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Dani Ceballos, una odisea en el Real Madrid y el cabeza de turco de Luis de la Fuente
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un infierno con las lesiones

Dani Ceballos, una odisea en el Real Madrid y el cabeza de turco de Luis de la Fuente

Ceballos lucha por superar la segunda lesión de la temporada, vencer los obstáculos que se encuentra para coger continuidad en el Real Madrid y tener el 'perdón' de la Selección

Foto: Dani Ceballos sufre una entrada en un partido contra el Almería. (REUTERS Isabel Infantes)
Dani Ceballos sufre una entrada en un partido contra el Almería. (REUTERS Isabel Infantes)

Dani Ceballos padece otro inicio de temporada que es un infierno. El utrerano es víctima de las lesiones que le tienen, de nuevo, en un proceso de recuperación delicado y en el que es muy importante no dar un paso en falso ni precipitarse. Los esfuerzos de Ceballos por tener continuidad y protagonismo en el Real Madrid son enormes y, por diferentes razones, no tienen la recompensa que persigue desde que fichó en 2017. Entre que no entraba en los planes de Zidane, la competencia con Kroos y Modric, los jóvenes centrocampistas que ha fichado el club y las lesiones, lo que vive este jugador es una odisea. Agravada por la decepción de quedarse fuera de los planes de Luis de la Fuente. Convertido por el seleccionador en un cabeza de turco tras la derrota de España en Glasgow.

Ceballos se está recuperando de unos problemas en el cuádriceps derecho que aparecieron hace tres semanas. En un entrenamiento antes del partido entre el Sevilla y el Real Madrid, un día que le hacía especial ilusión por estar en el Sánchez Pizjuán. Ancelotti le quitó importancia y llegó a decir que pronto estaría compitiendo. Van para un mes esas molestias.

A este contratiempo se une la lesión que sufrió en el inicio de la pretemporada (13 de julio) que le impidió viajar con el equipo a Estados Unidos para hacer la gira. En el tercer entrenamiento en Madrid sufrió un pinchazo y le diagnosticaron una lesión en el tendón distal del músculo bíceps femoral derecho. Un duro revés. Estaba muy motivado para hacer una buena pretemporada, en un momento en el que acababa de ampliar el contrato hasta 2027 y con el reto de ser importante en un equipo al que se incorporaba Bellingham y en el que hay hasta siete centrocampistas.

La lesión en julio supuso un palo, físico y anímico, un nuevo obstáculo en su pelea por demostrar que tiene sitio en el Real Madrid. Otra vez a la enfermería, al trabajo en solitario con los fisioterapeutas y empezar de cero. Tenía que curarse y ponerse en forma. Era fundamental encontrar el momento para entrar en la dinámica del equipo y ese día llegó el 27 de septiembre en el Bernabéu. Salió en la segunda parte en el partido contra Las Palmas y enganchó los siguientes tres partidos (Girona, Nápoles y Osasuna). Ancelotti le dio minutos para que tuviera rodaje y cogiera sensaciones. Se truncó con la nueva lesión antes del viaje a Sevilla.

Foto: Óscar Miñambres, en un partido contra el Bayern de Múnich en 2002. (Getty/Shaun Botteril)

Ha llegado al parón del mes de noviembre con solo 77 minutos disputados. Es el infierno de Ceballos en el Real Madrid. Arranca y se para por las lesiones y la competencia que hay en la plantilla. La mala suerte se ceba con un futbolista que llegó al Real Madrid con 20 años, en 2017, cuando era uno de los talentos más prometedores del fútbol español y por el que pujó fuerte el Barcelona. Eligió el Real Madrid, convencido de que encajaría en la política del club de apostar por los jóvenes talentos.

Demasiadas decepciones

Han pasado siete años desde que fichó por el Real Madrid y las decepciones superan a las alegrías. Las dos primeras temporadas apenas entró en los planes de Zidane. Solo jugó 9 partidos de titular en su primera campaña. Decidió que no podía estar parado, que tenía que seguir su progresión y salió cedido dos años al Arsenal. Con Unai Emery mostró un buen nivel de juego, competitivo, con la consecución de la FA Cup y un total de 77 partidos. Tenía la esperanza de que Luis Enrique valorara su rendimiento, pero el asturiano no contó con él para la Selección absoluta. Se perdió la Eurocopa. Sí lo hizo Luis de la Fuente para la disputa de los Juegos Olímpicos.

