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Bienvenidos a la 'alonsomanía' (y esta vez va en serio): cuando un cuarentón pone patas arriba la Fórmula 1
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UN CARISMA SALVADOR PARA LA F1

Bienvenidos a la 'alonsomanía' (y esta vez va en serio): cuando un cuarentón pone patas arriba la Fórmula 1

El podio logrado por el asturiano en el primer GP de la temporada ha generado a nivel global más noticias y comentarios que el doblete arrollador de Red Bull. Es alguien "especial"

Foto: Fernando Alonso celebra su podio. (Fórmula 1)
Fernando Alonso celebra su podio. (Fórmula 1)
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Fernando Alonso posee una clase indiscutible como piloto, pero el Gran Premio de Baréin dejó claro que, en cuanto a carisma, no ha habido un piloto igual en la Fórmula 1 desde Ayrton Senna. Alonso y la indiferencia no cuajan. Están sus más irracionales seguidores, también sus detractores más recalcitrantes. Se le ame o se le odie, hay algo indiscutible: ver a una persona de 41 años, que ha ganado todo en el mundo del automovilismo, celebrar un podio con la ilusión de un debutante es algo fuera de lo común. Esa es la imagen que explica con mayor nitidez por qué estamos ante un deportista tan único en su especie. Un cuarentón que ha puesto patas arriba el gran circo, tanto en España como fuera de nuestras fronteras.

Cuando se lleva tantos años en la brecha como el asturiano, lo más difícil de mantener es la capacidad de lucha, la ambición, el estar igual de motivado que el primer día. La alonsomanía ha regresado, si es que alguna vez se fue. A nivel global, el tirón carismático de Fernando es descomunal y así se pudo comprobar tras finalizar el primer Gran Premio en los principales medios de comunicación internacionales. Medios generalistas y especializados prestaron más atención al podio del asturiano que a la victoria de Max Verstappen. El eco de aficionados en las redes sociales también fue ensordecedor. En las votaciones de la propia Fórmula 1 sobre qué piloto se merecía el premio a MVP de la jornada, su victoria fue arrolladora. No se hablaba de otra cosa.

Emoción a nivel global

La relación de Fernando Alonso con la prensa anglosajona nunca ha sido fácil. Un importante sector se ha prestado, históricamente, a buscar el fallo por encima de la virtud del español. Su pasado con Lewis Hamilton le convirtió en el gran villano. Pero, esta vez, los principales especialistas no escatimaron elogios ante la exhibición del piloto español en Baréin. Ni siquiera tratándose de una derrota simbólica del piloto de Mercedes a manos de su némesis hispano. Pocos ejemplos más reveladores de esta situación hay como la retransmisión oficial de la Fórmula 1 en inglés, donde el locutor estaba aún más emocionado de lo que transmitía en el mismo momento Antonio Lobato (que ya es decir) en el canal DAZN.

Edd Straw, una de las vacas sagradas de la prensa británica del paddock, suele hacer en el prestigioso medio The Race un veredicto acerca del rendimiento de cada piloto después de un Gran Premio. No solo le dio la mejor nota de las posibles al asturiano. Su análisis fue significativo: "Pese a tener un ritmo demoledor en entrenamientos, su coche no fue lo suficientemente rápido como para vencer a Red Bull y Ferraris, pero Alonso hizo un buen trabajo para ubicarse en el quinto lugar [en la clasificación]. Sabedor de que la gestión de los neumáticos del Aston Martin le iba a dar oportunidad de cazar a los Ferrari, impuso su habitual ritmo implacable, mezclándose en los duelos cuerpo a cuerpo más espectaculares de la carrera. Veredicto: Alonso en su mejor momento sacando la capa y la espada".

placeholder Alonso posa con su trofeo del tercer puesto. (EFE/EPA/Ali Haider)
Alonso posa con su trofeo del tercer puesto. (EFE/EPA/Ali Haider)

