Lo que calla Xabi Alonso para no hablar del batacazo del fútbol español en la Champions

Diez días después de la gala del Balón de Oro, en la que ningún futbolista español estaba entre los 30 nominados al premio, se consuma la debacle del fútbol español con la eliminación del Barcelona, Atlético de Madrid y Sevilla de la Champions League. Solo queda el Real Madrid en la élite del fútbol europeo. Dos de los eliminados descienden a la segunda división de las competiciones europeas de clubes, la Europa League, y la situación de crisis todavía puede ser peor si el Atleti no consigue clasificarse en el partido que tiene que disputar en Oporto.

Le llamamos fracaso, pero habría que reflexionar sobre los motivos de tan enorme decepción porque no estamos hablando de un K.O. en eliminatorias de ida y vuelta. Es un problema de regularidad competitiva y modernización. Los tres equipos han caído en la fase de grupos de la Champions. Es un asunto de mediocridad competitiva que está reconocido en las declaraciones de Simeone cuando dice que les ha costado ganar los partidos por falta de contundencia en grupo de la 'suerte', en el que solo han sacado dos puntos en los cuatro enfrentamientos contra el Bayer Leverkusen y Brujas. O la impotencia de un Barcelona que, en el grupo de la 'muerte', no disparó a portería en el partido contra el Bayern, ni fue capaz de ganar al Inter de Milán en el Camp Nou para depender de sí mismo.

"Que solo haya pasado uno de cuatro denota que algo ha fallado", comentó Xabi Alonso tras poner contra las cuerdas al Atleti de Simeone en el Metropolitano. El penalti errado por Carrasco no puede tapar que Oblak tuvo un par de paradas salvadoras en la segunda parte y que el 'cholismo' está viejo y no vale para competir en la Champions. El éxito de Simeone depende de la solidez y cuando quiere ir a por los partidos no tiene patrón. El plan está verde. Lo mismo le sucede a Xavi con su estilo 'Cruyffista'. Está anticuado o es inservible porque no tiene futbolistas para jugar a lo que quiere. Los bandazos tácticos y las lecturas de los partidos de Xavi son notorios. Ha dejado de jugar con dos extremos desde la derrota en el Clásico. El principal problema del Barcelona está en que defiende mal y a él se unió el galimatías del ataque contra el Bayern por falta de claridad y profundidad. El Barça de Xavi es un despropósito.

El talento competitivo

El nivel de exigencia en Europa es muy diferente al de la competición española. Se juega a un ritmo más alto y una velocidad mayor que en la Liga. Es donde se ve realmente la categoría, la personalidad de los futbolistas, los conocimientos de los entrenadores y las costuras del equipo. Todo en su conjunto forma el talento competitivo. Los pequeños detalles, esos de los que hablan Xavi y Simeone para que caigan de tu lado, no pueden depender de la inspiración o de que alguno de tus futbolistas tenga un buen día. El mejor ejemplo está en lo que le sucedió al Paris Saint-Germain de Messi, Neymar y Mbappé la pasada temporada. El Barça y el Atleti, con menor calidad individual, deberían ser más equipo.

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Es la lección que le han dado sus adversarios en la fase de grupos. Es la reflexión que puso Xabi Alonso sobre la mesa sin entrar a profundizar. El batacazo español está en no saber competir como equipos con una estructura equilibrada y consistente. Los rivales salen con el cuchillo entre los dientes, con la máxima intensidad y agresividad. Hay que tener los equipos muy trabajados en lo táctico, físico y mental para no darse los "castañazos" a los que se agarra Xavi como lección de aprendizaje para el futuro y coartada para ganar tiempo. El club lo utiliza como maniobra de distracción para amortiguar el golpe y que cale el mensaje de un proyecto en construcción. Hay que ser realistas. El Atleti de Simeone es un misterio. No ha sido capaz de ganar al decimoquinto de la Bundesliga y al tercero de la Liga belga. Lo del Sevilla, con una mala planificación deportiva y el despido de Lopetegui era la crónica de una muerte anunciada. El fútbol se ha igualado.

