Militao, en la cresta de la ola: cómo el central con peor fama del Real Madrid ya es el mejor

El éxito de Militao está en la continuidad de un escandaloso rendimiento que borra la imagen del central que tenía peor fama en la plantilla. Con el brasileño había dudas de que pudiera dar la talla. Está sobrevalorado y no vale los 50 millones de euros que se pagó por su fichaje, se decía. El Real Madrid recupera la solidez con la madurez de Militao y a este nivel se disparan las opciones en la Champions, un torneo en el que para competir hay que ser un bloque compacto. Ancelotti ha trabajado al mejor Militao. Como hizo con Vinicius.

La contundencia en las dos áreas es cosa de brasileños y atrás el que manda es Militao. Sus últimos partidos son extraordinarios, sirven para que los madridistas se ilusionen y el equipo crea que con un extraordinario Militao se pueden hacer fuertes para pelear contra quien se ponga delante en el camino de la Champions. Militao es un hacha. Anuló a Lewandowski en el Clásico de Copa del Rey en el Camp Nou, a Joao Felix contra el Chelsea y en Cádiz dio lecciones de cortar el juego, marcar territorio y enviar pases en profundidad.

Éder Militao consigue la categoría de defensa central indiscutible. Algo que viene reclamando Nacho desde hace más tiempo. Militao y Nacho fueron los dos centrales que utilizó Zidane en el declive de Sergio Ramos y Varane en el Real Madrid por las lesiones. Los dos mostraron una enorme compenetración y seguridad. Dieron la talla dos jugadores en la sombra. Pero el club decidió que había que buscar fuera más defensas y se lanzaron a por David Alaba, primero, y Rüdiger, después. Se rompió el dúo Militao-Nacho, perjudicados por los miedos de que esta sociedad no pudiera tener la contundencia que garantizaban las mejores versiones de Ramos y Varane.

Gana en jerarquía

Militao y Nacho fueron dos de los futbolistas más determinantes en el buen partido del Real Madrid en Cádiz. El brasileño dio otro recital de despliegue físico, ganando por velocidad y anticipación duelos a los rivales, con un sobrado poderío por abajo y por arriba. La jerarquía con la que juega Militao recuerda al mejor Sergio Ramos y Varane. Lo tiene todo. Fuerza, intimidación, técnica, concentración y gol. Un buen central tiene que evitar que su equipo sufra daños. Para conseguirlo es importante que no cometa errores, transmitir seguridad a los compañeros y empequeñecer al rival. Militao juega como una apisonadora y esto le ha permitido a Ancelotti poner a Kroos como único mediocentro.

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Con Éder Militao sucede algo similar a lo que se vivió con Vinícius. Su fichaje sorprendió por la cantidad de dinero que pagó el club con un futbolista que era un desconocido en Europa y no tenía la categoría de indiscutible en la Selección brasileña. Se convirtió en el defensa más caro de la historia del Real Madrid con un desembolso de 50 millones de euros al Oporto. Había dudas y expectación por ver qué era capaz de hacer un joven defensa polivalente. Rápido, versátil para jugar en el centro de la defensa y en el lateral derecho. Pero inexperto y por pulir. Llegar al Real Madrid para competir con Ramos y Varane tenía una dificultad máxima.

En la presentación sufrió un mareo y este episodio marcó las debilidades de Militao. Un chico al que le podría quedar grande el Real Madrid. No aguantaría la presión. En sus inicios, su juego caía en la precipitación, los despistes y los errores. Hasta no hace mucho ha tenido partidos con despistes y a Ancelotti le costaba darle continuidad por miedo a las pifias. Pero esta temporada está siendo el mejor central del equipo. Le pasa como a Vinícius. Llegaron jóvenes, sus acciones eran alocadas, fallones y acumulaban más críticas que elogios.

Respetado y valorado

Carlo Ancelotti ya no tiene dudas. La defensa del Real Madrid es Militao y tres más. En el partido contra el Chelsea el acompañante fue Alaba y en Cádiz, Rüdiger. En otros partidos de la temporada, los menos, Nacho ha vuelto a emparejarse con el brasileño. La suficiencia con la que juega Militao la vimos en la primera jugada del partido contra el Chelsea en el Bernabéu, en un balón largo, al espacio, que recibió Joao Félix y la velocidad con la que llegó para minimizar la acción de peligro del portugués.

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Militao ha cambiado las mofas, como le sucedió a Vinícius, y se ha ganado el respeto y la valoración de ser uno de los mejores centrales del mundo. Lo ha conseguido de la misma manera que su compatriota. Vinícius estaba marcado por sus fallos en la definición y no leer correctamente lo que necesitaba el partido. Con mucho trabajo ha ido puliendo los defectos y hoy vemos un Vinícius que a su esencia de regateador le mejora la pausa y el gol. El mérito de Militao, como sucede con Vinícius, es haber demostrado tener una fuerte personalidad para superarse con la presión y no afectarle las críticas.

Militao juega atrás con valentía y autoridad. Es un central que se hace gigante en situaciones de máxima dificultad y que resuelve en ataque. Ha hecho goles decisivos en la victoria en Getafe, en Anfield contra el Liverpool marcó el 2-3, en el Bernabéu contra el Espanyol el 2-1, contra el Villarreal en Copa del Rey el 2-2 y contra el Cádiz en el Bernabéu el 1-0. En la última derrota del Real Madrid, contra el Villarreal en el Bernabéu, empezó en el banquillo y Ancelotti recurrió a él en la segunda parte. Si pasa la eliminatoria contra el Chelsea y hay enfrentamiento contra el Manchester City, enfrente tendrá a Haaland. Palabras mayores.