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El Tinder de la Fórmula 1 decía que Aston Martin y Honda se emparejarían (y acertó)
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UN ACUERDO ESPERADO

El Tinder de la Fórmula 1 decía que Aston Martin y Honda se emparejarían (y acertó)

Para encontrar el 'amor' y emparejarse en la máxima categoría del automovilismo cuenta poco el romanticismo y mucho la compatibilidad. La opción mas lógica fue la ganadora

Foto: Honda anunció en su sede de Tokyo su alianza con Aston Martin hasta 2030. (Reuters/Issei Kato)
Honda anunció en su sede de Tokyo su alianza con Aston Martin hasta 2030. (Reuters/Issei Kato)

En la Fórmula 1, cuando se realizan cábalas acerca de futuros acuerdos o fichajes, a menudo se habla como impedimento las animadversiones personales o incompatibilidades empresariales. Estas circunstancias, aunque puedan suponer un escollo en las negociaciones, nunca son un impedimento. Lo que en el paddock manda es la necesidad mutua y aquellos que más se necesiten el uno al otro se acaban encontrando. Y esto es lo que ha pasado con el acuerdo entre Honda y Aston Martin: Se necesitan. Si alguien tiene duda de ello, solamente tiene que observar como las dos personas que en su momento fueron más incompatibles del paddock como fueron Fernando Alonso y Ron Dennis, se reencontraron en ese momento clave en el que ambos resultaban esenciales el uno al otro.

En El Confidencial hace unas semanas ya adelantábamos que el acuerdo entre Aston Martin y Honda era más que posible y la opción más razonable para ambos. El constructor nipón, después de su espantada en 2021 con Red Bull, ya no tenía opciones para regresar con su actual socio una vez que reconsideró su decisión. Si quería regresar a la Fórmula 1 como equipo oficial, solamente tenía tres opciones realistas: Aston Martin, McLaren y Williams. A tenor del reciente desempeño deportivo, parece claro que Aston Martin es la opción más seductora. Pero hay más: Los japoneses son poco dados a las sorpresas y en Honda saben que, a nivel financiero y estratégico, el que tiene el futuro más definido de los tres es el actual equipo de Fernando Alonso.

placeholder Fernando Alonso, en el podio. (EFE/John David Mercer)
Fernando Alonso, en el podio. (EFE/John David Mercer)

El muñidor de la operación a través de la cual Honda será el proveedor de motores de Aston Martin a partir de 2026, parece claro que ha sido el actual CEO de la compañía Martin Whitmarsh. Como buen alumno aventajado que fue siempre de Ron Dennis en los años gloriosos de McLaren, el ingeniero británico es de la misma filosofía que únicamente se puede ser campeón del mundo o como mínimo aspirante sólido al mismo, cuando tienes una asociación oficial con un constructor.

No es una cuestión únicamente económica, por el ahorro que supone dejar de ser cliente de un motorista a recibirlo gratuitamente junto a una aportación económica. La verdadera razón que se esgrime es que únicamente cuando la integración entre los departamentos que producen el chasis y el motor están alineados se consigue la mágica décima final que marca la diferencia. A día de hoy Aston Martin, por ejemplo, está brillando a un nivel muy alto gracias a un coche excepcional, pero la caja de cambios proporcionada por Mercedes no es la más adecuada para su concepto aerodinámico. Cuando todo está bajo el mismo techo, las ventajas de una visión holística en la concepción del coche son innegables.

Incompatibilidades que no lo son

Se hablaba de una supuesta incompatibilidad entre Aston Martin y Honda a cuenta de la presencia de Fernando Alonso en el equipo, pero es algo que carece totalmente de sentido. Primero porque está por ver que Fernando siga compitiendo en 2026 y segundo porque si había resquemores del pasado, bastante hizo purgar sus culpas Honda a Fernando, vetando sus motores en su última participación en las 500 millas de Indianápolis. Pero hay algo más importante aún. De haber una incompatibilidad personal, más importante sería esta con Zak Brown el patrón de McLaren, pues a fin de cuentas, él fue quien decidió romper el acuerdo con Honda que propició su marcha a Red Bull. Y es más, McLaren ahora mismo, al otro lado del Atlántico, es el principal rival de Honda al ser equipo más competitivo de su marca competidora Chevrolet. Pero como decíamos las cuentas pendientes a nivel personal, en la Fórmula 1 no se tienen en cuenta. It´s just business.

Por otro lado, se hablaba también del sinsentido de llegar a un acuerdo con Honda y dejar de ser un cliente de Mercedes cuando tanto la marca alemana como el jefe de su equipo en Fórmula 1 Toto Wolff mantienen intereses accionariales tanto en la empresa automovilística como en el equipo de carreras. Y este es el matiz clave de la operación. Aunque desde fuera se vea a Aston Martin, constructor de automóviles, y Aston Martin, equipo de Fórmula 1, como dos entes pertenecientes al mismo dueño, la realidad no es así. Lawrence Stroll lidera el consorcio que es el actual accionista mayoritario del fabricante de coches y la escudería donde pilota Fernando Alonso es una entidad completamente independiente de la compañía del mismo nombre, aunque su propietario sea el mismo Lawrence Stroll.

