Los guantazos de Courtois a la UEFA, FIFA, los que critican a Hazard y la placa del Atleti

A Courtois le pones delante de un micrófono y se vacía. Es valiente, directo, sincero y polémico. Escupe los enfados, las injusticias, las frustraciones, los sueños, las emociones, ilusiones... Es también reaccionario y autocrítico. El belga tiene perfil alto. Le da lo mismo que le pregunten por un asunto conflictivo que hacer un análisis en caliente después de un partido. Sea cual sea el resultado, suele ser habitual que el portero del Real Madrid y de la Selección de Bélgica hable a pie de campo. Las primeras impresiones de lo que los aficionados han visto en el campo las da, sin medias tintas, el portero. Es la fuerte personalidad de un profesional al que le acompaña la polémica.

El día antes de la final de la Champions en el estadio Saint-Denis no estaba programado que compareciera ante los medios de comunicación. Era el turno de Marcelo y Benzema, como capitanes, junto a Ancelotti. Benzema alegó que, por supersticiones, no le venía bien atender a la prensa. Le sustituyó Courtois. Con la espontaneidad que le caracteriza y los riesgos que asume cuando habla, el belga pronunció la frase que tanto ha molestado a los atléticos. "Ahora estoy en el lado bueno de la historia", es una declaración que produce indignación entre los aficionados rojiblancos, que no entienden cómo puede menospreciarles cuando fue el portero de la final de Lisboa al que Sergio Ramos le marcó el gol de cabeza en el minuto 93.

Courtois dijo algo más en esa frase. "Si te enfrentas al Real Madrid, sabes que ganan finales", era su explicación. En ningún momento pronunció el nombre del Atlético de Madrid. El que se sintió ofendido fue el alcalde de Madrid. José Luis Martínez-Almeida aprovechó el acto en el Ayuntamiento para recriminárselo y el efecto que provocó fue inflamar el asunto. Enrique Cerezo colaboró. El presidente del Atleti engordó la polémica con las declaraciones a un periodista, en tono irónico e irresponsable, sin importarle que pudieran arrancar la placa que tiene el belga en el Paseo de Leyendas en el Metropolitano.

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El último guantazo, silencioso, pero replicando la agresión que sufrió su placa, lo dio Courtois. El belga publicó una fotografía en sus redes con el trofeo de la Champions, la medalla de campeón y el premio al mejor jugador de la final. Pasó al contraataque, molesto por el comentario del alcalde, el acto de vandalismo y el enfrentamiento en las redes sociales entre los que le atacaban, más activos, y sus defensores.

Un carácter combativo

Thibaut Courtois tiene orgullo y bastante ego. Esto también explica por qué es un profesional con una ambición ilimitada y supercompetitivo. Dice lo que siente, lo hace con pasión y sin filtros. Esto es bueno para un equipo que necesita jugadores con carácter y jerarquía. Pero genera follones. Courtois está dónde siempre ha querido estar y dice lo que siente con el peligro de poder ofender y meterse en líos.

La polémica con el Atlético de Madrid es solo una más a una larga trayectoria de episodios de una persona que tiene un carácter combativo. Courtois se ha enfrentado a la UEFA y la FIFA, los máximos organismos del fútbol, y ha dado la cara por su compañero y compatriota Eden Hazard en los momentos críticos. Cuando la decepción era mayor entre los aficionados del Real Madrid y crecían las críticas por las lesiones y el bajo rendimiento, Courtois salía en su defensa. "No podemos matar a Hazard. No se puede olvidar la calidad que tiene. Hoy en día se olvida rápido, pero es de los mejores del mundo y esa calidad, ese talento, no se va fácil", es la manera de darle apoyo y respaldo.

De las polémicas en las que Courtois ha tomado partido y demuestra ser valiente destacan los reproches que le hace a la UEFA por la cantidad de partidos y competiciones. La rajada que pegó tras perder el partido del tercer y cuarto puesto de la Liga de Naciones contra Italia fue sonada. "No se preocupan por los jugadores. Solo se preocupan por sus bolsillos y por el dinero" es el ataque más contundente que ha hecho un futbolista a un organismo del fútbol. Courtois no entiende por qué la UEFA no habla con los jugadores para saber su opinión sobre la exigencia del calendario y el desgaste acumulado.

No se ha mordido la lengua con la idea de Gianni Infantino para organizar un Mundial cada dos años. Ha sido una voz crítica con el Mundial de Qatar. Ha cargado contra la FIFA y está convencido de que le ha pasado factura: "¡No somos robots! Son más partidos y menos descanso para nosotros. Ahora escuchas sobre una Eurocopa y un Mundial todos los años. ¿Cuándo descansaremos? Nunca". Tras estas declaraciones, el belga no fue nominado a los premios 'The Best' que entrega la FIFA. Su respuesta, una más, fue directa: "Yo sé lo que valgo. Tengo el reconocimiento del club y de los jugadores y eso es lo más importante".

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En su primera temporada en el Real Madrid fue protagonista por un roce con Simeone a raíz de ser elegido el mejor portero del mundo. El 'Cholo' insinuó que era por haber fichado por el equipo blanco y no le gustó al belga, que respondió con firmeza al técnico argentino: "Simeone critica al Madrid para hacerse popular ante su afición. Lo hace siempre. Mete palos al Madrid por ser el mejor club del mundo. Hay que respetar las opiniones de todos. Pero yo he estado allí tres años y cuando peleas siempre contra el Madrid, que es el mejor del mundo, vas a decir cosas para generar populismo entre su afición". Courtois se metió a la afición madridista en el bolsillo y pasó a ser odiado por los rojiblancos.

Madridista de niño

¿Tiene Courtois un problema de incontinencia verbal? ¿Le gusta estar permanentemente en el foco? ¿Es un desagradecido con el Atlético de Madrid y le ha faltado al respeto? Es la polémica que rodea a un profesional que ha pasado de perder una final de Champions con el Atleti a ganar y ser el mejor en la Decimocuarta con el Real Madrid. ¿Podría haber hecho algún guiño al Atleti? Courtois ha reconocido en varias entrevistas que está agradecido al club rojiblanco por darle la oportunidad y apostar por él cuando no quería ser suplente en el Chelsea. Jugó tres temporadas, cedido, en el Atleti y fue determinante en los títulos de Liga y Copa del Rey. Logró ser el portero menos goleado en esos tres años. En su etapa como rojiblanco también se vio envuelto en una escena en la que, durante los festejos de un título, participó en un cántico contra el Real Madrid. Se dejó llevar por la euforia. Y cuando regresó al Metropolitano, como portero del Chelsea, posó con orgullo en la placa del estadio.

No hay que olvidar que Thibaut Courtois jugó cedido en el Atlético de Madrid, estaba a préstamo, y su corazón es madridista. Es la misma persona que de niño tenía en su habitación una bandera del Real Madrid y una camiseta de Iker Casillas, su referente. Su sueño era jugar en el Real Madrid y lo ha conseguido pasando por el Chelsea y el Atleti. Del club inglés se fue con reproches por forzar su traspaso al Real Madrid tras un excelente Mundial en Rusia y ser nombrado el mejor portero del torneo. Los hijos de Courtois viven en Madrid y alegó motivos familiares para dejar Londres. Cuatro años después es campeón de Europa y es considerado como uno de los 'top', "el mejor del mundo", según comentó Iker Casillas tras la final con el Liverpool. El Atlético de Madrid ha restablecido la placa de Courtois.