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Lando Norris o el riesgo de perder con McLaren el tren de la gloria en la Fórmula 1
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UNA PROGRESION ESTANCADA

Lando Norris o el riesgo de perder con McLaren el tren de la gloria en la Fórmula 1

El piloto británico ha visto desvanecer su estrella como mayor promesa de la Fórmula 1. Su atadura contractual hasta 2025 con su actual equipo pudiera resultar fatal para sus intereses

Foto: Lando Norris atraviesa un momento complicado. (Reuters/Nir Elias)
Lando Norris atraviesa un momento complicado. (Reuters/Nir Elias)

La carrera deportiva de un prometedor piloto de Fórmula 1, a menudo tiene muchas similitudes, con eso que se conoce como los slots en las secuencias de despegue en los aeropuertos. De igual forma que un vuelo puede sufrir desesperantes retrasos si pierde su oportunidad de lanzarse al aire, los pilotos que apuntan muy alto corren un grave riesgo de perder su turno si pasado un tiempo sus promesas no se materializan. Puede venir otra nueva estrella emergente a robarle el puesto, o peor aún, que en el paddock cunda la idea que quizá no era tan bueno como apuntaba.

La situación actual de Lando Norris, demuestra hasta qué punto eso que se conoce en inglés como momentum, es clave a la hora de tomar decisiones. Para bien y para mal. A comienzos de 2022, McLaren era claramente un equipo al alza, venía de haber logrado una victoria y haber peleado por ella en al menos un par de ocasiones. Por su parte, Lando Norris venía de dominar a su muy valorado y experimentado rival dentro del equipo McLaren, el australiano Daniel Ricciardo. "Si este chico, ha dominado a alguien que estuvo de poder a poder a Max Verstappen, es que debe ser un fenómeno", debían decirse en McLaren, para ofrecerle una prolongación de contrato de cuatro años más. El más largo de toda la parrilla de Fórmula 1.

"Crecí en este equipo y soy parte de este viaje en el que estamos juntos",-dijo Norris hace un año ​en la firma del contrato-. "Quiero seguir tratando de alcanzar nuestro sueño y tratar de ganar carreras, y por supuesto campeonatos. Tener este contrato tan largo, lo veo como un beneficio para mí y para el equipo. Es un beneficio para mejorar mi rendimiento y un beneficio de motivación para mecánicos, ingenieros y todos los empleados de McLaren". El problema es que de la alegría rápidamente se pasó a la decepción. El tiempo justo en darse cuenta tanto piloto como equipo, que el nuevo coche era un claro paso atrás.

Se frena la progresión

McLaren pasó de pelear con Ferrari por la tercera plaza del campeonato, no muy lejos de Red Bull y Mercedes, a luchar con Alpine por ser el cuarto mejor equipo. De repente, el equipo con el que peleabas (Ferrari) ahora luchaba por el título mundial y no solo se retrocedía a la quinta plaza del mundial de constructores, sino que lo hacías frente a un equipo de fiabilidad desastrosa como Alpine. El problema no era únicamente dar un paso atrás en 2022, sino la forma de hacerlo. Esto es algo muy común que le sucede a equipos en franca progresión. Cuando falta el paso más difícil de todos, el último peldaño a la cumbre, se produce una involución.

Es posible que McLaren pecara de complacencia, o que Norris no asumiera que había una posibilidad de que la progresión de su equipo se frenara en seco. La cuestión es que lo que apuntaba a ser la temporada de consagración del piloto británico, se tornó en una sucesión de sinsabores y resultados anodinos. Y no es porque decayera el ánimo del que fuera campeón mundial de Karting en 2014. Lando demostró seguir progresando como piloto, realizó actuaciones de enorme mérito y amplió aún más la brecha que le separaba de su compañero de equipo Daniel Ricciardo. Pero la realidad es que ya no era el nombre que estaba en todas las conversaciones como la gran promesa por confirmar. El contrato multianual se empezaba a ver como un gran error.

placeholder Lando Norris fue campeón del mundo de Karting en 2014 y posee su propia marca de karts. Su tirón comercial es muy poderosos. (OTK)
Lando Norris fue campeón del mundo de Karting en 2014 y posee su propia marca de karts. Su tirón comercial es muy poderosos. (OTK)

