¿Se puede convertir McLaren a mitad de campeonato en el Aston Martin de 2023?

"Va a ser muy difícil para nosotros. No sé exactamente cuánto durará, pero toda la temporada será un desafío". Zak Brown derrochó realismo y sinceridad cuando anticipó que McLaren iba a sufrir en 2023. Y así ha sido hasta hace semana y media: Lando Norris subió al podio en Silverstone, y a punto también se quedó Oscar Piastri. Lewis Hamilton confesó, sorprendido, que el MCL60 era un "cohete" el pasado domingo.

Al llegar a Canadá, el equipo británico contaba con 17 puntos. Era sexto en la clasificación, un puesto por detrás del logrado en 2022, después de perder una posición por año desde 2020, cuando terminó tercero. Tras las novedades introducidas en Spielberg y Silverstone, McLaren cuenta ahora con 59 puntos.

"Queremos ser el cuarto equipo durante este año. Va a ser duro, pero tenemos grandes ambiciones, y el próximo año queremos podios, y luego ganar carreras", volvió a anunciar Brown antes del Gran Premio de Austria. En una Fórmula 1 tan voluble como la de 2023, McLaren y su MCL60 dieron un salto cualitativo a mitad de temporada del calibre de Aston Martin al empezar el campeonato. Que sea un resultado puntual en un circuito favorable o no tendrá su chequeo en las dos próximas carreras. Como McLaren haya llegado para quedarse, no será buena noticia para algunos.

Desastre anunciado y revolcón al organigrama

"Probablemente, nos dimos cuenta tarde de que había algunas direcciones de desarrollo que tenían más potencial durante un período más largo". Andrea Stella, nuevo responsable de McLaren tras la marcha de Andreas Seidl, amplificó el aviso de Brown. En otras palabras, fallaron los cálculos con el MCL60. El americano no paraba de traer acuerdos comerciales a su carrocería, pero McLaren se desplazó al vagón de cola.

"Basado en lo que he visto en estos dos días, nuestro rendimiento está más o menos donde esperaba. Sin sorpresas, los datos se correlacionan con lo que esperábamos desde un punto de vista aerodinámico", admitió con humildad Stella en Bahrein, la primera carrera. Undécimo y decimoctavo de parrilla, Norris terminó decimoséptimo y Piastri, retirado. Hubo que esperar a Australia para los primeros puntos. Hasta Mónaco, el noveno de Norris fue el mejor resultado para McLaren. En Montmeló, primer objetivo para la recuperación, Piastre decimotercero y Norris decimoséptimo. El desastre era peor de lo previsto.

El MCL60 sufría en pistas de curva lenta y media y altas temperaturas. Terreno opuesto, por ejemplo, al AMR23. "¿Por qué no nos estamos desarrollando al ritmo que necesitamos?", fue la primera pregunta de Brown a Stella. El italiano es ingeniero de perfil bajo pero de brillante y ascendente carrera. Desde trabajar con Fernando Alonso en Ferrari, hasta seguirle a McLaren, donde es ahora team manager. Zak Brown le ha dado carta blanca como en su día a Andreas Seidl, y con su bagaje ha transformado el organigrama técnico de McLaren.

Stella prescindió con rapidez de James Key, el anterior director técnico. Fichó desde Red Bull a uno de sus líderes, Rob Marshall, que se unió a Peter Prodromou, David Sánchez (anterior responsable técnico de Ferrari hasta este invierno) y Neil Houldey como líderes de su comité técnico. Stella supervisará personalmente los tres departamentos: aerodinámica, concepto e ingeniería. Este comité será responsable de los futuros monoplazas, reforzado por la entrada en funcionamiento a final de año del nuevo túnel de viento largamente esperado que permite despedir al de Toyota en Colonia, además de la modernización de las herramientas de simulación y CFD. Para Brown, "2025 será nuestro año de partida, donde tendremos todo ya junto". Obviamente, McLaren quiere estar listo para el nuevo ciclo que empieza en 2026.

¿Flor de un día, o llegar para quedarse?

Se trataba ahora de salvar tan desastroso 2023. Spielberg fue la primera fase en la introducción de novedades, que seguía en Silverstone y se completará en Hungaroring. En el Red Bull Ring, Norris terminó cuarto, aunque en una pista idónea para la eficiencia aerodinámica del MCL60. En Silverstone se introdujo una segunda y llamativa evolución que, para muchos rivales, se inspiraba totalmente en Red Bull, algo que negó Andrea Stella. "Cada equipo se inspira en cualquier otro", se defendió. "Todos tratan de absorber IP (propiedad intelectual) al mirar las fotos y los coches expuestos el viernes. Entonces, te inspiras en los otros. Pero inspirarse, o incluso mirar la foto, no significa que se copie la geometría, se instale en sus CFD, en la simulación por computador o en el túnel de viento, y luego el coche se transforme de repente en términos de carga aerodinámica". O sea que, según Stella, nada de copiar.

Y el MCL60 voló en Silverstone, hasta el punto de que Hamilton, con neumático blando, no pudo con Norris con los duros en el último relevo. El salto de McLaren ha sido brutal. Pero cabe plantearse si era el fruto de la conjunción de una pista idónea para las características intrínsecas del coche y de las décimas aportadas por la segunda fase de la actualización. Por ejemplo, donde brillaba el MCL60, se desfondaba el AMR23, fruto de sus rasgos opuestos. En Silverstone, como nunca.

La próxima pista de Hungaroring, tan diferente, retará la mejora del MCL60, aún pendiente con el Aston Martin en las pistas de curva rápida. Por si acaso, Norris se ponía la venda antes de la herida. "Tenemos un coche pobre, y cuando digo pobre, diría bastante terrible, en las curvas de baja velocidad. Es extremadamente difícil de manejar. Siento que la gente se emociona y lo acepto, pero vamos a ir a un par de circuitos en los que, estoy seguro, la gente dirá: ¿qué has hecho ahora? ¿Cómo se ha puesto tan mal de repente?".

"Hemos mejorado muchas cosas, como la degradación de los neumáticos, pero es solo esta pista, que nos ha permitido cuidar bien los neumáticos y mantenerlos en buenas condiciones. Mucho del resultado es específico de la pista. No quiero emocionarme demasiado. Han llegado cosas buenas con la actualización, pero todavía hay muchas que están a kilómetros de distancia para competir en ciertos sitios con un Mercedes, y, sobre todo, con un Red Bull. Por tanto, queda mucho trabajo por hacer en ambas áreas". Esta Formula 1 de 2023 ha enseñado que cada carrera es un mundo, salvo para Red Bull. Aunque Fernando Alonso y Aston Martin tendrán motivos para preocuparse si McLaren brilla en el Gran Premio de Hungría.