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"Tiene odio en la cara": por qué Luis Enrique irrita en Francia y en España no nos sorprende
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"Tiene odio en la cara": por qué Luis Enrique irrita en Francia y en España no nos sorprende

Luis Enrique recibe fuertes críticas en Francia por dar una mala contestación y un plantón a un periodista. Sale a relucir la personalidad agria y borde de un técnico al que no le gusta la prensa

Foto: Luis Enrique con gesto tenso en un partido del PSG. (Martin Rickett/PA Wire/dpa)
Luis Enrique con gesto tenso en un partido del PSG. (Martin Rickett/PA Wire/dpa)

El clima está enrarecido con Luis Enrique en Francia. "Me va la marcha, soy así de gilipollas", es una de las frases de manual que emplea cuando ha entrado en confrontación con los periodistas. La personalidad que le define en su relación con los medios de comunicación es antipática e, incluso, intolerante. Forma parte del sello de un entrenador de perfil alto y que se nombra como el líder de sus equipos. Sus reacciones son imprevisibles y hasta beligerantes si considera que se le hacen preguntas inoportunas y ofensivas. Aparece el Luis Enrique más borde y tenso. Esto es lo que acaban de descubrir en Francia tras la contestación y el plantón que le dio a Alexandre Ruiz, el periodista de Free Ligue 1, el medio de televisión con derechos de la competición francesa.

A Luis Enrique le cambió la cara el domingo por la noche con una pregunta referida a lo que puede mejorar del juego de su equipo. Saltaron chispas. "Eres el periodista más negativo de la historia del fútbol" fue la respuesta tan contundente del asturiano para después dejar el micrófono y marcharse de la entrevista en la que también estaba el exjugador Ludovic Giuly. Les dejó perplejos, mudos, sobrepasados. Luis Enrique no aceptó que se profundizara en el juego tras ganar en el campo del Rennes (1-3) en un partido que en Francia ya calificaban como una final. Pone sus límites, evalúa la intención y el tono de las preguntas. En España estamos acostumbrados al personaje volcánico de Luis Enrique y en Francia, en tres meses, empiezan a estar irritados por sus modales.

Una de ellas es la de un popular periodista que le define como una "persona que tiene una especie de odio en la cara". Es fuerte la aseveración, pero es lo que transmite el asturiano. Daniel Riolo, periodista de RMC Sports, es el que más fuerte ha reaccionado y denunciado su comportamiento. "Si sigue así, tendrá que ganar muchos partidos para que no nos preocupemos por él", comenta con malestar. Luis Enrique ya no pasa solo un examen futbolístico. También se mira con lupa su actitud en las relaciones personales. En Francia entienden que le corresponde una labor de representación del club, de portavoz y es por lo que Riolo discrepa: "Hay muchos entrenadores que hablan, que cuentan historias. El PSG tenía una estrategia importante de comunicación y Luis Enrique suspende en esta materia. Es un poco doloroso".

Ser más comunicativo

El Paris Saint-Germain ganó al Rennes y salió el lado menos amable de Luis Enrique. Se tomó su particular revancha. En Francia conocen los capítulos de desencuentros y tensiones que ha protagonizado el asturiano con la prensa española. Pensaban que por el hecho de salir de nuestro país y coger un nuevo proyecto, tras ser despedido de la Selección, podía llegar con más humildad y ser más comunicativo. Solo ha hecho falta una dura derrota en la Champions contra el Newcastle (4-1) para que Luis Enrique y la prensa gala entren en conflicto.

Foto: Kylian Mbappé con gesto serio en el partido contra el Newcastle. (Eleanor Hoad/Every Second Media)

No le gustaron los análisis que se hicieron tras la goleada contra el Newcastle. Se le pidió si podía explicar el sistema de dos centrocampistas y cuatro delanteros que puso en St James'Park, un plan que desequilibró al equipo, sin presión efectiva arriba para robar la pelota y vulnerable atrás. Su respuesta resultó chocante por lo cortante: "Yo soy el entrenador y yo decido". La prensa francesa esperaba un discurso futbolístico más argumentado, detalles sobre lo que está trabajando en un sistema nuevo y se encontró con un entrenador a la defensiva. Seco en sus declaraciones: "Es muy gracioso. Cuando perdemos con cuatro delanteros es culpa del entrenador y cuando ganamos es que ha pasado por ahí el aire. El aire... Es muy gracioso. Mi objetivo como entrenador del PSG es darle una vuelta de tuerca a todo y voy muy bien encaminado".

