La paradoja de Odegaard: estrella admirada sin hueco en el Real Madrid

Encajar a Martin Odegaard en la nueva plantilla del Real Madrid no debería ser un problema. Al noruego le siguen en el club banco con atención su proyección en la segunda cesión y está siendo uno de los futbolistas más destacados en la Erediviesie con el Vitesse. Esta temporada transmite mejores sensaciones. Al desparpajo y la velocidad con la que juega añade más madurez. Con 20 años explota las habilidades que le convirtieron en un talento precoz por el que compitieron varios de los grandes clubes europeos. Acabó fichando por el Real Madrid. Quizás el peor destino para un joven que llegó en enero de 2015, debutó con el primer equipo con solo 16 años y generó una tremenda expectación. Pero recaló en un club donde la paciencia tiene su peor enemigo en las exigencias del rendimiento inmediato. Antes de que se quemara el noruego –tampoco se adaptó a la Segunda división B– había que buscarle otro habitat. Lo ha encontrado en Holanda.

La paradoja de Odegaard es uno de los asuntos que cobran relevancia en el Real Madrid. El noruego se sale en Holanda, con un fútbol vertical, explosivo, detalles técnicos maravillosos –regates, ruletas, caños...–, asistencias y cada vez hace más goles. Pero no tiene el puesto garantizado en el próximo proyecto mientras que Vinicius es una apuesta firme. Compite en descaro y talento con el noruego y le supera en generar ilusión. El brasileño también se lo ha ganado porque supo aprovechar las oportunidades que le dio Solari cuando a Lopetegui se le cayó el equipo con la goleada en el Camp Nou –el 28 de octubre–. Vinicius se convirtió en indiscutible, fijo en las alineaciones, demostró tener una personalidad y una madurez que en el club todavía no ven en Odegaard. ¿Qué habría pasado si el noruego hubiera tenido tantas oportunidades y una confianza ilimitada como el brasileño?

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Los planes del Real Madrid con Martin Odegaard es que regrese y haga la pretemporada con Zidane para comprobar cuál ha sido su mejoría y qué puede ofrecer. Lo bueno para el club es que el noruego se ha revalorizado, llegan ofertas como la del Ajax por las que se puede plantear una tercera cesión o una venta para seguir haciendo caja. Aunque Odegaard –como el flechazo de Vinicius– es una apuesta personal de Florentino Pérez, por lo que no es descartable que el presidente se niegue a una venta y quiera seguir poniendo sus esperanzas en una de las joyas del norte de Europa. Odegaard, en cualquier caso, lo tendrá más complicado que Vinicius para encontrar su hueco en el primer equipo.

El noruego se revaloriza

En Holanda hablan maravillas de las fantásticas actuaciones que ha tenido el noruego en diferentes partidos y se preguntan qué decisión tomará Zidane. El Ajax de Ámsterdam está pendiente de conocer si regresara a España –tiene contrato hasta 2021– o habrá alguna oportunidad para negociar con el Madrid una nueva cesión o un fichaje. Odegaard tiene cartel de estrella en Holanda y en el Real Madrid no se aclaran o lo ven si ya está hecho para ser uno de los pilares en la reconstrucción de la nueva plantilla.

Julen Lopetegui puso las cosas claras en la pretemporada con dos futbolistas en los que en el club tienen puestas muchas esperanzas. Cuando le preguntaron por Odegaard y Vinicius su respuesta era que estaban en proceso de formación y, en el caso del brasileño, de adaptación. Era partidario de que jugaran con regularidad y no les podía garantizar minutos. Odegaard decidió que lo mejor era marcharse a un campeonato como el holandés que ya conocía. Había jugado, en su primera cesión, en el Heerenveen. Lopetegui, como antes Zidane cuando lo tuvo en su etapa de entrenador en el Castilla, no veía preparado a Odegaard para jugar en la élite. Tiene que volver a convencerse.