Contra quién y cómo compite el Real Madrid para ser el club con más ingresos del mundo

La economía saneada del Real Madrid es el músculo con el que Florentino Pérez hace frente a los clubes-estado y los ingleses, que son propiedad de magnates. Hay una nueva amenaza, la del fútbol saudí, que consiguió seducir a Benzema y trastocó la planificación deportiva con la salida del francés. Para competir contra clubes que reciben inyecciones de dinero, que están bajo la sospecha del doping financiero y no cumplen las reglas del juego limpio financiero, en el Real Madrid tienen que hacer un equilibrio muy fino. El otro contrincante es Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA.

La clave de la gestión, según señalan en el club, está en haber superado las dificultades económicas que asfixiaron las cuentas a raíz de la pandemia y tener una visión de futuro con la modernización del nuevo estadio Santiago Bernabéu. De esta manera se ven los buenos resultados.

El Real Madrid es el club de fútbol con más ingresos del mundo, según el informe anual Football Money League elaborado por Deloitte y que corresponde a la temporada 2022-23. Los ingresos del Real Madrid, en una estrategia que en el club califican de prudente y sensata, alcanzaron los 831,4 millones de euros. Una cifra récord (118 millones más que el año pasado) que supera a los 825,9 del Manchester City y los 801,8 del Paris Saint-Germain. El club inglés, propiedad de Abu Dhabi, y el francés, de Qatar, no son capaces de facturar más dinero que el Real Madrid. Clubes como el Barcelona, con ingresos de 800 millones de euros, tienen riesgos por la deuda.

Liderar el ránking de clubes de fútbol que más facturan es un éxito de la gestión económica en un entorno cada vez más competitivo, principalmente por el poder que tienen los ingleses. La marca Real Madrid es una industria mundial de negocio con un potencial enorme de crecimiento y dos nuevas estrategias con las que Florentino cuenta para seguir siendo más competitivos.

Los dos próximos años son claves en el Real Madrid. En su planificación tiene previsto empezar a ingresar más de 100 millones de euros netos anuales por la explotación del nuevo Bernabéu y poner en marcha la Superliga. A mediados de este año se espera que el estadio esté a pleno rendimiento y los ingresos de los 100 millones de euros limpios se contabilicen en la temporada 2024-25. La explotación de eventos deportivos, partidos de fútbol y de otras disciplinas, el ocio, los aparcamientos, congresos, el museo, la restauración, el Tour... son las líneas de negocio claves para aumentar los ingresos.

La Superliga se mueve

La otra vía de negocio es la Superliga. La más complicada, pero ya tiene el camino liberado para ponerla en marcha. No se detiene en su proyecto después de la sentencia favorable del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que califica de monopolio y abuso de poder la gestión de la UEFA con la Champions.

La Superliga supone un ingreso de 5.000 millones de euros para los clubes. Una cantidad muy superior a la que reparte la UEFA, que ejerce un papel de intermediario para quedarse con un buen trozo del pastel de este negocio del fútbol. Este es uno de los principales argumentos que está explicando Bernd Reichart, consejero delegado de la empresa A22 Sport Management y persona de confianza de Florentino, a los clubes. La Superliga se ha activado tras la sentencia de Bruselas, las reuniones con los clubes son cada vez más numerosas y vaticinan que en septiembre de 2025 podrían ponerla en marcha.

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Ulises Sánchez-Flor

El Real Madrid encuentra las estrategias para competir contra los clubes-estado y contra la UEFA. En estas dos líneas trabaja Florentino Pérez para hacer un club más solvente sin olvidarse de Mbappé, la guinda de un proyecto deportivo que apuntala con las renovaciones de los futbolistas más jóvenes.

La estrategia para de estabilidad financiera va a acompañada de la deportiva con el plan de renovaciones claves que ha ido ejecutando el club y que sirven para consolidar el proyecto y protegerse de los clubes poderosos. Militao es el último jugador que blinda con una ampliación de contrato hasta 2028 y 1.000 millones de euros de cláusula. Antes los han hecho Vinícius (2027), Rodrygo (2028), Camavinga (2029) y Fede Valverde (2029). Se suman a los contratos largos de Tchouaméni (2028), Arda Güler (2029) y Bellingham (2029). A ellos se une el de Ancelotti (2026).