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olvida la durísima eurocopa de francia

La liberación de David de Gea

Nadie lo pasó peor en la Eurocopa de Francia que el portero del Manchester United. Casillas, Torbe y los ojos de todo un país presionaron al que ahora sí es el número '1' indiscutible de España

Foto: De Gea se lanza a por un balón imposible ante Italia en la Eurocopa. (Reuters)
De Gea se lanza a por un balón imposible ante Italia en la Eurocopa. (Reuters)

David de Gea saltaba al césped del campo de entrenamiento de Saint-Martin-de-Ré con decenas de ojos en forma de flechas clavadas en la nuca. Al lado tenía a compañeros disfrutando de una mañana de preparación para los partidos de la Eurocopa. Él no disfrutaba, sufría. Lo llevaba todo por dentro, no externalizaba los nervios que le carcomían día y noche. ¿Iba a jugar? ¿Tenía lo que había que tener para echar de la portería al futbolista con más partidos en la historia de la selección? ¿La había liado con un grupo de menores y el supuesto proxeneta Torbe? ¿Era algo más que un niñato con ciertas cualidades físicas que le hacían buen portero? ¿Debía abandonar la concentración por ser investigado por un juzgado?

No hubo un ser humano en España y allende sus fronteras que se guardase su opinión sobre él, en todos los sentidos, tanto deportivos como morales y hasta jurídicos. Él tenía que estar ahí, entrenando, paseando ante la prensa y saliendo a dar la cara, a decir que no sabía de qué narices estábamos hablando todos, que era algo que habíamos pergeñado los medios de comunicación... y luego tenía que jugar y hacerlo bien con un yugo sobre los hombros. A De Gea le juzgaron durante los 25 días que estuvo España en Francia como si fuera un criminal o un entrometido. De Pedro Sánchez o Pablo Iglesias diciendo que estaban "incómodos" con el madrileño representando a España... Otros se olvidaban de todo y decidían que era ya hora de echar al de siempre de entre los palos. No había término medio. Pero él tenía que jugar y hacerlo bien, de lo cual se enteró a la vez que Casillas, es decir, poco antes de empezar el calentamiento contra Chequia en el estreno.

Foto: Pasillo de collejas para De Gea por su 27 cumpleaños. (EFE)

Incluso esos mismos días de salvaje juicio público se publicó (incluido en este periódico) que no había ni el más mínimo indicio que inculpase ni a De Gea, ni a Muniain ni a Isco con el supuesto abuso de menores del que se les acusaba. A Torbe, en cambio, lo encarcelaron. Ese sí estaba manchado hasta las trancas. Salió bajo fianza hace un año y se encuentra a la espera de juicio. Contra De Gea no quedó nada y por suerte el caso se olvidó. ¿Que conoce a Torbe? . De ahí a que hiciera lo que se dijo que hizo hay un buen tramo que no llegó a recorrer.

Y ahí estuvo, en la meta de España, cambiando de portero después de 14 años viendo la misma cara. No hubo un detalle en la concentración que ayudase, ni siquiera las justificaciones de Del Bosque, muy livianas. Mucho menos un Casillas de malas con la situación, ser capitán y suplente. Luego llegó Pedro y dijo eso de 'ir pa na es tontería'. Jordi Alba echando mierda... Lo raro es que no pasara nada con Piqué. La selección empezó jugando a un fútbol excelente y conforme el ambiente se fue enturbiando como agua de alcantarilla, el juego decayó, los resultados se transformaron en derrotas y nos volvimos todos a casa cuando quedaban todavía tres partidos hasta la copa que defendían.

