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El asombroso cambio de Isco: en un mes mejora en actitud y físico y se hace el líder del Sevilla
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El asombroso cambio de Isco: en un mes mejora en actitud y físico y se hace el líder del Sevilla

Isco pasa en pocas semanas de ser un futbolista que había perdido el crédito por su larga inactividad en el Real Madrid a jugar todos los minutos y marcar las diferencias

Foto: Isco hace malabares con el balón el día de su presentacion. (Efe/Raúl Caro)
Isco hace malabares con el balón el día de su presentacion. (Efe/Raúl Caro)

Hace un mes y seis días que Isco llegó al Sevilla. Con un estado de forma bajo, sin hacer pretemporada y una larga inactividad en el Real Madrid. Señalado por entrar en un declive y etiquetado como un exfutbolista. Era un Isco que generaba dudas a Monchi y por el que Lopetegui insistió para incorporarlo al equipo y aprovechar su experiencia y talento. Isco tiene 30 años, la edad de plenitud para un profesional en el deporte de alta competición. Pidió que le dieran una oportunidad. Lo que sucedió el 10 de agosto, en la presentación en el Sánchez Pizjuán, emocionó al malagueño. Más de 12.000 hinchas aclamaron a Isco y le hicieron sentir lo que necesitaba. Cariño, confianza y motivación.

A Isco le costó que en el club, los dirigentes, aceptaran la petición de Lopetegui. Si lo consiguió fue porque bajó considerablemente el estatus económico que tenía en el Madrid y dio prioridad a la felicidad de su familia. No quería jugar en el extranjero. Prometió compromiso, trabajo y cumplir con las expectativas. "Vengo a disfrutar y a demostrar el fútbol que ya había demostrado antes, el nivel que creo que tengo y que nunca he perdido. El Sevilla no se equivoca", manifestó un futbolista que necesita recuperar el tiempo perdido.

placeholder Isco persigue el balón en el partido contra el Valladolid
Isco persigue el balón en el partido contra el Valladolid

37 días después de la presentación, el jugador que más entusiasma a una afición molesta por el mal inicio de la temporada es Isco. También a Monchi, que ya reconoce que "algo tiene que tener si ha jugado tantos años en el Real Madrid". El director deportivo pasa de la duda al elogio.

Julen Lopetegui tiene una fe ilimitada en el malagueño. Es su ojito derecho desde que lo tuvo en la Selección y no le dio tiempo de disfrutarlo en su breve etapa en el Real Madrid. En pocas semanas le ha puesto en forma y le ha convertido en el líder del Sevilla. Es el asombroso cambio de un profesional que necesitaba recuperar la autoestima para rendir en su trabajo.

Aguanta los partidos

Isco ha conseguido algo que parecía imposible. No se recuerda cuánto tiempo llevaba sin disputar dos partidos consecutivos y en tres días se ha dado una paliza para rendir a un alto nivel contra el Espanyol y el Copenhague. Isco jugó los 100 minutos del exigente partido en Cornellá. Su juego y personalidad, en un día de presión, resultó clave en un partido que era una final para Lopetegui y en el que el equipo se quedó con un futbolista menos por la expulsión de Lamela. Monopolizó el balón en situaciones de dificultad, generó juego y bregó. Hacía mucho tiempo que Isco no jugaba un partido de principio a fin. La última ocasión que lo hizo fue un Getafe-Real Madrid, el 18 de abril de 2021, con Zidane como entrenador. Con Carlo Ancelotti no llegó a completar un partido.

Foto: Marco Asensio se dirige a la grada tras el gol al Leipzig. (Reuters/Susana Vera)

Contra el Copenhague destacó, de nuevo, como el mejor del Sevilla y disputó 84 minutos. Destacó en muchas facetas del juego y la sensación es que es un futbolista nuevo que recupera la magia y que tiene un fuerte compromiso para trabajar sin la pelota. Es lo que más le penalizó en los últimos años en el Real Madrid, donde fue señalado por su indolencia. La actitud en el Sevilla es la de un futbolista hambriento y, de nuevo, competitivo. Es el motor de un equipo que atraviesa un momento crítico de juego, con figuras como Rakitic que pierden peso. Isco marca las diferencias, pero le falta que le acompañen los compañeros, que su voluntad y calidad de pases tenga el premio del gol que se le resiste a los delanteros.

La fe de Lopetegui

Sus registros en el segundo partido de la Champions certifican la mejoría. Acaparó un gran número de acciones en Dinamarca. Es el futbolista del Sevilla que más veces tocó el balón (96), que más lo recuperó (10), el que más faltas provocó (5), el que más regates completó (6). Creó y bregó. Ganó 11 de 22 disputas en los balones divididos y disparó en 3 ocasiones (una a portería). Puso un balón claro de gol a En-Nesyri que desaprovechó el delantero. Es la incidencia que ya tiene un futbolista que empieza a marcar las diferencias, pero al que no le acompaña el equipo y que todavía necesita alcanzar su punto más alto de forma física. Sus primeros partidos están siendo destacados.

Foto: Simeone con gesto pensativo tras perder contra el Bayer Leverkusen. (Efe/Sascha Steinbach)

En el Sevilla ha encontrado lo que necesitaba. Confianza y sentirse respaldado por el entrenador. Isco, motivado y en buena forma física, es un futbolista diferencial. Lopetegui no tiene dudas y lo manifestó con esta rotundidad tras el partido contra el Copenhague: "Isco va a marcar una época en el club". Este tipo de mensajes refuerzan a un futbolista que pasó de ser un genio cuando llegó al Real Madrid hace nueve años, a irse por la puerta de atrás y siendo protagonista por un bajón que le pasó factura. Dejó de jugar y de ir a la Selección española.

Lo que tiene por delante es mucho trabajo para recuperar el crédito y poder decir que Isco ha vuelto y no estaba acabado. El problema que se puede encontrar es que los resultados del equipo no sean los esperados por el presidente, José Castro, y el director deportivo, Monchi, y haya un cambio de entrenador. Esto serían malas noticias para el malagueño. El que ha llegado para quedarse es Isco y el que sigue en la cuerda floja es el entrenador vasco. Este fin de semana tiene otra final, contra el Villarreal, y Lopetegui apela a la ilusión y el compromiso de todos, con los galones que ya tiene Isco.

Hace un mes y seis días que Isco llegó al Sevilla. Con un estado de forma bajo, sin hacer pretemporada y una larga inactividad en el Real Madrid. Señalado por entrar en un declive y etiquetado como un exfutbolista. Era un Isco que generaba dudas a Monchi y por el que Lopetegui insistió para incorporarlo al equipo y aprovechar su experiencia y talento. Isco tiene 30 años, la edad de plenitud para un profesional en el deporte de alta competición. Pidió que le dieran una oportunidad. Lo que sucedió el 10 de agosto, en la presentación en el Sánchez Pizjuán, emocionó al malagueño. Más de 12.000 hinchas aclamaron a Isco y le hicieron sentir lo que necesitaba. Cariño, confianza y motivación.

Isco Zinédine Zidane
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