Es noticia
El descabello de Joselu y Brahim al Atleti mete al Real Madrid en la final de la Supercopa (5-3)
  1. Deportes
  2. Fútbol
un derbi loco de goles

El descabello de Joselu y Brahim al Atleti mete al Real Madrid en la final de la Supercopa (5-3)

El derbi de Riad es para el Real Madrid. Se decide con un gol de Joselu en la prórroga tras un partido loco y un intercambio de golpes. Brahim Díaz hizo el quinto a puerta vacía

Foto: Joselu celebra el gol al Atleti. (Reuters/Juan Medina)
Joselu celebra el gol al Atleti. (Reuters/Juan Medina)

El Real Madrid pasa a la final de la Supercopa de España con un gol de cabeza de Joselu. El delantero suplente hace historia en Arabia Saudí con fortuna. Remató de cabeza un buen centro de Carvajal en el minuto 115. El balón pegó en Savic y descolocó a Oblak. El descabello lo dio Joselu y el definitivo Brahim Díaz con un gol en el que aprovecha que Oblak sube a un remate a la desesperada. Brahim ganó la carrera y marcó el quinto a puerta vacía. La fatiga pasó factura al Atleti, se le hizo una tortura, en una prórroga donde el Real Madrid fue mejor.

El derbi de Riad necesitó de la prórroga tras un partido loco, vibrante e igualado. Marcado por el intercambio de golpes de dos equipos que dieron un pobre rendimiento en la fase defensiva. Muy endebles. Los ocho goles no hacen buenos los ataques. Los del Real Madrid, antes del tiempo extra, son tres tantos de Rüdiger, Mendy y Carvajal. Asombroso e inédito. Tres defensas convertidos en artilleros. Algo extraordinario en un partido en el que hay que rayar la perfección y ser fiable.

Ancelotti y Simeone, obsesionados con dejar la portería a cero, tienen trabajo. Sus bloques no fueron compactos, hicieron aguas y el combate de Arabia necesitó de un tiempo extra en el que pasó factura el desgaste físico. Los tres goles del Atleti son para Mario Hermoso, Griezmann y Rüdiger en propia puerta tras una jugada protestada por el Real Madrid. El alemán envió el balón a su portería en un choque con Morata y Kepa. Una acción en la que Alberola Rojas, el mismo árbitro que pitó el derbi de Liga en el Metropolitano, no vio nada punible. Ni el VAR, que validó el tanto.

Cuatro goles en la primera parte es una bendición para el espectador y un horror para los entrenadores. Ni Ancelotti ni Simeone, técnicos que inciden en la importancia de la solidez, daban crédito a la fragilidad de sus sistemas defensivos. Real Madrid y Atleti fueron un desastre en la fase defensiva, despistados, con malas vigilancias, sin concentración ni contundencia. De este disparate en las áreas de Kepa y Oblak llegaron cuatro goles en una primera parte de locos.

Muy divertida para el espectáculo y un auténtico desatino con goles a balón parado, remates sin marca y, en definitiva, unas defensas blandas. El partido se le puso de cara al Atlético de Madrid con el gol de cabeza de Mario Hermoso a los seis minutos. Un saque de esquina sacado por Griezmann lo remató solo Hermoso, sin oposición, con Rodrygo desatendiendo la marca del central. Se puso muy pronto el equipo del Cholo por delante, replegó líneas, cerró los espacios y buscó salir al contraataque. Pudo hacer el segundo en una transición que finalizó Morata de la peor manera. Disparó sin ángulo sin ver qué compañero venía por detrás.

Tras la ocasión perdida por Morata llegó la reacción y la remontada del Real Madrid. Aprovechó la debilidad defensiva de un rival que salió con Hermoso, Savic y Giménez, más Lino y Marcos Llorente en los laterales. El punto débil del Atleti está en la fragilidad atrás y ni con el marcador a favor fue capaz de compactar la estructura y ser contundente.

placeholder Griezmann se va de Modric en la jugada del empate a dos del Atleti. (EFE/Juan Carlos Cárdenas)
Griezmann se va de Modric en la jugada del empate a dos del Atleti. (EFE/Juan Carlos Cárdenas)

El Real Madrid empató el partido en un saque de esquina ejecutado por Modric y el remate de cabeza de Rüdiger. El central alemán entró solo, sin marca, como sucedió en el tanto de Hermoso. Igualó el derbi el Madrid y cogió el dominio del partido. Llevó más peligro por la banda derecha de Carvajal y Rodrygo que por la de Mendy y Vinícius. Se adelantó en una acción lamentable, de nuevo, de la defensa del Atleti. Carvajal centró, sin oposición, desde la frontal del área y Mendy (sí, Ferland Mendy) entró al remate para desviar el balón con el exterior. La pelota pasó por debajo de las piernas de Giménez y superó a Oblak.

