lo cierto es que lo está haciendo con una participación residual de un Ceballos que es el tercer futbolista que menos juega del Madrid.

En lo que va de curso, Ceballos tan solo ha disputado 571 minutos, repartidos en 22 partidos diferentes. O, dicho de otra manera, ha participado en menos de la mitad de los encuentros que ha jugado el Madrid este año, con una media de 26 minutos por choque. Una situación que nada tiene que ver con el pasado curso, donde jugó casi 2.000 minutos en una temporada en la que participó en 46 partidos, con una media de 46 minutos por encuentro. Este año, es la cara gris del Madrid.

Solo Militao, que se acaba de recuperar de su grave lesión de rodilla, y Arda Güler han jugado menos que un Ceballos que no está teniendo continuidad esta temporada, a pesar de que las lesiones le están respetando. El utrerano no encuentra hueco en un medio del campo donde Kroos, Valverde y Bellingham son indiscutibles, en el que Camavinga y Tchouaméni se turnan, donde Modric sigue contando con mucha participación, y en el que Brahim ofrece chispazos.

En realidad, el problema de Ceballos no es que no tenga calidad para ocupar una de las posiciones en la medular, sino que no hay un jugador por debajo de su nivel que le abra un hueco. De hecho, pese a lo poco que ha jugado, ha marcado un gol y ha dado una asistencia. Ceballos sabe que debe ser paciente y esperar su oportunidad, que llegará con las salidas de Modric y de Kroos, que están más cerca que lejos. Pero el próximo año aparece otro problema en el horizonte...

Si el Madrid incorpora a Kylian Mbappé, como parece que va a hacer, uno de los sacrificados puede ser Rodrygo, que puede pasar a ocupar una posición en banda más cercana al medio del campo. Y, si eso sucede, habrá un puesto menos en la medular en el once inicial, lo que minimiza las opciones de encontrar minutos en el equipo. Todo va viento en popa en el Real Madrid, menos para un Ceballos que se tiene que conformar con un papel residual dentro del equipo.

"Ceballos, quédate, Ceballos, quédate", comenzó a cantar la afición del Santiago Bernabéu de manera espontánea durante el gran partido que estaba firmando ante el Valencia el pasado curso. El andaluz, que llevaba varios encuentros consecutivos brillando y siendo determinante -como ocurrió en la Copa del Rey ante el Villarreal y el Atlético de Madrid-, recibió el cariño de la afición por el gran desempeño que demostraba. Algo que no está pudiendo confirmar un curso después.

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