Y así llegamos a 2023, donde McLaren, lejos de recuperar el buen tono de 2021, todavía se ha ido más hacia atrás en la parrilla. Igual que Zak Brown, reconoce que se equivocó al hacer un contrato largo a Daniel Ricciardo sin cláusulas de rendimiento, algo parecido debe de estar pensando Lando Norris. El contrato que vincula a piloto y equipo no tiene cláusulas de salida o de rendimiento. "Estoy seguro -afirmaba Norris en febrero de 2022- de que podría tener oportunidades de ir a otro lugar en el futuro, pero durante los próximos cuatro años, y una gran parte de mi vida, quiero quedarme aquí y disfrutar del tiempo con McLaren y las personas que me trajeron a este deporte. Es un mensaje fuerte para transmitir a todos la fe que tenemos el uno en el otro".

Pero la Fórmula 1 es así de caprichosa. Que se lo pregunten a Fernando Alonso, que no acertó en los tiempos a la hora de fichar por equipos, que era razonable pensar en ellos como opciones ganadoras. La realidad es que desde hace más de 10 años nadie que no pilote un Red Bull o un Mercedes ha tenido opciones para ganar un título mundial. Quedaba Ferrari o incluso en su momento McLaren para hacer más llevadero el tiempo de espera hasta palpar la gloria. Lo que es difícil de asumir para un piloto con marchamo de superestrella, es ver como cada carrera que pasa el podio está más y más lejos.

Para echar más sal en la herida, Norris tampoco puede reprochar a McLaren que se haya convertido en un desastre de equipo a nivel técnico. En el pasado Gran Premio de Baréin, pudimos ver que las diferencias entre el primero y el último de la parrilla, probablemente sean posiblemente las menores de la historia de la Fórmula 1. McLaren dio un paso atrás el año pasado, pero este año simplemente ha ocurrido que su progresión ha sido buena, pero las de otros equipos ha sido mucho mejor. El caso de Aston Martin, con quienes comparte el mismo motor Mercedes, es el caso más claro.

Un bucle difícil de salir

El problema ahora para Lando Norris, es como salir del atolladero en el que está metido. Cualquier opción de terminar anticipadamente su contrato, pasa porque el posible interesado en contratar sus servicios, pague una buena suma de compensación. Es obvio, que Zak Brown no dejará escapar así como así a su piloto franquicia. El daño que pueda hacer la salida del piloto de Bristol a nivel deportivo es importante, pero sobre todo es un varapalo terrible cara a la imagen del equipo y su capacidad de atraer/mantener patrocinadores. De solventar la barrera contractual, está por ver de además qué tipo de acomodo podría encontrar Norris en Red Bull, Mercedes o Ferrari. No parecen razonables otras alternativas en caso de lograr una rescisión contractual anticipada con McLaren.

placeholder Norris, en acción. (Reuters/Rula Rouhana)
Norris, en acción. (Reuters/Rula Rouhana)

De las tres opciones, la que a priori podría tener más sentido es la de Red Bull, por la razón fundamental que el equipo actual campeón del mundo es excesivamente dependiente de Max Verstappen. Es un lujo indudable contar con alguien del talento sobrenatural del piloto holandés, pero al mismo tiempo es un problema cuando a alguien indisciplinado y que se le suben los humos tanto como a SuperMax. Christian Horner, estaría feliz de encontrar ese George Russell que encontró Toto Wolff en Mercedes para hacer ver a Lewis Hamilton que nadie es imprescindible.

Checo Pérez es un extraordinario piloto, pero parece faltarle el pequeño plus final para rivalizar con Verstappen. Lando Norris, es posible que ni siquiera estuviera al nivel del mexicano, pero a día de hoy es una incógnita, está por despejar. Mercedes y Ferrari como alternativas tampoco esconden riesgos menores al de meterse en casa de un enemigo como Verstappen. El problema es que pasan los años y si la estrella de Norris no despega, es posible que pierda su slot y le llegue el fatídico: "Que pase el siguiente".

La carrera deportiva de un prometedor piloto de Fórmula 1, a menudo tiene muchas similitudes, con eso que se conoce como los slots en las secuencias de despegue en los aeropuertos. De igual forma que un vuelo puede sufrir desesperantes retrasos si pierde su oportunidad de lanzarse al aire, los pilotos que apuntan muy alto corren un grave riesgo de perder su turno si pasado un tiempo sus promesas no se materializan. Puede venir otra nueva estrella emergente a robarle el puesto, o peor aún, que en el paddock cunda la idea que quizá no era tan bueno como apuntaba.

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