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Dudas y certezas con Arda Güler: nadie le dijo al turco que lo tendría fácil en el Real Madrid
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Dudas y certezas con Arda Güler: nadie le dijo al turco que lo tendría fácil en el Real Madrid

Ancelotti duda del nivel físico de Arda Güller para ser un futbolista determinante, pero tiene la certeza de que le sobra calidad y personalidad. El club le recomendó irse cedido y no quiso

Foto: Arda Güler en el partido contra la Arandina de Copa. (EFE Mariscal)
Arda Güler en el partido contra la Arandina de Copa. (EFE Mariscal)

Arda Güler no es un futbolista fácil de gestionar para Ancelotti. Desde que se conoció su fichaje y el morbo que provocó la rápida maniobra del Real Madrid para quitárselo al Barcelona, la expectación rodea a un talento con fama de futbolista de videojuegos. Ancelotti ya es un veterano para saber qué tiene Güler, su nivel técnico, físico y táctico para aportar al Real Madrid. El principal problema para el chico es que su temporada ha empezado en enero por culpa de las lesiones. Es el mes en el que se disputan los primeros títulos y en el que el entrenador necesita certezas.

Güler, desde antes de que debutara contra la Arandina en la Copa del Rey, ya transmitía al cuerpo técnico sus excesivas ganas de entrar con regularidad en competición. Le han tenido que frenar. Calmar, explicar que le conviene un plan de fortalecimiento y que para competir en el Real Madrid lo conveniente, para él y para el equipo, es tener ritmo. La exigencia es altísima y en la hora que jugó contra la Arandina fue de más a menos. Un balón al larguero en un lanzamiento de falta, acciones con chispa, desborde y descaro. Pero está lejos de tener el fondo físico y la intensidad para partidos de mayor envergadura.

Ancelotti lleva su caso con tacto. Tiene que mirar las necesidades reales del equipo y ser justo con todos los compañeros. Le dio el caramelo de participar en los últimos ocho minutos de la prórroga en el derbi de Riad y ya no tuvo participación en la final de la Supercopa contra el Barcelona ni en la Copa contra el Atleti y el de Liga frente al Almería.

El turco está ansioso porque se le vea, jugar en el Bernabéu, y el día del Almería se llevó una decepción. Tuvo una reacción reprochable que Ancelotti no se la va a tener en cuenta. Cuando vio que el último cambio era Camavinga y se quedaba sin jugar, se frustró, y tiró el peto del calentamiento al suelo. Un pecado de juventud que no le va a pasar factura porque en el Real Madrid se tienen en cuenta las ganas y el sufrimiento con la rotura de menisco que le hizo pasar por el quirófano y las dos lesiones musculares.

placeholder Arda Güler en una jugada en el partido contra la Arandina de Copa del Rey. (EFE Mariscal)
Arda Güler en una jugada en el partido contra la Arandina de Copa del Rey. (EFE Mariscal)

El exceso de centrocampistas no solo dejó sin jugar a Güler contra el Almería, un partido que se complicó. Modric también se quedó en el banquillo y esto ya es motivo suficiente para que el turco se dé cuenta de lo difícil que es tener minutos en el Real Madrid. Es normal que se haga ilusiones, que tenga prisas por sentir lo que es jugar en el Bernabéu y pida foco. Pero con respeto. Modric, con más ritmo competitivo y, por supuesto, experiencia fue suplente y no hace gestos.

A Brahim le costó tener minutos

Lo poquito que se le ha visto en competición a Arda Güler no sirve para que Ancelotti esté convencido de que puede ser determinante en un partido. El entrenador italiano respeta las jerarquías y tarda en dar oportunidades. Hay que estar muy en forma y transmitir garantías de ofrecer soluciones. A Brahim Díaz le costó que Ancelotti contara con él en los primeros meses de la temporada. Lo poco que jugaba el malagueño se veía que era un avión y rompía partidos con acciones de velocidad, habilidad y efectividad.

Este nivel no lo tiene todavía Güler, pese a que en las redes sociales se viralicen sus acciones técnicas de regates, pases de tacón y goles. Ancelotti acepta que tiene un futbolista que levanta una enorme expectación, pero la verdad no está en lo que fluye por las redes. Es la competencia interna, el día a día, el que pone a cada jugador en su sitio.

Con Güler no hay una sensación de injusticia dentro del Real Madrid. Tiene que calmarse, adaptarse, aprender en los entrenamientos de la cantidad de talento que tiene a su lado y ponérselo difícil a Ancelotti. Es la actitud de Ceballos. El utrerano está por delante del turco.

Foto: Xavi y el banquillo del Barcelona protestan al cuarto árbitro. (EFE/Juanjo Martín)

Nadie le dijo a Arda Güler que jugar en el Real Madrid es fácil y menos a su edad y con la competencia que hay en el centro del campo. El club pagó 20 millones de euros al Fenerbahçe, una cantidad importante, y le recomendó que se quedara una temporada cedido en Turquía. Se negó a todo. A buscar otro equipo que le pudiera dar más minutos, al Castilla y a que entendiera que está en formación. Eligió quedarse en el primer equipo, ha tenido problemas con las lesiones y el calendario no le favorece para jugar todo lo que imagina.

La certeza en el club es que es un futbolista que tiene gancho entre los aficionados, con talento y mucho futuro si tiene paciencia y trabaja. La duda de Ancelotti es qué momento de la temporada le puede dar entrada para que se sienta partícipe y no caiga en la frustración.

Arda Güler no es un futbolista fácil de gestionar para Ancelotti. Desde que se conoció su fichaje y el morbo que provocó la rápida maniobra del Real Madrid para quitárselo al Barcelona, la expectación rodea a un talento con fama de futbolista de videojuegos. Ancelotti ya es un veterano para saber qué tiene Güler, su nivel técnico, físico y táctico para aportar al Real Madrid. El principal problema para el chico es que su temporada ha empezado en enero por culpa de las lesiones. Es el mes en el que se disputan los primeros títulos y en el que el entrenador necesita certezas.

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