Otra reconocida firma británica, como es Scott Mitchell, del mismo medio, hacía una interesante reflexión de por qué un Alonso resucitado es justo lo que necesita la Fórmula 1, cuando todo apunta a que Red Bull se paseará a lo largo de la temporada. "Podríamos estar ante un salvador de las emociones no previsto con Fernando Alonso. No solo por el salto masivo de calidad de Aston Martin, sino porque hablamos del autodenominado chico malo del negocio. Nadie ha interpretado el papel de villano como lo ha hecho Alonso a lo largo de los años, dando un valor como personaje taquillero dentro y fuera de la pista. En la Fórmula 1 tiene que haber siempre personajes buenos y malos. Héroes y antihéroes llegó a decir Alonso, ubicándose, según sus palabras, en el lado oscuro de la narrativa". Da igual qué papel interprete... pero que sea de protagonista.

El respeto al 'enemigo'

Esa es la percepción de gran parte del lobby anglosajón. No tanto porque le consideren un villano en sí mismo, sino porque no ven a nadie capaz de representar ese papel de contrapunto a su héroe local, Lewis Hamilton, como lo hace el de Oviedo. No es una señal de desprecio hacia él. Más bien un ejemplo de tremendo respeto, porque, como el propio Mitchell enfatiza, "Alonso siempre ha sido uno de los grandes protagonistas de la Fórmula 1, dentro y fuera de ella". En un mundo como el del deporte de alta competición, donde se desata la pasión de sus seguidores, es infinitamente mejor ser percibido como ese gran enemigo a batir que generar indiferencia. Ahí está, por ejemplo, la opinión del campeón británico Damon Hill, destacando la grandeza de Fernando: "Debería salir por detrás siempre para ver hasta dónde es capaz de llegar".

En otros medios de referencia, como Italia Racing, la devoción que se sigue teniendo a Fernando muchos años después de su salida de Ferrari impresiona: "La competitividad del Aston Martin ha despertado al león Alonso que, a pesar de sus 41 primaveras, en esta carrera se lució de forma muy brillante. A la hora de analizar su desventaja de 38 segundos respecto al ganador, Max Verstappen, hay que tener en cuenta los 12 segundos perdidos con George Russell. Gracias a su impresionante ritmo de carrera, Alonso se habría llevado a casa el podio, incluso sin el abandono del Ferrari de Charles Leclerc". A menudo, se suele ensombrecer en Italia a los pilotos que se marchan de Ferrari, pero esta vez la cadena de elogios a il leone spagnolo fue abrumadora. Le adoran.

Los habitualmente neutrales y poco dados a las emociones de la prensa alemana también concedieron casi más espacio al retorno a las posiciones de podio de Fernando Alonso que a la inapelable victoria de Max Verstappen. El medio germano por excelencia, Auto Motor und Sport, se sumó a la alonsomanía: "El viejo maestro revive en el desierto. Pronto nos preguntaremos si Max Verstappen gana las 23 carreras o si alguien puede vencer a Red Bull. Por el momento, es más probable que Aston Martin haga eso que Ferrari y Mercedes. Porque en el coche verde hay alguien que sabe ganar gracias a Fernando Alonso". Esta última frase es la que con menos palabras más define la percepción que se tiene del piloto español en el mundo. Todos saben que, con él al volante, siempre pueden pasar cosas especiales. Bienvenidos al show. Pasen y disfruten.

Fernando Alonso posee una clase indiscutible como piloto, pero el Gran Premio de Baréin dejó claro que, en cuanto a carisma, no ha habido un piloto igual en la Fórmula 1 desde Ayrton Senna. Alonso y la indiferencia no cuajan. Están sus más irracionales seguidores, también sus detractores más recalcitrantes. Se le ame o se le odie, hay algo indiscutible: ver a una persona de 41 años, que ha ganado todo en el mundo del automovilismo, celebrar un podio con la ilusión de un debutante es algo fuera de lo común. Esa es la imagen que explica con mayor nitidez por qué estamos ante un deportista tan único en su especie. Un cuarentón que ha puesto patas arriba el gran circo, tanto en España como fuera de nuestras fronteras.

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