El resultado del naufragio del fútbol español es el siguiente. Desde que existe el formato de la Champions, en la temporada 2003-04, con fase de grupos y clasificación para los octavos de final es la primera vez que solo se clasifica un equipo español. En las anteriores 18 temporadas siempre ha habido, al menos, dos clubes españoles en las eliminatorias. El batacazo es importante tras conseguir la pasada temporada que el Real Madrid alcanzara el éxito de ser el campeón y el Villarreal llegara a las semifinales. A falta de una jornada para acabar la fase de grupos están clasificados para los octavos tres conjuntos ingleses (Manchester City, Chelsea y Liverpool) y tiene opciones el Tottenham. Hay dos italianos (Nápoles e Inter de Milán) y tiene opciones el Milan. Dos alemanes (Bayern de Múnich y Borussia Dortmund) y está con opciones el Eintracht de Frankurt. Dos portugueses (Benfica y Oporto) y puede pasar el Sporting de Portugal. Hay un francés (Paris Saint-Germain) y tiene posibilidades el Olympique de Marsella. Está el Brujas.

La mediocridad competitiva

La pregunta es si en esta mediocridad competitiva, de la que hay que excluir al Real Madrid, se debe a que el fútbol español está quedándose obsoleto. ¿Estamos más pendientes de hablar de estilos, sistemas y filosofías que en la competitividad que hay que tener para ser un equipo moderno? El fútbol moderno no es solo el de la presión alta que propone Xavi para recuperar el balón en campo del rival o el que defiende Simeone de cerrar los partidos atrás y buscar el contragolpe. El fútbol moderno y competitivo del único equipo español que sigue en la Champions es el que practica el Real Madrid cuando es capaz de adaptarse a diferentes situaciones del partido para ser contundente en las áreas, controlar el juego con la posesión y juntarse para robar y ser directos. Decir que el Real Madrid es capaz de ganar jugando mal, es engañarse.

El asunto de que no hubiera ningún futbolista español entre los 30 nominados al Balón de Oro también tiene su importancia. Marca el nivel individual que tiene el jugador español en Europa. De los tres eliminados, la estrella del Barcelona es Lewandowski, la del Atlético de Madrid es Griezmann y la del Sevilla, Isco. Cómo estará el Sevilla para que su mejor futbolista sea Isco. El malagueño llevaba tres años en descenso competitivo y en el actual Sevilla le sirve con su talento, a chispazos, para ser el más importante. Cómo estará Griezmann para no atreverse a coger el balón y tirar el penalti contra el Bayer Leverkusen. Hay que plantearse si Lewandowski ha venido a Barcelona en busca del Mediterráneo.

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Nos conformamos con que Gavi haya sido el premiado con el trofeo Kopa y el Golden Boy como el mejor futbolista menor de 21 años, un chico de solo 18 años que, por cierto, Xavi no utilizó en el once ni contra el Real Madrid, en el Clásico del Bernabéu ni contra el Bayern de Múnich en el Camp Nou. El reconocimiento de Gavi es, por lo tanto, lo que marca la referencia de quién es el mejor futbolista español en la actualidad. Dejamos de lado ya a Busquets, al que su entrenador señala por bajo rendimiento en el Clásico y una parte de aficionados pitan en el Camp Nou. No podemos presumir de Pedri, un jugador que hace un año estaba en la misma situación que Gavi, recibiendo premios, y ahora parece desnortado. "No nos llega para competir en la Champions. Ha sido un fracaso", reconoció el canario.

Esperamos que Ansu Fati pueda volver a ser el sucesor de Messi, al que le dieron el dorsal '10' y al que Xavi todavía no lo ve titular en este Barcelona sin alma. Así podríamos seguir con Eric García y sus fallos defensivos, el bajón de Ferran Torres y otros internacionales con los que en menos de un mes Luis Enrique tendrá que hacer milagros para competir en el Mundial de Qatar. En la crisis de los equipos españoles en la Champions influye el bajo nivel competitivo y la medianía del futbolista español. Lo que no podía hacer Xabi Alonso es poner de ejemplo o hablar de lo bien que compite el Real Madrid en Europa.