El fallo de Rodrygo

El Real Madrid le había dado la vuelta a un partido extraño, marcado por los regalos defensivos. No sería el último. El empate del Atleti, el gol de Griezmann, es otra acción de fragilidad de la defensa del Real Madrid. El francés cogió un balón en la frontal del área, atrajo varios rivales y solo fue a incomodarle Modric. Griezmann se giró, se quitó de encima al croata y soltó un derechazo. Batió a Kepa. El Madrid también pagó su pasividad atrás.

La primera parte acabó con un fallo clamoroso de Rodrygo en un remate cerca del área pequeña en el que no estuvo fino. Recibió un balón largo de Rüdiger, lo bajó con el pecho, se giró, recortó a Hermoso y el remate no fue limpio. Lo envió a los pies de Oblak.

En el descanso, los entrenadores les pusieron las pilas a los jugadores. Había que afinar en defensa, ser sólidos y tener más concentración. Evitar los regalos. Los dos equipos salieron con más precauciones y menos riesgos. Más atentos. El Atleti pudo haber roto el partido en un fallo de Carvajal. Un mal pase del lateral que interceptó Morata. Envió el balón al costado izquierdo, para Samuel Lino, que con espacios se plantó en el área y cruzó el balón, con peligro, a la portería de Kepa. Un nuevo despiste, esta vez de Carvajal, puso de los nervios a su equipo.

Ancelotti y Simeone movieron sus equipos en el minuto 66. Entró Kroos por Modric. Al Real Madrid le faltaba claridad, dominio, chispa y profundidad. En el Atleti entraron Nahuel Molina y Riquelme por Lino y Saúl. El Cholo refrescó al equipo, metió piernas, y verticalidad. Kroos fue protagonista por los abucheos de la grada. En Arabia sentó mal que dijera que nunca iría a jugar a este país.

Foto: Kroos aplaude al público en el partido en Berlín. (REUTERS Lisi Niesner)

Fue el momento en el que una pillería de Vinícius pudo romper el empate. El brasileño sacó una falta que cogió descolocado al Atleti, el balón fue para Carvajal remató según le vino y su disparo al centro de la portería lo desvió Oblak. Otra oportunidad clara desperdiciada por el Madrid y otro gran despiste del Atleti. Carvajal pasó a ser protagonista. Por la ocasión desperdiciada y por un cruce providencial en un centro atrás de Griezmann. En la siguiente jugada llegó el gol del Atleti, el centro de Riquelme en el que chocan Kepa, Morata y Rüdiger y el balón rebota en el alemán y acaba dentro. Una jugada que revisó el VAR y que el árbitro Alberola Rojas dio por buena.

El Real Madrid tiró de fe, de la energía que saca en los momentos límites y de una arrancada de Vinícius que acabó en un doble remate de Bellingham y el gol de Carvajal. El lateral llegó desde atrás y fusiló para igualar el derbi. La entrada de Brahim Díaz por Tchouaméni, cómo agitó los minutos finales, provocaron el vendaval ofensivo del Real Madrid. Apareció la efectividad de Joselu. La fatiga hizo mella a los equipos en la prórroga.

El Real Madrid pasa a la final de la Supercopa de España con un gol de cabeza de Joselu. El delantero suplente hace historia en Arabia Saudí con fortuna. Remató de cabeza un buen centro de Carvajal en el minuto 115. El balón pegó en Savic y descolocó a Oblak. El descabello lo dio Joselu y el definitivo Brahim Díaz con un gol en el que aprovecha que Oblak sube a un remate a la desesperada. Brahim ganó la carrera y marcó el quinto a puerta vacía. La fatiga pasó factura al Atleti, se le hizo una tortura, en una prórroga donde el Real Madrid fue mejor.

Real Madrid
El redactor recomienda