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El Real Madrid saca el mazo en el Clásico y provoca otra decepción en el Barcelona (3-1)
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El Real Madrid saca el mazo en el Clásico y provoca otra decepción en el Barcelona (3-1)

El Clásico es para un Real Madrid más contundente en ataque, con los goles de Benzema, Fede Valverde y Rodrygo. En defensa, hizo un bloque compacto para anular a Lewandowski

Foto: Fede Valverde celebra el gol con Benzema. (EFE/Rodrigo Jiménez)
Fede Valverde celebra el gol con Benzema. (EFE/Rodrigo Jiménez)

El Clásico lo ganó el equipo más consistente. El Real Madrid sacó el mazo con los goles de Benzema, Fede Valverde y Rodrygo, de penalti. El Barcelona se metió tarde al partido. El 2-1 de Ferran Torres, el intento de remontada, duró poco. Enseguida reaccionó el Madrid en otra mala acción de Eric García. Cometió el penalti en el pisotón a Rodrygo. Lo tuvo que confirmar el árbitro yendo al monitor. El Real Madrid gana por consistencia y como equipo. Todos trabajaron en defensa con un alto compromiso. El equipo de Ancelotti jugó con mayor intensidad, orden y agresividad que el de Xavi. Hizo un partido serio con la pelota y sin ella. Cuando le tocó sufrir, no se desmoronó.

Semana negra para el Barcelona tras el empate en Champions contra el Inter de Milán en el Camp Nou. Al Barcelona le falla Lewandowski en los grandes partidos de esta temporada. Se quedó sin marcar en el Bernabéu. En el duelo con Militao, quedó reducido. Fue superior el central brasileño en un marcaje estrecho, férreo, de los de antes. El Real Madrid sigue sin perder esta temporada y el Barcelona entra en una mala dinámica. La diferencia en cómo hay que competir, física y mentalmente, todavía es grande entre el Madrid y el Barça.

placeholder Vinícius se escapa de Koundé.
Vinícius se escapa de Koundé.

El Real Madrid explotó la debilidad defensiva del Barcelona con apenas dos disparos en la primera parte. El primer gol de Benzema y el segundo de Fede Valverde mostraron las carencias del equipo de Xavi. Al Madrid no le hizo falta jugar bien ni tener el control del partido. Planteó el partido desde el orden y la agresividad de todos los jugadores para ser sólidos y aprovechar los espacios que dejaría el Barça. Es la gran diferencia del primer tiempo. El Real Madrid es un equipo que tiene muy claro lo que quiere y sabe cómo lo puede conseguir. El Barcelona está instalado en las dudas. La posesión es estéril. Se fue al descanso con la sensación de estar perdido en el campo.

Darle espacios al Real Madrid es invitarle a la fiesta. El gol de Benzema desnuda la fragilidad del Barça. Kroos cogió el balón en el centro del campo, Busquets le agarró y el alemán envió el balón en profundidad. Por ahí voló Vinícius, con un latifundio por explotar. Le persiguieron Sergi Roberto, titular en el lateral derecho, y Koundé, regresó al once como central. El brasileño era imparable. Los defensas no llegaron a echarle el guante. Vinícius se plantó ante Ter Stegen y el mano a mano lo ganó el portero. El balón rechazado cayó al centro del área. Ahí estaba Benzema. Solo. Cuatro defensas del Barça habían corrido a intentar parar a Vinícius. Benzema no falló. Abrió el marcador en el minuto 11. La jugada puso en evidencia los problemas defensivos del equipo azulgrana y el partidazo que se marcó Kroos. El centrocampista alemán rompió el Clásico. Jugó, de principio a fin, con jerarquía, criterio y precisión.

Lewandowski, anulado

El Barcelona reaccionó. Tuvo una fase de llegar con peligro, pero no la aprovechó. La mayor amenaza eran las subidas y los centros de Sergi Roberto. El Real Madrid cumplía el plan con pulcritud. Un equipo cerrado, metido en su campo, fuerte en los duelos y las vigilancias para hacer un partido incómodo. Al Barça le faltaba desequilibrio por las bandas. Pero dominaba. O el Madrid se dejaba dominar, a la espera de cazar otra acción de contraataque. En un centro de Rapinha pudo llegar el empate. El balón se paseó por el área pequeña. Lunin no llegó, Frenkie de Jong no acertó en el remate y en el segundo palo estaba Lewandowski. El polaco remató arriba. Fue la ocasión más clara en este primer periodo para los culés. A continuación, llegó un remate de cabeza de Dembélé. No tenía puntería el equipo de Xavi.

