El farol del Real Madrid de no fichar un central en enero e ir con Nacho a pecho descubierto

El golpe inesperado de la lesión de David Alaba pone al Real Madrid en una complicada disyuntiva: fichar o no un central en el mercado de invierno. La estrategia del club es mantener la calma, demostrar que no tiene prisas para hacer una maniobra y reforzar su confianza en Nacho. Es el central, sano y de la casa, que queda para unirse a Rüdiger. La postura del Real Madrid no deja de ser un farol propio para buscar una mano ganadora. En este caso, el club argumenta que no va a hacer una locura si va al mercado, lo que significa que no quiere gastar dinero. Pero no se niega que existe el riesgo de afrontar la temporada con escasez de centrales.

Con Nacho no hay nervios y el Real Madrid va a pecho descubierto hasta que se presente una oportunidad de mercado o se encuentre una fórmula de bajo coste. No es sencillo repetir la operación que se hizo tras la lesión de Courtois y por la que vino cedido Kepa. Tampoco encontrar un Joselu para la defensa. El Real Madrid quiere manejar los tiempos, valorar muchas opciones y no precipitarse.

El foco está puesto en Nacho y el capitán quiere, necesita y reclama el desafío de jugar los partidos más importantes de la temporada. Lo tiene en su mano si el club no ficha a un central que sea una prioridad para Ancelotti y al capitán le respetan las lesiones. Depende también de su rendimiento y si lo merece, pero con Nacho existe la certeza de que, por su sobriedad y cada vez más por su experiencia, es fiable para las grandes citas.

El club entra en un periodo de reflexión y análisis para tomar decisiones tras el varapalo que produce la grave lesión de David Alaba. La persona más preocupada es Ancelotti. Después de él serían Florentino y Nacho. Por este orden. No significa que al presidente y al capitán no les afecte la baja del austriaco, pero el dirigente ve en Nacho un seguro. El capitán tiene ya un historial de buenos partidos para reclamar su sitio en el once. En la memoria está que mejoró al equipo en el partido que ganó el Real Madrid en Anfield la temporada pasada. Tuvo que salir por Alaba, lesionado, y desactivó el peligro que llevaba Salah.

Es un partido que sirve como ejemplo, con otros recientes de esta temporada (Girona y Nápoles), para valorar lo que Nacho pide y da al Real Madrid. El defensa pesimista, como le gusta decir a Ancelotti, no es un solo un bombero encargado de apagar fuegos puntuales. Es el central que ha ganado en experiencia y jerarquía tras 13 años seguidos en el Real Madrid. Las ha visto de todos los colores, con entrenadores que le daban pocos minutos, promesas del club que no siempre se han cumplido, técnicos que ponían en valor su rigor, como Zidane. En definitiva, entre méritos y frustraciones le llega su momento por las lesiones de otros compañeros.

La queja de Nacho

El Real Madrid desarmó una de las parejas de centrales que más éxito han tenido en la historia del club y se renovó incorporando a Militao, Alaba y Rüdiger. Salió Sergio Ramos, vendió a Militao y permaneció Nacho. El club trabajó el mercado con anticipación para conseguir a coste cero a Rüdiger y Alaba. Nacho siempre ha tenido que demostrar algo más que el resto para que le den oportunidades. Esta era su queja la temporada pasada cuando tenía dudas sobre su continuidad. Finalmente, para tranquilidad del club y su planificación, el canterano eligió darse una nueva oportunidad.

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Irse del Real Madrid no es fácil para ningún jugador y menos para Nacho. Tenía buenas ofertas en lo económico y con más años, pero Ancelotti y Florentino le pidieron que se quedara y tuviera peso en el vestuario, en el día a día y en el campo como capitán del Real Madrid.

El equipo está en un momento crítico con las lesiones de Militao y ahora la de Alaba y el club se siente más que nunca en deuda con Nacho. Es más que merecido que se le tenga en cuenta para ser la pareja titular junto a Rüdiger. Es uno de los motivos por los que Florentino analiza con paciencia qué hay mejor en el mercado de enero para reforzar la defensa. Nacho es la mejor solución por experiencia, calidad y compromiso.

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El pesimismo no va con Nacho. Está acostumbrado y centrado en ayudar al equipo en uno de los momentos más delicados por las lesiones de Militao y Alaba. Pero es el capitán, tiene más peso en el vestuario y le toca levantar la moral y consolidar la defensa con su actitud y rendimiento.

Es normal y entiende que el club y, sobre todo, el entrenador estén mirando qué opciones hay en el mercado para reforzar una defensa que se ha quedado en cuadro. A Nacho ya se le ha pasado el periodo de las reivindicaciones y en lo que está metido de lleno es en animar al grupo para dar más en un momento difícil. Ser un ejemplo de compromiso. Si llega un fichaje, competirá por tener su sitio en beneficio del equipo.