El órdago de Xavi a Laporta para no ser un monigote y tener un proyecto independiente

Xavi decide que, si le tienen que echar del Barcelona o se tiene que ir él, algo que no se puede descartar por sus palabras tras la eliminación de la Copa del Rey, lo hará con la conciencia tranquila. Morir con sus ideas es el paso que da Xavi si la temporada acaba sin títulos y hay que hacer las maletas para dejar paso al siguiente. Lo que deja claro Xavi a Laporta con sus decisiones y manifestaciones tras caer contra el Athletic es que se desmarca del proyecto de las palancas. El suyo es el de apostar por la cantera y meter a jugadores que no tienen ni 18 años.

Es el órdago de Xavi a un presidente que esperará hasta final de temporada para tomar la decisión del futuro en el banquillo del Barcelona. Si no hay títulos, y quedan por disputar los más complicados (Liga y Champions), Laporta tendrá que echar a Xavi. Es la única manera de justificar el fracaso de una temporada en blanco. Señalar a Xavi como el culpable de una mala gestión, de no haber sabido sacar rendimiento a futbolistas del nivel de Lewandowski, Gündogan, Joao Félix, Cancelo y Vitor Roque, un delantero brasileño que el entrenador ha desperdiciado.

Pero Xavi, que conoce mejor que nadie qué se cuece en el entorno de un presidente que maneja el club a golpe de improvisaciones, se adelanta al posible despido. De sus palabras, tras perder en Bilbao, se puede deducir que no va a agarrarse al cargo ni al contrato (finaliza en 2025 con opción a uno más).

A Xavi no le ata el dinero ni el ego de ser entrenador del Barcelona a cualquier precio. No es el máximo responsable de la deriva deportiva e institucional que atraviesa un club que se ha hipotecado (800 millones de euros en palancas) y ha gastado 250 millones en fichajes que él no ha pedido. Tiene a un presidente que juega con las ilusiones de los aficionados y pregona que están para ganar los mejores títulos. Convive con los palmeros de Laporta, entre los que está Deco, que le ningunean e interfieren en decisiones como hacer las convocatorias.

La sensación es que Xavi se desmarca del laportismo, de su populismo, y ya busca su independencia. Lo demuestra tirando de los canteranos en los últimos partidos y jugándosela en un partido tan intenso y físico como el de San Mamés. Quitar a Lewandowski, que Joao Félix sea suplente y Cancelo y Vitor Roque no jueguen un solo minuto, es un golpe a la línea de flotación.

La Quinta de Xavi

Xavi tira de orgullo, marca territorio y empieza su proyecto. El que considera que es el idóneo para el Barcelona y con el que se van a identificar mejor los sentimientos de los aficionados. Aunque exista el riesgo de no ganar títulos y le echen o se vaya, lo quede en el cargo de entrenador se guiará con sus ideas.

El proyecto independiente de Xavi tiene como fin no ser un monigote de Laporta y sus consejeros. El Barça en el que cree el de Tarrasa es el de Laminel Yamal, Fermín, Marc Guiu, Héctor Fort y Pau Cubarsí. El de los jóvenes, el del cambio generacional, La Masía. Con el que se puede construir un proyecto con señas de identidad culés y, sin ninguna duda, más barato. Es la Quinta de Xavi.

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Los mensajes de Xavi en Bilbao apuntan a la planificación del club y su futuro: "La plantilla es corta y joven. Creo que es el inicio de algo importante. Esté yo o no. Ya no hay titulares ni suplentes. Creo que hay un proyecto muy bueno de generación en el club". Es un órdago y una invitación de Xavi a Laporta para que se una a su proyecto, a su visión de cómo se puede reconstruir el Barcelona con menos dinero y jugadores de la casa con presente y futuro.