La empresa automovilística destina una parte significativa de capital al patrocinio del equipo de Fórmula 1 y de momento, ningún accionista lo cuestiona porque es evidente el brutal retorno que está ofreciendo como herramienta de marketing. Eso no es óbice, para que estemos ante un conflicto de intereses de libro, porque a fin de cuentas, los accionistas están directa o indirectamente financiando​ una iniciativa particular de Lawrence Stroll. Por eso es lógico también que el propio Stroll asegure el futuro de su inversión en el equipo antes llamado Racing Point, llegando a un acuerdo con un gigante de la industria como es Honda. Es un tren, que para un equipo como el suyo pasa pocas veces en la vida y no podía dejarlo pasar. Recuerden, la necesidad.

Posibles sinergias futuras

Pero no necesariamente la asociación con Honda tiene que limitarse al equipo de Fórmula 1. Recordemos que en la época que Aston Martin fue patrocinador de Red Bull, el equipo de Fórmula 1, con su ingeniero jefe Adrian Newey al frente, crearon el maravilloso Hypercar Valkyrie, la maravilla tecnológica que casi lleva a la quiebra a la compañía con sede en Gaydon. Aunque Mercedes en la actualidad tenga una parte relevante del accionariado de Aston Martin, también lo tiene el constructor chino Geely e incluso también en la propia Mercedes. En el panorama automovilístico mundial es de lo más normal ver cómo compañías rivales en el mercado comparten componentes o incluso fabrican coches completos pare empresas de su competencia. Las economías de escala hoy día es el elemento más decisivo en la supervivencia de los grupos automovilísticos y la necesidad alcanzar el mayor volumen de ventas posible, les obliga a tocar todos los palos del mercado. La única vía para lograrlo es que unos y otros se presten, vendan o incluso compartan tecnología.

Y si hay una marca, que sabe de la dependencia de otros constructores a la hora de sacar coches al mercado, es Aston Martin. Baste decir, que el nuevo motor híbrido desarrollado por la compañía inglesa para su nueva gama de modelos, es el primer propulsor desarrollado por la marca desde hace 50 años. Desde que en 1968 Tadek Marek construyera su mítico bloque V8, que a través de sucesivas evoluciones, motorizó a los Aston durante casi tres décadas, en la marca británica no habían podido asumir la construcción de un motor de diseño propio. Ese es el nivel de dificultad de los pequeños fabricantes artesanos de supercoches, que empujan a empresas como Pagani, a que sea Mercedes quien les proporcione sus motores. Sin ir más lejos, recordemos que mientras que McLaren ganaba en 1995 las 24 horas de Le Mans con un coche propulsado por un motor BMW, en Fórmula 1 estrenaba su acuerdo con Mercedes.

placeholder Aston Martin está brillando. (Reuters/Issei Kato)
Aston Martin está brillando. (Reuters/Issei Kato)

La cuestión clave es que por mucho que la reglamentación actual exija que las especificaciones de los motores que las marcas suministran a los equipos clientes sean similares a los del equipo oficial, Mercedes siempre tendrá una ventaja por pequeña que sea sobre un equipo cliente. Honda se arrepintió de haberse marchado de la Fórmula 1, casi al día siguiente de anunciar su retirada y ahora que la nueva reglamentación, refuerza el apartado eléctrico así como el desarrollo de los combustibles sostenibles, estaba claro que tenía que buscar rápidamente un socio fiable.

De entrada, ahora no cometerán el error que hicieron de entrar en 2015 con una reglamentación que tenía ya dos años de existencia. Aunque el trabajo en la sede de HRC (Honda racing corporation) ya haya comenzado en Tokio, era clave, saber quien iba a ser el compañero de viaje, de nuevo para no repetir los mismos fallos de la nefasta experiencia con Mclaren. Fernando Alonso, sabe mejor que nadie al vivirlo en sus propias carnes, las consecuencias de aquel regreso precipitado y mal gestionado. Quizá por ello, siga corriendo en Fórmula 1 cuando esta asociación empiece a competir. Al asturiano nunca le gustó eso de pasar de curso con 'asignaturas pendientes'. Si Fangio fue campeón por última vez con 47 años, no digan que no sería bonita esta historia de que piloto y constructor reencuentren el amor mutuo con un título mundial. Lo de menos es que el renacido amor haya llegado por el paddock tinder.

En la Fórmula 1, cuando se realizan cábalas acerca de futuros acuerdos o fichajes, a menudo se habla como impedimento las animadversiones personales o incompatibilidades empresariales. Estas circunstancias, aunque puedan suponer un escollo en las negociaciones, nunca son un impedimento. Lo que en el paddock manda es la necesidad mutua y aquellos que más se necesiten el uno al otro se acaban encontrando. Y esto es lo que ha pasado con el acuerdo entre Honda y Aston Martin: Se necesitan. Si alguien tiene duda de ello, solamente tiene que observar como las dos personas que en su momento fueron más incompatibles del paddock como fueron Fernando Alonso y Ron Dennis, se reencontraron en ese momento clave en el que ambos resultaban esenciales el uno al otro.

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