Los beneficios de hacer yoga por la mañana (y las posturas con las que puedes empezar)

El yoga es una disciplina de constancia y autoconocimiento que ayuda a crecer a nivel físico y personal. Practicarlo por la mañana (mucho mejor que hacerlo por la tarde) ayuda a ser mucho más consciente de la conexión entre cuerpo y mente, se nota una mayor consciencia con el momento presente y se consigue una mejora de la calidad de vida.

Al levantarnos de la cama, por la mañana, el cuerpo aún permanece dormido y rígido. Sin embargo, el nivel mental suele ser tranquilo y el cerebro tiene pocos pensamientos, quizás con algún recuerdo de los sueños. Un estado perfecto para realizar una sesión de yoga por la mañana (conocido como ‘morning yoga’) y que puede ayudarnos a empezar el día con más energía.

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Lo mejor para practicar el yoga matutino es una secuencia de posturas de yoga fluido y suave para despertar, poco a poco, el cuerpo y la mente. Se trata de realizar movimientos dinámicos, pero lentos, coordinados con la respiración. De este modo, se crea espacio en el cuerpo, se oxigena el metabolismo y se calientan los músculos, generando una sensación de bienestar físico y mental nada más empezar el día.

Beneficios del 'morning yoga'

Practicar ‘morning yoga’ conlleva muchos beneficios, entre ellos, el de activar los músculos y las articulaciones haciendo que el cuerpo esté más relajado durante el resto del día. En este sentido, alivia y previene el estrés y la ansiedad ya que libera endorfinas, las conocidas hormonas de la felicidad.

El yoga matinal aumenta la energía positiva y el buen humor para enfrentar el día a día

Del mismo modo, otro de los beneficios del yoga matinal es su capacidad para aumentar la energía positiva y el buen humor para enfrentar los retos del día a día y mejorar el bienestar. Además, la respiración consciente hará conectar no solo el cuerpo, sino la mente, para dejar aparcadas las preocupaciones y las tareas del día hasta el momento preciso y no antes de lo necesario.

Junto a todo esto, es un momento de soledad, exclusivo para ti, con la mente descansada, como una terapia matutina para empezar tu rutina diaria con entusiasmo y vitalidad. La puesta en práctica de estos ejercicios físicos activa, además, el sistema nervioso y solo hacen falta entre 10 y 15 minutos diarios para conseguir un estilo de vida enfocado a la paz interior.

Una de las preguntas más frecuentes que uno se puede plantear es si conviene comer algo o no antes de practicar yoga. La respuesta es que es mejor hacerlo en ayunas ya que, al no tener ningún alimento, el cuerpo no hace la digestión y el cuerpo se relaja más fácilmente. En ayunas la sangre fluye más rápidamente, mejorando la eficacia del ejercicio y focalizando toda la energía en la práctica del yoga, y no en la digestión.

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Además, no hay que olvidar que muchas asanas requieren trabajo abdominal, por lo que si se ha comido antes se pueden sentir molestias en el estómago. Por este motivo, siempre se recomienda dejar pasar, al menos, dos horas desde la última comida antes de una clase de yoga.

Asanas recomendadas

Los expertos no dudan en apostar que la postura más recomendable para practicar en las primeras horas de la mañana es el saludo al sol. Lo primero que se debe hacer es sentarse con las piernas cruzadas y la espalda recta, llevando toda tu atención a la respiración, durante 2-3 minutos. Después se debe realizar algún movimiento para calentar el cuerpo, como la secuencia gato-vaca y comenzar con saludos al sol para activar todo el cuerpo.

Después de esto se pueden realizar algunas asanas de pie. Una de ellas es la postura de la lanza, para que la columna se estire en ambas direcciones, las piernas se fortalezcan y se estiren y para que las caderas adquieran simetría. Otra es la postura del árbol que mejora el equilibrio, abre el pecho y alivia la rigidez de los hombros. También se puede practicar la Navasana, que trabaja el centro abdominal.

La postura más recomendable en las primeras horas de la mañana es el saludo al sol

Una vez hecho todo este circuito, se realizan extensiones hacia delante y, por último, se tumba uno en el suelo boca arriba dejando caer todo el cuerpo desde los pies hasta la cabeza, para comprobar todos los beneficios obtenidos de la práctica.