El Fernando Alonso que nunca se fue ha vuelto a lo grande: "Esto parece real de verdad"

El abrazo deportivo de Lewis Hamilton a Fernando Alonso en el corralito dibujó un bucle en el tiempo para ilustrar cómo han cambiado sus respectivas carreras desde aquel famoso 2007. Ambos habían protagonizado un duelo limpio y duro en la pista momentos antes, dirimido con una magnífica maniobra del español en la curva diez. El asturiano ha vuelto porque, aunque nunca se fue, en 2023 se abre un panorama inimaginable para el piloto español. "Tuve la misma sensación de la pretemporada , como demasiado bueno para ser verdad, y siempre estás esperando que darás un paso atrás y volverás a la realidad. Pero parece real de verdad".

Mientras Hamilton arrasaba con Mercedes, Alonso languidecía con Honda y McLaren. En Shakir, el español adelantó en la pista al británico para consolidar un resultado inusual en la era híbrida: por primera vez, un equipo cliente supera al Mercedes oficial que le suministra motores. Desde la séptima posición del campeonato en 2022, al segundo mejor coche en carrera, por ahora, regalando la sorpresa más llamativa desde aquel inefable Brown de 2009. Con Fernando Alonso, 41 años, a los mandos.

El podio de Aston Martin combinó la revolución que se está produciendo en la escudería, con un singular espécimen de piloto, en la cúspide de su talento por experiencia, pero también por ambición y energía únicas. Hoy, el piloto español es ese eterno enamorado que por fin es correspondido tras una larga espera. La tensión y energía acumuladas en Fernando Alonso durante todos estos años explotará en 2023. El podio en Shakir abre varios frentes y lecturas más allá del inmediato resultado deportivo.

La fina línea entre la gloria y la tragedia

Lo había avisado Helmut Marko el sábado: “Es Alonso el que nos preocupa”. Nunca hubo opción ni para Ferrari, pero el asturiano parecía hipotecar las suyas cuando en la salida era adelantado por Lewis Hamilton. Luego por Russell, tras ser embestido en la primera curva por Lance Stroll en la rueda trasera derecha. Unos centímetros más a derecha o izquierda hubieran provocado una tragedia en Aston Martin de proporciones inimaginables. Hubo suerte. Con tan fina línea también se escriben los trazos de la tragedia y la gloria en las carreras.

Mientras se mantuvo a la estela de Russell, Alonso no parecía el killer sonriente del sábado. Pero el español suele dibujarse la carrera completa en su mente, y la modula a esa conveniencia. Llegó el momento de quitarse de en medio a Russell. Costó, porque el británico estuvo duro y limpio. Ya crecía la mala leche en el AMR23. Bottas se puso por delante tras parar en boxes. Liquidado en poco tiempo. Y empezó a oler sangre. "Los Mercedes tienen más degradación, así que pensemos cómo utilizarlo, me acercaré y veremos que hacen" decía a los suyos por la radio, delatando el control de la situación.

Desde el muro de Mercedes quisieron aparentar por la radio y le comunicaron a Hamilton que estuviera tranquilo: "Tenemos una de las mejores degradaciones, puedes dejar de gestionar el neumático". Un farol que pronto sería visto y desarmado. Alonso se lanzó a por el británico con fintas de veterano. Falló el primer intento. Pero no el segundo, en la curva diez, la más lenta del circuito. Rompió la cintura de su rival. "¡Sí! ¡Vamos!", exclamó eufórico el español por la radio.

"Este coche es delicioso de pilotar"

El podio se antojaba lejano en aquellos momentos. El tiempo perdido con los dos Mercedes parecía haber sido letal. Sainz rodaba a tres segundos por delante, aparentemente gestionando sus neumáticos. En realidad andaba de puntillas para evitar abrir esa gran herida por la que sangra Ferrari, la degradación. De nuevo, olor a sangre y gran ritmo en el AMR23 con el último juego de neumáticos. De repente, en el equipo italiano se abría a los peores fantasmas: de nuevo la falta de fiabilidad que ahora mataba a Leclerc.

Vuelta 46. Sainz defendía su honor como pudo, aunque sería un pato sentado para Alonso… Con el dócil y predecible AMR23, Fernando tiene un florete para ejecutar todo tipo de engaños con el rival. Caía en la curva 11. "¡Yes! ¡Bye,Bye!" lanzó Alonso por la radio. "Vamos bien de combustible y en todas esas cosas, ¿no?", preguntó a su equipo. "Todo está fenomenal, todo va bien". Era ya cuestión de dejarse deslizar hasta la meta, cuando llegó ese mensaje del piloto que tanto augura para el futuro: "Este coche es delicioso de pilotar". En boca de un tal Fernando Alonso, más de dos décadas en la Fórmula 1, significa como proyección para 2023 que, el enamorado por fin es correspondido por su amada.

Qué significa para 2023

¿Será verdaderamente el AMR23 el segundo monoplaza en 2023? Demasiado pronto para refrendarlo, harán falta más circuitos y no se ha visto todo de Ferrari todavía, por la cuenta que les trae en Maranello. De momento, Aston Martin rivaliza con el equipo italiano el domingo, y ha puesto en evidencia a la marca que suministra sus motores. Para Toto Wolff, el resultado de Shakir entierra el concepto del W13/W14, la humillación de que tu cliente te haya superado en la pista. Con lo que significa además frente al potencial de un concepto con todo el recorrido por delante, como reconoció Alonso al terminar la carrera. "El proyecto es nuevo. Red Bull y Ferrari han mantenido el concepto que tenían del coche, lo único que están haciendo ahora es perfeccionarlo con pequeños detalles. Sin embargo, para nosotros es un coche totalmente nuevo y vamos a encontrar muchas prestaciones en los próximos meses".

"Veamos en Jeddah. Tengo curiosidad por ir a Jeddah y Australia, circuitos muy diferentes. Creo que en Baréin fuimos fuertes en cosas que tal vez no encontremos en Jeddah y Australia. Si somos fuertes en las próximas dos carreras, creo que tendremos un muy buen 2023". Esta carrera ha certificado al AM23 como un monoplaza de vértice en la Fórmula 1, y el equipo británico se convierte en un inopinado intruso para el establishment de la última década. "Ver que el proyecto va tan bien demuestra el buen ambiente que hay en Aston Martin. Hay que destacar la energía que tiene todo el mundo, porque cuando veo a los mecánicos, a los ingenieros, a la gente en la fábrica… Están como motos", explicó Alonso al terminar.

Mike Krack, el director deportivo, reincidió en ese combustible nuclear que será la base del éxito del equipo británico. "La energía que trae Fernando es increíble, la positividad… Todos somos auténticos, es difícil describir la dinámica que tenemos en el equipo. Y el enamorado ya siente que es correspondido por su gran anhelo: una máquina competitiva para sentir el sabor de la victoria, con permiso de Red Bull. Antes, el podio número 100 caerá pronto.