Luis Enrique se hace impopular en Francia con este tipo de comportamientos. No solo entre la prensa, sino también entre los aficionados que menos conocen su fuerte carácter y lo incómodo que le resulta la prensa. Llegó como un entrenador de prestigio, presentado por Nasser Al-Khelaifi como el profesional que iba a poner orden, con la prioridad de hacer un equipo por encima de las individualidades y, lo más importante, imponer disciplina tras las salidas de Messi y Neymar. Los resultados no son los esperados.

placeholder Luis Enrique durante el partido entre el PSG y el Rennes. (REUTERS/Stephane Mahe)
Luis Enrique durante el partido entre el PSG y el Rennes. (REUTERS/Stephane Mahe)

No fichó por el PSG para ser el entrenador más simpático del mundo, pero se esperaba que pudiera abrirse más y conocer qué tipo de proyecto tiene en un club de alta exigencia y muy mediático. Ha sido suficiente con una mala racha para generar tensiones. La derrota contra el Niza, el empate contra el Clermont (colista del campeonato) y la goleada contra el Newcastle sacan a la luz la verdadera cara del asturiano. Mezcla la ironía con la soberbia. Algo conocido en España. Luis Enrique ha sido protagonista, para lo malo, por el peor inicio de temporada del PSG desde que lo compró Qatar en 2011. Por este motivo se le pide que dé más explicaciones del proyecto que tiene entre manos.

En Francia ya empiezan a conocer al Luis Enrique que ha tenido tiranteces en España, tanto en su etapa en el Barcelona como en la Selección. Hace dos años no tuvo inconveniente en decir a la prensa española e internacional, antes del partido de semifinales de la Liga de Naciones contra Italia, que "no os leo porque nadie sabe más que yo. No hay una opinión que pueda leer que me pueda interesar". Se quedó tan tranquilo. Porque Luis Enrique necesita este tipo de tensiones para dar lo mejor de sí. Eso es, al menos, lo que ha comentado en varias ocasiones en la sala de prensa: "Si a algunos no les gusta mi estilo, me importa un bledo... Por decirlo de manera educada".

Foto: Bryan Zaragoza dispara en el primer gol al Barcelona. (EFE/Pepe Torres)

Durante su etapa como entrenador del Barcelona tuvo capítulos tristes, con reacciones y respuestas que han buscado la humillación del periodista. Le sucedió al periodista Víctor Malo, de Diario Gol, con una pregunta referida al bajón físico del Barcelona. "¿Cómo es tu apellido? Siguiente pregunta", contestó el asturiano. Otra de las entrevistas más desagradables se produjo con la periodista Susana Guasch, de La Sexta, antes del partido de cuartos de final de la Champions contra el Atlético de Madrid y después de una derrota contra el Real Madrid en el Clásico. "¿Las piernas pasan factura o fue un mal día?", preguntó Susana. "Vuestro análisis es superficial, bastante gratuito. No tiene nada que ver con el análisis de un profesional", respondió. "¿Entonces una derrota con el Real Madrid no genera dudas?", insistió la periodista. "Habla lo que quieras y yo contesto lo que me apetezca", fue la reacción. "¿Cómo piensa que jugará el Atlético de Madrid?", volvió a preguntar. "Pregúntale a Simeone", fue la corta y breve respuesta de Luis Enrique.

Se podrían seguir enumerando los casos y frases de Luis Enrique con los que ha tenido faltas de respeto en España. En Francia ha empezado demasiado pronto a crearse una fama de ogro, de antipatía y queda toda la temporada por delante. Hay quien señala que esto es una estrategia común en Luis Enrique para echarse encima toda la presión de la prensa, las críticas y proteger a los jugadores. Una forma de reafirmarse como el líder del grupo.

El clima está enrarecido con Luis Enrique en Francia. "Me va la marcha, soy así de gilipollas", es una de las frases de manual que emplea cuando ha entrado en confrontación con los periodistas. La personalidad que le define en su relación con los medios de comunicación es antipática e, incluso, intolerante. Forma parte del sello de un entrenador de perfil alto y que se nombra como el líder de sus equipos. Sus reacciones son imprevisibles y hasta beligerantes si considera que se le hacen preguntas inoportunas y ofensivas. Aparece el Luis Enrique más borde y tenso. Esto es lo que acaban de descubrir en Francia tras la contestación y el plantón que le dio a Alexandre Ruiz, el periodista de Free Ligue 1, el medio de televisión con derechos de la competición francesa.

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