Guerra abierta por Álex Palou o cuando un piloto decide no ser mercancía de usar y tirar

Pocos esperaban que Álex Palou volviera a ser noticia por controversias contractuales después de lo vivido en 2023. Entonces, Chip Ganassi Racing anunciaba unilateralmente la renovación del español para su escudería de Indycar. El terremoto llegó apenas unos minutos después, cuando Álex desmentía a su equipo negando la renovación, y que además iba a fichar con McLaren, sin especificar si era para correr en Indycar o en Fórmula 1. Aquella situación desató una agria disputa legal entre Ganassi y McLaren, resuelta extrajudicialmente con una decisión salomónica de cumplir un año más con el primero en Indycar y poder empezar su programa de preparación a la Fórmula 1 con el segundo. Y, un año después, Palou no quiere un futuro con McLaren y es Ganassi quien defiende al catalán en la disputa.

Todo surge cuando Zak Brown escribe una carta a sus empleados de McLaren expresando su malestar en estos términos: "Estoy extremadamente decepcionado de que Álex Palou no tenga la intención de cumplir con sus obligaciones contractuales de competir con nosotros en IndyCar en 2024 y más allá". Por si quedaran dudas de que la cosa no iba en broma, Chip Ganassi saltaba a la palestra: "Álex Palou ha sido parte de nuestro equipo y bajo contrato con nosotros desde 2021. Es la interferencia de ese contrato de McLaren lo que comenzó este proceso e, irónicamente, ahora están jugando a ser la víctima. En pocas palabras, la posición de McLaren IndyCar con respecto a nuestro piloto es inexacta y errónea; porque sigue bajo contrato con Chip Ganassi Racing". Está claro que Zak Brown y Chip Ganassi no se envían felicitaciones por Navidad, pero ¿qué pasa con Palou? ¿Es alguien de poco fiar o, por el contrario, es una víctima de las ambiciones y codicias que le rodean?

Nadie es inocente

Partamos de que en este tipo de situaciones no hay nadie inocente. Chip Ganassi se vio en la situación de 2022 porque su prepotencia y tacañería le hicieron pensar que Palou debía besar de por vida por donde él pasara. Por su parte, Zak Brown no parece el más indicado para reprochar a Palou el dinero invertido en su formación en Fórmula 1 para dejarlos tirados como una colilla, cuando es lo mismo que hizo con Oscar Piastri, arrebatándoselo a Alpine. Es decir, santos ninguno, ni siquiera el propio Álex, que no duda en cambiar de barco cuando cree que puede ser beneficioso para su futuro.

Sin embargo, en este tipo de situaciones, el eslabón débil suele ser el piloto y rara vez tiene la sartén por el mango para decidir lo mejor para sus intereses. Es posible que el giro de 180 grados del catalán en su relación con Zak Brown tenga que ver con su indefinición sobre su futuro en Fórmula 1. Donde en el pasado hubo promesas de un futuro en la máxima categoría, ahora quedan vagas intenciones. O incluso peor, ser utilizado como salvador de un equipo que no termina de arrancar en Indycar y hacer de comodín en la recámara por si hace caja con la venta de Oscar Piastri o Lando Norris. En un escenario así, resulta bastante razonable que Palou no quiera ser moneda de cambio o segundo plato de nadie.

Zak Brown no cuenta toda la historia. Si reprocha a Palou a no cumplir con sus obligaciones contractuales, alguien tan veterano sabe que, de ser así el tema, estaría redactando una demanda judicial con sus abogados y no comunicados internos. Es obvio que en el acuerdo entre McLaren y el piloto catalán habrá cláusulas que permiten decir 'donde dije digo, digo Diego', porque, de lo contrario, un incumplimiento contractual puro y duro se paga carísimo. Para terminar de añadir picante a la historia, Álex Palou ha roto su vinculación con su empresa de representación, Mónaco Increase Management, y será Roger Yasukawa, el expiloto japonés que gestionó su llegada a Indycar hace tres años, quien ejerza labores como nuevo mánager.

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La empresa que gestionaba la carrera deportiva de Palou está dirigida por el italiano Salvatore Gandolfo, durante varios años socio de Adrián Campos. Es posible que, desde el triste fallecimiento del piloto valenciano, Álex sintiera que su compromiso estaba con Campos y no con Gandolfo. Pero quizás (o además) el piloto gerundense crea que gran parte de sus embrollos se deban a errores cometidos por su empresa de representación, y haya decidido partir peras con ellos y quedarse con Roger Yasukawa, quien, aunque trabajara como consultor asociado a Mónaco Increase Management, se debía a Álex y no a Gandolfo.

El factor Honda

Y no es asunto menor la figura de Yasukawa en este asunto, porque se adivina sin disimulo el nombre de Honda detrás de él. Porque muy por encima de los equipos está la importancia para un piloto profesional de asociarse con uno de los principales colosos de la industria del automóvil y de las carreras en particular. Palou ahora mismo es un activo muy importante para Honda, no olvidemos que va lanzado a por su segundo título de Indycar propulsado por motores de la marca. Entre el verano de 2022 y 2023 se ha sabido que Honda estará en el futuro en Fórmula 1 con Aston Martin y no con McLaren, como durante un tiempo se había especulado. Y esta puede ser otra de las claves principales que expliquen las razones del terremoto.

Sin un futuro claro en Fórmula 1 en McLaren y con todo un gigante como Honda diciéndote al oído que te quiere e incluso con un futuro en Aston Martin a partir de 2026, no se puede reprochar a Palou que se eche atrás en la palabra dada. En un mundo en el que la gente no jugara con cartas marcadas sería reprochable, pero tanto Ganassi en su momento como Brown con posterioridad no actuaron como almas caritativas con el piloto catalán. Ambos han tratado de utilizar en su beneficio a un nombre cuya cotización no ha hecho más que crecer.

Solo Palou conoce qué hay detrás de todo el lío alrededor de su figura, pero, más allá de que encuentre lo mejor para su futuro profesional, tendrá que trabajar muy seriamente su comunicación. Como era de esperar, cierto sector de la prensa británica tan proclive a los dobles raseros ya ha empezado a criticar su falta de lealtad. Como casi siempre en la vida, hay dos versiones, e injustamente algunos solo están contando la parte que les interesa. El tiempo y, sobre todo, los triunfos curan muchas heridas, y donde antes había odio con Ganassi ahora hay amor; donde hace un año hubo tacañería, ahora se abre el monedero de par en par, y donde antes McLaren parecía un caballo ganador, ahora su proyecto palidece ante a un prometedor futuro vinculado a Honda. Álex es comprensible que haya decidido no ser mercancía de usar y tirar.