La intención de filtrar el audio del Bernabéu y el cabreo que tienen los árbitros españoles

Los partidos del fútbol ya no acaban hasta que se conocen los audios de las revisiones del VAR y a partir de ahora habrá que esperar a los que se puedan filtrar porque el sistema de protección no es seguro. Hasta que se encuentre al autor del hurto, en ello está el Comité Técnico de Árbitros (CTA), que dice haber abierto una investigación interna, la cuestión es con qué intención se filtra un audio de un partido del Real Madrid que corresponde a una acción que no fue revisada por el árbitro del campo en el monitor.

Alguien ha encontrado cómo hacer la guerra sucia en el caso Negreira porque esto va de intentar involucrar al Real Madrid en los beneficios arbitrales. El audio de la posible agresión de Vinícius a Pozo en el polémico partido entre el Real Madrid y el Almería disputado en el Bernabéu es munición para contrarrestar los vídeos de Real Madrid televisión. Lo que en Barcelona consideran una campaña desde la capital, con el canal y los vídeos de altavoz, para denunciar los pagos del Barcelona al vicepresidente de la Federación durante dos décadas, ya tiene respuesta.

Es una guerra de un audio filtrado contra los vídeos oficiales del canal oficial del Real Madrid. En mitad de esta nueva batalla extradeportiva y mediática está el colectivo arbitral. Cada vez más indefenso. No oculta su indignación por los vídeos que semanalmente edita Real Madrid televisión y ahora con la línea tan peligrosa que se ha cruzado con la filtración del vídeo del Bernabéu.

La intención es contrarrestar las presiones del Real Madrid al colectivo arbitral e intentar rebajar el escándalo del caso Negreira. Los perjudicados son los árbitros y su honestidad. Se sienten cada vez más en la diana de una guerra entre bandos y defienden su honradez e imparcialidad.

Los árbitros están cansados del caso Negreira, se desmarcan de las prácticas de un vicepresidente que llaman corrupto y que les ha hecho mucho daño reputacional. Defienden su integridad. La filtración del vídeo del Bernabéu es otro golpe a su credibilidad. Se amplifica el ruido mediático, las sospechas de mano negra, de los que le interesa que se den explicaciones de por qué Hernández Hernández no avisó a Hernández Maeso para que fuera al monitor a ver el posible manotazo de Vinícius a Maeso. Lo importante para alimentar las sospechas de ayudas arbitrales al Real Madrid no es la filtración, sino el contenido de la conversación.

Generan odio

Los árbitros están molestos con los vídeos de Real Madrid televisión, señalan que generan odio, y defienden que son un colectivo con personalidad que no les influyen los vídeos ni les condiciona para, en caso de duda, pitar a favor del Real Madrid.

Laporta no lo ve así. El presidente del Barcelona, como hizo Xavi nada más acabar el partido contra el Betis, aprovechó la oportunidad para alarmar con el arbitraje del Bernabéu y calificarlo de "vergüenza". En el mismo día que se filtra el audio, Laporta pide que el colectivo arbitral dé respuestas a las presiones y si no lo hace los apunta. "Habrán abandonado sus funciones", manifiesta sin pudor. Es la forma que tiene Laporta de presionar a los árbitros y contraatacar a los videos de Real Madrid televisión. Lo más difícil es tapar el caso Negreira.

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Que se filtre un vídeo de un partido en el que el árbitro de campo no ha ido al monitor a hacer una revisión de la jugada es grave. Lo preocupante es que Luis Medina Cantalejo, presidente de los árbitros, y ningún club haya hecho un comunicado o manifestado su malestar por la filtración de un vídeo de la sala VOR.