¿Está Max Verstappen entre los más grandes? Fernando Alonso y los ingenieros responden

De un tiempo a esta parte, Fernando Alonso no ha ocultado su admiración por Max Verstappen. Los verdaderamente grandes perciben en otros el faro del talento singular. El español siempre avisó de que para calibrar la dimensión de Sebastian Vettel era necesario verle lejos de los monoplazas de escapes de soplado de sus cuatro títulos consecutivos con Red Bull. Con Verstappen, Alonso lo tiene claro. Los ingenieros de Red Bull, también.

Cuando un piloto de Fórmula 1 entra en un ciclo ganador de títulos repetidos se tiende a sublimar su talento, que también puede apoyarse en la calidad de un monoplaza superior que amplifica su aureola. Solo los iniciados son capaces de distinguir el oro de la mirra con pruebas de algodón que se escapan al juicio generalista de los aficionados. Fernando Alonso tiene las suyas para Verstappen, como los ingenieros de Red Bull con sus propios datos. Hasta el punto de que la singular capacidad del holandés al volante ha llevado a equivocarles.

Algo que no se puede enseñar

¿Hubiera logrado Verstappen títulos con un Alpine? Negativo. ¿Durante 2021 y 2022 ha sacado un partido singular a su máquina, y como pocos? Afirmativo, si escuchamos a Fernando Alonso, quien nunca ha sido de echar flores a sus rivales, pero su admiración por el holandés se hizo patente durante la pasada temporada. Visualizando la trayectoria de Alonso, se antoja que el español ve en Verstappen uno de los rasgos que también han distinguido su carrera deportiva desde que llegó a Minardi.

A punto de lograr el título en Japón, Alonso daba al holandés el crédito correspondiente en su éxito 2022, ya que situaba en buena parte de la temporada a Ferrari y Red Bull al mismo nivel. "No tenían un coche superior (Ferrari), porque creo que el Ferrari es igual o mejor". Y sacó su escuadra y cartabón para, con sus coordenadas personales, cartografiar el talento de Verstappen. "Hay pilotos que necesitan más tiempo, para estudiar más datos. Necesitan todo el viernes para analizar y comparar con su compañero de equipo, y lentamente dar pasos hasta que están cien por cien listos para los clasificatorios", explicaba el español. "Y otros, que están al cien por cien en ya en la primera sesión de libres. Creo que Max es uno de los que siempre ha sido así, desde los karts hasta ahora. Y esto no se puede enseñar, creo que tiene que venir de dentro de ti".

Es decir, salir a la pista y bang en tres vueltas, encontrar rápidamente el límite de la máquina, y adaptarse a su comportamiento. Pocas veces se ha visto a un Fernando Alonso quedarse anonadado ante la vuelta rápida de un rival como aquel famoso y bestial giro frustrado de Verstappen en los instantes finales de la sesión clasificatoria de Yeddah en 2021.

"Un coche que subvira no es un coche rápido"

Cuando datos inaccesibles al gran público se trata, los ingenieros de Red Bull constatan el talento único de Verstappen. No solo ante la comparación con Ricciardo, Gasly, Albon y Pérez, sino también al comprobar su capacidad de adaptación y llevar al límite a cualquier tipo de máquina, independientemente de su mejor o peor comportamiento. De aquí que el holandés haya tocado cimas inalcanzables que sus compañeros nunca han alcanzado con los Red Bull de estos últimos años.

Como Alonso reconocía, el RB18 de principio de temporada no era el que cerraba el campeonato. Durante el camino, Red Bull aligeró de peso su monoplaza para así jugar con el lastre en el reparto de pesos, eliminando el subviraje inicial, aunque a costa de hacer un monoplaza más rápido pero muy crítico. Y por ello, favorable a Verstappen y en detrimento de Pérez según avanzaba el campeonato. El holandés lo ha repetido estos días en referencia a los nuevos neumáticos de Pirelli: "Un coche que subvira no es un coche rápido". Eliminar la deriva del eje delantero implica un equilibrio muy crítico y la tendencia a una zaga más inestable que no es domada por cualquiera.

La ironía de tener tanto talento

En el pasado reciente, esa capacidad de adaptación única de Verstappen para llevar la máquina a su rendimiento último quedó en evidencia en 2020. El RB16 de entonces ofrecía un comportamiento aerodinámico con el tren delantero girado en curvas lentas que facilitaba su rotación en la entrada de la curva, a cambio de una súbita inestabilidad en el eje trasero. Pero la habilidad del holandés para sortear la cuestión engañó a sus ingenieros, porque ese es el tipo de comportamiento con el que saca mayor partido a un coche sobre sus compañeros. Hasta que los técnicos descubrieron que el RB16 había tocado techo.

“Es irónico que, en 2020, el talento de Max contribuyó al problema que teníamos” explicaba el pasado año Pierre Wache, el director técnico de Red Bull, “tiene una habilidad para controlar este tipo de inestabilidad que es imposible para otros”, y explicaba una dinámica, aunque por otras razones, similar en 2022 con el RB18: cómo extraer el máximo rendimiento de un monoplaza a pesar de un comportamiento extremo. “Sabemos que, en ocasiones, hacer un coche crítico puede lograr que sea un coche más rápido, y no, nos dimos cuenta de que íbamos por el camino equivocado porque aun así (Verstappen) seguía sacando más tiempo por vuelta del coche. Pero al principio no te dabas cuenta por el talento que tiene. Así que seguías por una dirección equivocada hasta comprendías que habías ido demasiado lejos, pero costaba tiempo echar marcha atrás”.

El responsable técnico de Red Bull hablaba de la evolución del RB16 en relación a Mercedes, cuyo rendimiento mejoró sustancialmente a final de temporada cuando el equipo descubrió que su piloto les ‘inducía’ a engaño. “Lo identificamos (el problema), y también lo que el piloto usaba para ganar rendimiento. Teníamos algunas características que nos hacían muy difícil extraer el rendimiento teórico. Lo descubrimos a mitad de año, pero Max tiene tanto talento que seguía sacando rendimiento según avanzábamos. Tardamos en descubrir que habíamos tocado techo, mientras se veía con Pierre (Gasly) y Alex (Albon) que sufrían para sacar partido al coche”.

Wache también explicaba que la comprensión del RB16 y su posterior corrección sirvió como experiencia y plataforma para ajustar el tiro con el RB17 y 18. Se trataba de máquinas de generaciones reglamentarias diferentes, pero Red Bull supo como gestionar mejor el comportamiento de la montura de 2022, una vez que se aligeró de peso al RB18. A partir de ese momento, se podía lograr un coche 'puntiagudo', la máquina más rápida posible. Otro tema es quién sabría sacar partido a su personalidad tan crítica. Desde 2020, Max Verstappen ha logrado dos títulos seguidos. Fernando Alonso -seguro que también muchos de sus colegas- y los ingenieros de Red Bull saben por qué, y mejor que nadie. Tema aparte es reproducirlo.