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Lo mejor y lo peor | Un cruel final no esconde el mayor fracaso de Simeone en el Atlético
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Lo mejor y lo peor | Un cruel final no esconde el mayor fracaso de Simeone en el Atlético

Carrasco falló un penalti cuando el árbitro incluso había pitado el final. Revisó la última jugada y todo quedó a expensas del belga, al que se le puso la cara de Djukic

Foto: Carrasco falló el penalti que confirmó la eliminación del Atleti de la Champions. (Reuters/Susana Vera)
Carrasco falló el penalti que confirmó la eliminación del Atleti de la Champions. (Reuters/Susana Vera)

Los jugadores se marchaban al túnel de vestuarios. Los aficionados estaban indignados y se iban a casa. ¿Cómo podía ser que el Atlético de Madrid fuera eliminado en la fase de grupos de la Champions? Stop. Se oye el silbato del árbitro. El público se da la vuelta; los futbolistas se reúnen en torno a él para ver qué pasa. Hay revisión de jugada. No estaba todo perdido.

La crueldad del destino se apoderó del Atleti, que vio como le pitaron un penalti a favor cuando el partido había concluido. A Carrasco, sin embargo, se le puso cara de Djukic y su penalti no entró en la portería. Tampoco el remate de Saúl en el rechace, que se fue al larguero. Ni el posterior de Reinildo. Todo era drama en El Metropolitano.

placeholder Xabi Alonso discute con el árbitro al final del partido. (EFE/Rodrigo Jiménez)
Xabi Alonso discute con el árbitro al final del partido. (EFE/Rodrigo Jiménez)

Lo mejor | La insistencia en la segunda parte

El Atleti no estuvo especialmente fino en una primera mitad en la que fue ampliamente superado por el Bayer Leverkusen. En el descanso, sin embargo, los jugadores tomaron nota y la actitud fue totalmente distinta en el segundo tiempo. Para empezar, el gol del empate, obra de Rodrigo de Paul, llegó en el mejor momento, al inicio. Desde ese instante, lo que continuó fue un vendaval de ocasiones que, no obstante, no tuvieron la fortuna de acabar en la portería. Es dura la eliminación de la Champions, pero ya se contemplan mejorías en el equipo de Simeone.

placeholder La decepción para Simeone fue evidente. (Reuters/Susana Vera)
La decepción para Simeone fue evidente. (Reuters/Susana Vera)

Lo bueno | Está en su mano continuar en Europa

La derrota ante el Leverkusen hubiera dejado al Atleti en una coyuntura completamente estrepitosa, porque en ese caso no dependería de sí mismo en la última jornada. Ahora, Simeone y los suyos tienen en su mano continuar en competición europea. Después del gran partido que completaron, la Europa League no es el mejor consuelo posible. Sin embargo, ya saben que es mejor poco que nada. O eso dicen. Competir en un torneo menor, pero igualmente apetecible, debe ser una causa para estar motivados.

placeholder Rodrigo de Paul se lamenta del penalti fallado. (Reuters/Susana Vera)
Rodrigo de Paul se lamenta del penalti fallado. (Reuters/Susana Vera)

Lo normal | Vivir en el alambre en la Champions

Las últimas temporadas no han sido, precisamente, inmaculadas para el Atlético de Madrid en la fase de grupos de la Champions. El año pasado, el equipo llegó a cuartos, pero la clasificación a octavos llegó en una última jornada cargada de épica. Esta vez los colchoneros volvieron a estar en el alambre, aunque se cayeron. No siempre es bueno jugar constantemente a ser un funambulista.

placeholder Al igual que el Barcelona, el Atleti fue eliminado. (EFE/Rodrigo Jiménez)
Al igual que el Barcelona, el Atleti fue eliminado. (EFE/Rodrigo Jiménez)

Lo malo | La debacle del fútbol español

Son cuatro los equipos españoles que han disputado la fase de grupos, pero solo uno el que se ha clasificado para los octavos, el Real Madrid. Esta decepción nacional confirma lo que se ve desde hace unos años en la Liga: una pérdida de nivel considerable. Es cierto que los blancos ganaron la Champions, pero la realidad es que los ingleses, alemanes e italianos están a años luz. El ritmo mostrado vale en la Liga, pero no en Europa.

placeholder Griezmann mira a los aficionados de la grada. (EFE/Rodrigo Jiménez)
Griezmann mira a los aficionados de la grada. (EFE/Rodrigo Jiménez)

Lo peor | El trágico final

El empate dejó la miel en los labios, pero el penalti fue aún peor, porque se tocó más que nunca, con la yema de los dedos. Hubiera sido preferible para cualquier atlético ser eliminados antes de la pena máxima que después. Fue un mazazo considerable, de esos que no se olvidan. Aunque, si uno lo piensa en frío, es de los días que tarde o temprano uno acaba recordando como aprendizaje. O cuando llegan los buenos momentos.

Los jugadores se marchaban al túnel de vestuarios. Los aficionados estaban indignados y se iban a casa. ¿Cómo podía ser que el Atlético de Madrid fuera eliminado en la fase de grupos de la Champions? Stop. Se oye el silbato del árbitro. El público se da la vuelta; los futbolistas se reúnen en torno a él para ver qué pasa. Hay revisión de jugada. No estaba todo perdido.

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