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Oscar Piastri: la máquina de McLaren para bajarle los humos a Lando Norris
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EL DUELO QUE SE AVECINA EN MCLAREN

Oscar Piastri: la máquina de McLaren para bajarle los humos a Lando Norris

El australiano impresionó en Jeddah y se convirtió en una pesadilla para su compañero de equipo, al que ensombreció en todo momento y al que no dio ni una sola oportunidad

Foto: Oscar Piastri empieza a confirmar las esperanzas puestas en él. (McLaren)
Oscar Piastri empieza a confirmar las esperanzas puestas en él. (McLaren)

No es poca cosa en estos días meter a un McLaren entre los diez mejores de unos entrenamientos clasificatorios. La clase media de la parrilla se ha comprimido de forma extraordinaria y no es fácil conseguir uno de los dos puestos disponibles detrás de Red Bull, Mercedes, Ferrari y los sorprendentes Aston Martin. Lo verdaderamente noticiable es que Lando Norris no fue en esta ocasión el protagonista, sino su compañero Oscar Piastri.

El declive competitivo de McLaren en estas dos últimas temporadas parecía una rémora más que una catapulta de futuro profesional. Las promesas de un coche ganador, o al menos competitivo, se evaporaron a la vez que Lando renovó un contrato multianual con la escuadra de Woking. Si McLaren estuviera en una posición como la actual de Aston Martin, podría haber tenido sentido atarse durante tanto tiempo al equipo, pero parece que no ha sido el caso.

Pero el estelar futuro que deparaba a Lando Norris podría haberse encontrado, además, con una piedra inesperada en el camino. Un obstáculo más peligroso aún que la falta de competitividad de su coche: contar, de repente, con un compañero de equipo más rápido que tú. Muy pocos, por no decir prácticamente nadie, pensaba que el debutante Oscar Piastri iba a poder inquietar a Lando Norris. Y ya no digamos superarle. Fue justo lo que ocurrió en el Gran Premio de Arabia Saudí. El talento de Piastri estaba valorado en muy alta estima, pero batir a alguien con el caché de Norris en su segunda carrera y en un circuito de poner los pelos de punta, como el de Jeddah, son palabras mayores.

Problemas similares para ambos

Pueden buscarse excusas o explicaciones para defender que a Norris le derrotaron más las circunstancias que a su propio compañero. Pero ni concediendo cierto beneficio a la duda, puede obviarse que la demostración de Oscar Piastri anuncia a un posible prodigio de los que pueden marcar época. Cierto es que Norris quedó eliminado por un accidente en la sesión clasificatoria y queda la duda de saber si hubiera metido su coche en la Q3. Sin embargo, el accidente también vino por la presión de tener a Piastri rodando más rápido que él.

Algo parecido cabe decir respecto a que Norris también fuera batido por Piastri en carrera. Los dos pilotos tuvieron que entrar a boxes a cambiar el morro de sus coches y aunque hubo una diferencia estratégica en la monta de neumáticos, tampoco debe minimizarse el mérito de Piastri frente a Norris. El australiano estiró al máximo el chicle de sus neumáticos duros, mientras que el británico aprovechó el coche de seguridad para poner un juego de medios. Es difícil saber hasta qué punto era mejor una estrategia sobre la otra, pero Piastri supo conservar los neumáticos para exprimirlos en el momento preciso, algo de mucho mérito, más aún tratándose de alguien neófito en la materia.

Lando Norris también demostró desde su debut en Fórmula 1 hace tres temporadas su carisma y simpatía personal. Pero a muchos no gustó su falta de empatía hacia los problemas de su entonces compañero Daniel Ricciardo. No se esperaba de él una cierta prepotencia cuando enseñaron la puerta de salida al australiano. Sacar pecho de una contundente superioridad a lo largo de dos temporadas puede resultar peligroso cuando cambian las tornas.

Nada puede darse por sentado

Daniel Ricciardo llegó a McLaren con aureola de estrella y tuvo que marcharse al ser batido sin contemplaciones por Norris. Por juventud o por falta de asesoramiento, el británico no tuvo en cuenta que esa situación podía algún día afectarle a él. A veces, basta un nuevo tipo de neumático o un chasis que requiera una conducción particular para pasar de ser un piloto estratosférico a convertirse en uno simplemente bueno. Es posible que una de estas dos circunstancias afectaran a Norris, pero tal y como él mismo dijo también en su momento, los problemas son iguales para todos. Ahora parece haberle tocado a él.

En la Fórmula 1, puedes pasar en una semana de sentirte imprescindible a que tu equipo prescinda de ti. Igual que Toto Wolff buscaba eliminar la hiperdependencia de Mercedes hacia Lewis Hamilton y lo logró con George Russell, McLaren tampoco se podía permitir quedarse sin un piloto estrella después del fiasco de la 'operación Ricciardo'. De aquí, la fuerte apuesta de arrebatarle Oscar Piastri a Alpine e, incluso, el fichaje como piloto reserva de Alex Palou. Ahora, Lando Norris tendrá que medir muy bien sus fuerzas para tantear un futuro lejos de McLaren.

Algo debían de saber (o alguien cercano debió 'soplárselo') sobre el talento de Piastri tanto Zak Brown como Andrea Stella, CEO y Jefe de equipo, respectivamente, de McLaren para que tensaran tanto la cuerda por hacerse con los servicios del australiano. El propio piloto también asumía muchos riesgos, porque entrar en Fórmula 1 quemando puentes con un equipo fuerte como Alpine es tremendamente perjudicial si las cosas no funciona. La exhibición de talento desplegada por el campeón de la GP2 de 2021 ha sido un justo premio para piloto y equipo por haber tomado decisiones muy valientes.

La situación para Lando Norris y Oscar Piastri podría tener similitudes con la de Nick Heidfeld y Kimi Raikkonen hace un par de décadas. El primero era el 'elegido' por Mercedes y McLaren como gran promesa de futuro, pero de repente apareció el prodigio finlandés y Heidfeld quedó como un simple excelente piloto de Fórmula 1. Sería temerario extraer conclusiones precipitadas, pero Lando Norris ha recibido el primer gran aviso desde que Carlos Sainz dejó de ser su compañero en McLaren.

No es poca cosa en estos días meter a un McLaren entre los diez mejores de unos entrenamientos clasificatorios. La clase media de la parrilla se ha comprimido de forma extraordinaria y no es fácil conseguir uno de los dos puestos disponibles detrás de Red Bull, Mercedes, Ferrari y los sorprendentes Aston Martin. Lo verdaderamente noticiable es que Lando Norris no fue en esta ocasión el protagonista, sino su compañero Oscar Piastri.

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