El segundo gol, el de Fede Valverde, volvió a mostrar las carencias defensivas del Barça. El Madrid estaba replegado, el balón cayó al costado de Carvajal. El lateral despejó un balón largo y tocó en Eric García. Lo suficiente para que lo recibiera Vinícius. Cogió desordenada a la defensa azulgrana. El brasileño lo aguantó en la frontal del área, esperó, se apoyó con un taconazo en Tchouaméni, la jugada siguió para Mendy y acabó en los pies de Fede Valverde. El uruguayo, solo, fusiló con un derechazo. Pegó duro, con violencia a la pelota, ajustada al poste. Imposible para que llegara Ter Stegen.

A los cinco minutos de la segunda parte le anularon un gol a Benzema. El francés estaba, según el VAR, ligeramente adelantado. Había vuelto a definir con eficacia en un disparo ajustado. El Real Madrid buscaba el tercero. La sentencia para que el Barça no se metiera en un partido más abierto, de ida y vuelta. Xavi tenía que asumir más riesgos. No estaba siendo un Barça preciso con la pelota. No encontraba la manera de hacer daño a un Real Madrid rocoso. Bien cerrado, con ayudas, mucho trabajo colectivo e intenso, se le hacía bola al Barcelona. El plan defensivo de Ancelotti anulaba a Lewandowski, asfixió a Dembélé y Rapinha. Militao mordía en el marcaje al polaco. Lewandowski no estaba fino. Tuvo una falta directa en la frontal del área que envió a la barrera.

En el Bernabéu se escucharon 'olés'. La afición disfrutaba y quería más. El Madrid estaba seguro atrás, no concedía ocasiones y buscaba los espacios con las combinaciones. Xavi reaccionó. Se marcharon Rapinha, Busquets y Alejandro Balde. Entraron Gavi, Ferran Torres y Jordi Alba. Es difícil de entender la suplencia del joven Gavi. Un jugador que le da carácter y gana duelos. Su primera acción fue un encontronazo con Vinícius. Mandó al suelo al brasileño en el choque. En otra acción de agresividad, atropelló a Tchouaméni y vio la tarjeta amarilla. El Barça necesitaba meterse en el partido con carácter.

Fiesta en el Bernabéu

El Bernabéu seguía de fiesta. Celebraba la seguridad defensiva y la personalidad, la jerarquía, de los más veteranos para tener el control. Pasó a corear el nombre de Modric. El croata dejó detalles técnicos con controles, taconazos, recortes y pases. El público ovacionó al croata en el cambio por Camavinga. La siguiente bala que gastó Xavi fue meter a Ansu Fati por Dembélé. Buscaba el gol desesperadamente. Algo con lo que derrumbar la consistencia del Real Madrid. Lo pudo conseguir en una acción para la polémica. Un penalti que protestó Xavi y el banquillo en una internada de Lewandowski. El polaco consiguió irse de Militao. En la ayuda con Carvajal, el delantero polaco cayó al suelo.

Pedri no acabó el partido. Le quitó Xavi para meter a Kessie en los últimos diez minutos. En el cambio llegó el gol de Ferran Torres. Una acción de habilidad y talento de Ansu Fati. Una jugada por la zona de Mendy. El centro lo tocó, de tacón Lewandowski, y marcó Ferran Torres. Le puso emoción al final del encuentro. Era otro Barcelona. Más incisivo.

En el Madrid entró Rodrygo por Vinícius. Ansu Fati pudo hacer el empate en un remate acrobático. Ancelotti quitó a Benzema y Carvajal por Marco Asensio y Rüdiger. Protegió al equipo. Defendió el resultado y sacó provecho en una transición de Fede Valverde y Rodrygo. El árbitro revisó la caída de Rodrygo, en un pisotón de Eric García. Hizo falta el VAR. Rodrygo no falló. Hizo el tercero. Hundió a un Barcelona que le faltó tiempo para reaccionar y que mejoró con la entrada de Gavi y Ansu Fati. Del Clásico sale reforzado el Real Madrid y mete en un bache al Barcelona que, según Xavi, está en construcción.

El Clásico lo ganó el equipo más consistente. El Real Madrid sacó el mazo con los goles de Benzema, Fede Valverde y Rodrygo, de penalti. El Barcelona se metió tarde al partido. El 2-1 de Ferran Torres, el intento de remontada, duró poco. Enseguida reaccionó el Madrid en otra mala acción de Eric García. Cometió el penalti en el pisotón a Rodrygo. Lo tuvo que confirmar el árbitro yendo al monitor. El Real Madrid gana por consistencia y como equipo. Todos trabajaron en defensa con un alto compromiso. El equipo de Ancelotti jugó con mayor intensidad, orden y agresividad que el de Xavi. Hizo un partido serio con la pelota y sin ella. Cuando le tocó sufrir, no se desmoronó.

Karim Benzema Xavi Hernández
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