Un estudio revela que el yoga podría ser la herramienta perfecta para no volver a ganar peso

Uno de los grandes problemas a los que se enfrentan las personas que quieren adelgazar no tiene que ver con la propia pérdida de peso, sino con mantenerse en su nuevo estado. Es decir, en muchos casos adelgazar no es el mayor obstáculo, sino que muchas personas consiguen perder los kilos que les sobran, pero después sufren el temido efecto rebote y los recuperan rápidamente.

La revista médica PLOS One publicaba hace algunas semanas un interesante estudio sobre el efecto del yoga en las personas que han adelgazado. Evidentemente, esta práctica no quema las mismas calorías que el 'running', las pesas o los ejercicios de alta intensidad, por lo que no se suele recomendar para perder peso. Sin embargo, podría ser la herramienta perfecta para mantener el peso perdido.

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La doctora Jessica Unick es la investigadora principal del estudio, y lo ha probado en sus propias carnes: "Me gusta jugar al tenis, así que comencé a dar clases de yoga solo para aumentar la fuerza y ​​la flexibilidad. Pero lo que fue muy interesante para mí es que siempre salía de las clases sintiéndome más relajada y menos estresada. Siento que el yoga se ha pasado por alto en el campo del control de peso… la gente simplemente asume que, como no quemas muchas calorías, no será efectivo para bajar de peso. Pero estaba más interesada en los beneficios psicológicos".

La importancia de la cabeza

La doctora Unick y el resto de investigadores que participaron en el estudio se fijaron en tres cuestiones fundamentales y cómo el yoga podía ayudarlas. La primera, el mindfulness, es decir, ser más conscientes de nuestros hábitos porque "es muy fácil comer alimentos sin pensar", tal y como ha explicado a Today.

El yoga no es solo para mujeres delgadas: todas las participantes sufrían obesidad o sobrepeso

La segunda es la tolerancia a la angustia, porque el problema de muchas personas para mantener el peso perdido se debe a la alimentación emocional o al estrés; y, por último, la autocompasión, es decir, que la persona que ha perdido peso se sienta culpable por saltarse su dieta, coma más por ese sentimiento de culpa y arruine todo lo ganado anteriormente. Por eso, para la doctora Unick es sorprendente que apenas se haya investigado sobre la combinación de yoga y pérdida de peso.

En el estudio participaron 60 mujeres, todas ellas con sobrepeso u obesidad. El primer paso fue participar en un programa de adelgazamiento que duró tres meses y durante el cual se enfrentaron a una dieta de entre 1200 y 1800 calorías diarias y una sesión de ejercicio físico, además de sesiones grupales semanales con un psicólogo y un nutricionista.

El segundo paso fue dividir a las participantes en dos grupos: uno asistiría a clases de yoga dos veces a la semana, mientras el otro lo haría a clases de cocina y nutrición. Después de otros tres meses, los resultados fueron sorprendentes: las mujeres que habían adelgazado con la dieta y asistieron a clases de yoga perdieron un 3,5 % más de peso que sus compañeras que fueron a clases de nutrición y cocina.

Sentirse bien

La directora del estudio no puede confirmar cuál fue la causa de esos datos, pero cree que tiene que ver con una mejora en la autoestima y la capacidad de tolerar sensaciones incómodas: "Sospecho que las personas generalmente se sienten mejor, por lo tanto, es menos probable que se estresen por comer". Pero el estudio deja un dato más: para las personas que no adelgazaron mucho con la dieta, es probable que el yoga tampoco las ayude.

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Jessica Unick recomienda a todas las personas que prueben el yoga, ya que a ella personalmente le funcionó muy bien: "Existe la idea errónea de que el yoga es predominantemente para mujeres delgadas. Pero las que participaron en el estudio eran todas mujeres con un índice de masa corporal entre 25 y 40, por lo que están diagnosticadas de sobrepeso u obesidad y pueden hacer yoga. El yoga es para todos los tamaños".

Además de la dieta y el ejercicio, las participantes en el estudio recibieron dos clases de yoga Iyengar de 60 minutos durante dos veces a la semana, aunque se pueden probar muchos tipos de yoga diferentes hasta encontrar el que mejor se adapta a nuestras circunstancias. Según la doctora Unick, "muchas personas se sorprenderían de cómo las hace sentir el yoga; es uno de esos ejercicios sobre los que la gente no siempre tiene la mente abierta… pero, incluso si no estás seguro de que te va a gustar, pruébalo y mira lo que piensas".

El estudio confirma también la importancia de hacer deporte de forma regular y comer sano

La directora de la investigación no se olvidó tampoco de la importancia que tiene el ejercicio físico tanto a la hora de adelgazar como en el mantenimiento del peso perdido. Los investigadores quieren ahora llevar a cabo otro estudio en el que también estén involucrados hombres y no solo mujeres, para demostrar sus teorías.