Ni en Old Trafford sintió tal presión

Pero ahí estaba David. Del Bosque le señaló y él cumplió con lo que pudo. "Como portero sabes que es importante manejar bien la presión. Es un puesto difícil de entender desde fuera. Y si estás en un equipo grande como el United o la selección, todavía más. Estoy acostumbrado a ello, he vivido situaciones de mucha presión pero siempre intento disfrutar de esta profesión por encima de todo", dice De Gea a El Confidencial. Pero ni siquiera en Old Trafford ha sentido el agobio y la presión que sufrió en Francia durante esas semanas de su primera gran competición como titular del combinado nacional.

placeholder De Gea entrenando esta semana en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. (EFE)
De Gea entrenando esta semana en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. (EFE)

Luego vino Julen. Algunos decían que poner a Julen por Vicente era la opción más conservadora, que podía haberse arriesgado algo más con un entrenador que se saliese de la línea marcada por la Federación. Y la pregunta era, ¿y para qué? España dejó claro en esos dos primeros encuentros ante Chequia y Turquía en la Euro que seguía sabiendo jugar al fútbol, pero hasta las mejores ideas acaban oxidadas de tanto uso. 'Ascender' a Lopetegui era el camino lógico y natural y lo han agradecido la gran mayoría de los miembros de la plantilla. Más que nadie, el propio David de Gea. Porque nadie puede agradecer más esa charla que tuvo el seleccionador con Casillas en Oporto (en la que le dijo que iba a dejar de ser llamado a filas) que David. "De Gea es mi portero titular", dijo Lopetegui en su primera rueda de prensa. Ha pasado año y pico, y se mantiene en su plan inicial. Van Reina y Kepa, pero el que manda es David.

Líder de la generación sub-21 campeona

El tiempo le ha dado la razón al técnico guipuzcoano. Confió en él como lo hizo cuando De Gea era su portero en la sub-21 y ganó la Eurocopa de Israel (antes también la había ganado con Milla en Dinamarca). Es él, David, el que se encuentra al frente de esta generación ganadora que se ha consolidado en el primer equipo español, los Thiago, Koke, Carvajal (ambos ahora de baja), Morata, Azpilicueta (no convocado en esta lista), Nacho, Bartra, Isco... a ellos se unen ahora unos novatos como Alberto Moreno, Rodrigo, Illarramendi... un bloque que se conoce muy bien, que se entiende con el seleccionador, muy respetado por todos ellos. Son el futuro, ellos lo saben y lo disfrutan y lo aprovechan.

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Entre la savia nueva, la reformulación del estilo de juego y los fantásticos resultados, España ha recuperado la ilusión. En cierta manera se debe también a la ausencia de polémicas en la portería. De Gea lo ha jugado todo en la fase de clasificación (salvo el último encuentro, ya irrelevante) y solo ha encajado tres goles. Para él, personalmente, fue muy significativo el partido contra Italia en el Bernabéu. Era su prueba de fuego. En el estadio del equipo en el que quiso jugar, el Real Madrid, contra el rival más duro, el encuentro que decidía el liderato... y todo salió perfecto. Como le sucede en el Manchester United, el mérito no es tanto suyo, que también (aquel día realizó dos sensacionales paradas a Belotti e Insigne), sino del buen trabajo coral. Desde que llegó Mourinho, el sistema defensivo ha sido férreo, como suele pasar con el técnico portugués, y ahora encaja menos.

Aquel día, contra la 'Nazionale', no necesitó recurrir a sus ya celebérrimas paradas con los pies, las que le llevan apareciendo en su repertorio desde categorías inferiores. "Parar con los pies me parece más de instinto que trabajo. Es algo que sale de dentro, no lo entrenamos especialmente. Es verdad que me gusta, pero solo lo uso cuando lo veo útil", dice a este diario. Sea con las manos o con los pies, De Gea seguirá parando con España hasta que él quiera: su próxima parada, el Mundial.

David de Gea saltaba al césped del campo de entrenamiento de Saint-Martin-de-Ré con decenas de ojos en forma de flechas clavadas en la nuca. Al lado tenía a compañeros disfrutando de una mañana de preparación para los partidos de la Eurocopa. Él no disfrutaba, sufría. Lo llevaba todo por dentro, no externalizaba los nervios que le carcomían día y noche. ¿Iba a jugar? ¿Tenía lo que había que tener para echar de la portería al futbolista con más partidos en la historia de la selección? ¿La había liado con un grupo de menores y el supuesto proxeneta Torbe? ¿Era algo más que un niñato con ciertas cualidades físicas que le hacían buen portero? ¿Debía abandonar la concentración por ser investigado por un juzgado?

David De Gea
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