En Tokio se agudiza el calvario del utrerano con la grave lesión que sufrió en el primer partido por una dura entrada del egipcio Mohamed Taher. En ese momento se le diagnosticó un esguince de tobillo, se quedó para intentar jugar y agravó su situación. En agosto de 2021, tras una resonancia, se confirmó que sufría una rotura compleja de ligamento peroneo-astragalino anterior y peroneo-calcáneo. Ceballos regresó al Real Madrid con la confianza de Ancelotti y tras vender el club a Odegaard. Era un momento en el que se le abrían las puertas. Kroos tenía problemas de pubalgia. Pero la recuperación se prolongó y le impidió entrar en el equipo hasta principios de 2022.

placeholder Ceballos en el partido contra Osasuna en el Bernabéu. (REUTERS Isabel Infantes)
Ceballos en el partido contra Osasuna en el Bernabéu. (REUTERS Isabel Infantes)

Ceballos aprovechó la segunda parte de la temporada en la que se consiguió la gesta de la última Champions. Fue uno de los revulsivos en la remontada contra el Manchester City, llegó a salir en el último minuto en la final contra el Liverpool. Se volvía a ver el potencial de un jugador con calidad, agresivo y vertical. Pero se llevó una nueva decepción. No entró en los planes de Luis Enrique para el Mundial de Qatar.

Su esperanza para regresar a la Selección apareció con el nombramiento de Luis de la Fuente. El nuevo responsable de la absoluta tenía debilidad por el utrerano, fundamental en los éxitos de un Europeo sub-19 y sub-21. De la Fuente le convocó en la primera lista para los partidos contra Noruega y Escocia del mes de marzo. "Sé que nunca me va a fallar", dijo el riojano.

Pues algo falló. Se rompió la confianza y la complicidad. España perdió en Escocia, pero Luis de la Fuente tomó una decisión importante para cortar el mal rollo en la concentración tras las tensiones que hubo entre Ceballos y Gavi en los Clásicos. Prescindió del utrerano, le señaló como el culpable de no generar un buen ambiente y le dejó fuera de la fase final de la Liga de Naciones. Ceballos lo encajó mal. Llevaba tres años sin estar en la absoluta. Desde entonces, Luis de la Fuente repite en cada convocatoria que le da mucha importancia a los méritos futbolísticos y también a hacer un grupo con "buenas personas".

Foto: Arda Güler en la Ciudad Deportiva del Real Madrid. (Reuters/Juan Medina)

Dani Ceballos se centró en aclarar su futuro y analizar los pros y los contras de la oferta de renovación del club blanco. Quedaba libre en julio, tenía ofertas de equipos ingleses e italianos, estaba pendiente del Betis y decidió renovar por el Real Madrid. No renuncia a su sueño de ser importante en un club donde hay mucha competencia. "Donde algunos lo ven difícil, otros buscamos la oportunidad", es el mensaje que envió para demostrar que está preparado. Pero las lesiones no se lo permiten. Ceballos necesita que su situación dé un giro importante, una gran remontada para tener continuidad en el Real Madrid. La llamada de Luis de la Fuente sería un milagro.

Dani Ceballos padece otro inicio de temporada que es un infierno. El utrerano es víctima de las lesiones que le tienen, de nuevo, en un proceso de recuperación delicado y en el que es muy importante no dar un paso en falso ni precipitarse. Los esfuerzos de Ceballos por tener continuidad y protagonismo en el Real Madrid son enormes y, por diferentes razones, no tienen la recompensa que persigue desde que fichó en 2017. Entre que no entraba en los planes de Zidane, la competencia con Kroos y Modric, los jóvenes centrocampistas que ha fichado el club y las lesiones, lo que vive este jugador es una odisea. Agravada por la decepción de quedarse fuera de los planes de Luis de la Fuente. Convertido por el seleccionador en un cabeza de turco tras la derrota de España en Glasgow.

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