La gran victoria que celebra Florentino con la Superliga y la guerra sucia de Al-Khelaïfi

Con "satisfacción" y calificando de "un gran día para la historia del fútbol y del deporte" celebra Florentino Pérez el fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea en el caso de la Superliga. Es un día histórico y un triunfo para el presidente del Real Madrid, líder del proyecto, que se reconozca el abuso de poder dominante de la UEFA y la FIFA. El presidente blanco gana el relato, aunque queda mucho trabajo por hacer para poner en marcha una nueva competición que considera más atractiva y que genera más beneficios para los clubes.

La victoria que celebran en el Real Madrid es la de haber resistido a las presiones y amenazas de la UEFA y la guerra sucia que les ha hecho Nasser Al-Khelaïfi, presidente del Paris Saint-Germain, de la Asociación de Clubes Europeos y mano ejecutora de los intereses de Aleksander Čeferin. Los movimientos de Nasser Al-Khelaïfi han ido encaminados a desprestigiar la imagen de Florentino Pérez y, en consecuencia, a desestabilizar al club con manifestaciones públicas en medios internacionales y apoyando las medidas sancionadoras de la UEFA.

El otro triunfo de Florentino es haberle demostrado a Nasser Al-Khelaïfi que los clubes son los que generan los ingresos en el fútbol y que, basándose en las normas de libre competencia, tienen el derecho de organizar nuevas competiciones. En la conversación que tuvo el presidente del Real Madrid con el del Paris Saint-Germain para explicarle los motivos y las razones por las que le pedía que se uniera al proyecto de la Superliga, estaba la necesidad de buscar un nuevo formato más actualizado al espectáculo, a las audiencias y, lo más importante, dentro de la legalidad.

Lo primero que hizo Nasser Al-Khelaïfi al conocer el proyecto de la Superliga fue aliarse con la UEFA y desactivarlo con presiones a los presidentes y dueños de los clubes ingleses. Al-Khelaïfi empezó una campaña de contactos de destrucción, desprestigio y ataques que provocó que clubes como el Atlético de Madrid negaran la Superliga por el miedo a ser sancionados.

Nasser Al-Khelaïfi es el principal enemigo de Florentino Pérez en el caso de la Superliga. Un dirigente que en la Asamblea General de Clubes Europeos, el 6 de septiembre en Berlín, con la presencia de Ceferín y la del presidente de la FIFA, Gianni Infantino, de manera virtual, criticó a Florentino y habló de la ilegalidad de la Superliga. Su interés es estar cerca del poder de la UEFA y la FIFA.

En el Real Madrid hay satisfacción porque se les ha dado la razón: la UEFA ejerce monopolio en el fútbol sin permitir la creación de otras competiciones y con amenazas de sanciones a clubes y jugadores. Queda camino por recorrer, pero la postura y la victoria de la Superliga, más viva que muerta, sirve para destapar las mentiras y las coacciones de Nasser Al-Khelaïfi, el dirigente que traicionó a Florentino.

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El presidente del Real Madrid ha comparecido en los medios del club para analizar el fallo del caso Superliga: "Es un gran día para la historia del fútbol y del deporte. Nuestro destino nos pertenece. El fútbol europeo de clubes no es un monopolio. Los clubes serán los dueños de su destino. Ha vuelto a triunfar la Europa de las libertades y estamos ante la gran oportunidad de mejorar el fútbol con transparencia, modernizarlo". Florentino habla de satisfacción y avisa de que se "intensificarán las presiones".

Florentino hace un avance del trabajo que tiene por delante para poner en marcha el proyecto de la Superliga y da unas líneas maestras: "Es un nuevo impulso. Un proyecto moderno, compatible con las competiciones nacionales, abierto a todos, basado en el mérito deportivo y que resuelve el Fair Play Financiero. Un fútbol que entusiasme a los aficionados y que sepa convivir con las nuevas tecnologías". El presidente del Real Madrid recalca el juego limpio financiero con referencia a clubes como el PSG, que reciben inyecciones millonarias de Qatar y otros clubes-Estado que no dejan claras sus cuentas y modelo de financiación.