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Los barones críticos se distancian de Sánchez y dudan de que sea el mejor para ganar a Díaz
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CRISIS EN LA CASA SOCIALISTA

Los barones críticos se distancian de Sánchez y dudan de que sea el mejor para ganar a Díaz

Los líderes territoriales diseñan su estrategia al margen de la del exlíder, y se concentran en pedir primarias ya, pero no han decidido quién es más fuerte para plantar cara a la baronesa andaluza

Foto: Pedro Sánchez, el pasado 26 de noviembre en Xirivella, Valencia, en la apertura de su gira con militantes. (EFE)
Pedro Sánchez, el pasado 26 de noviembre en Xirivella, Valencia, en la apertura de su gira con militantes. (EFE)

El sanchismo no es un bloque totalmente compacto. Ya no. Lo era hasta la caída de su líder, de Pedro Sánchez, pero poco a poco sus fuerzas orgánicas han ido disminuyendo. Al menos entre los cuadros medios y los barones. Los secretarios territoriales críticos con la gestora (y que aún militan en el bando antisusanista) albergan serias dudas de que el anterior jefe de Ferraz sea el mejor candidato a las primarias internas y pueda reconquistar el trono perdido. Un desmarque que se ha ido aquilatando con el paso de las semanas, al tiempo que ha ido ganando vuelo la alternativa de Patxi López, el hombre al que muchos en el PSOE ven con más posibilidades reales de rivalizar contra Díaz, aunque otros tantos desconfían por si eventualmente pactara con ella un reparto del poder.

El PSOE es un partido instalado en la máxima incertidumbre. Las aguas siguen muy agitadas pero el frenesí no es el mismo al que precedió a la defenestración de Sánchez, aquel 1 de octubre. Ahora todos están a la espera, nadan y guardan la ropa. A la espera, primero, de una fecha, la del 39º Congreso, que se despejará, siquiera tentativamente, en el comité federal del 14 de enero. Cuando ya se haya fijado un calendario seguro —Javier Fernández quiere que el cónclave se celebre "antes del verano", sobre mayo o junio, pero no ha dado más precisiones—, empezarán los movimientos más definitivos. La partida echará a andar. Antes, el panorama seguirá difuso, al menos en el flanco sanchista, porque Díaz sí da cada día más muestras de querer postularse, y en su entorno y fuera de él se da por hecho que así lo hará y que no dejará pasar esta vez el tren.

Los líderes de Baleares, Madrid, Castilla y León, Euskadi, Murcia, Navarra y La Rioja son los que antes estaban totalmente alineados con Sánchez

Sánchez cayó y dejó como herencia un partido dividido y tensionado, también debido a las maniobras de desestabilización dirigidas por sus críticos. Con él se alinearon los secretarios generales de Baleares (la presidenta de las islas, Francina Armengol), Madrid (Sara Hernández), Castilla y León (Luis Tudanca), Euskadi (Idoia Mendia), Murcia (Rafa González Tovar), Navarra (María Chivite), La Rioja (César Luena, quien fuera su secretario de Organización), Cantabria (Eva Díaz Tezanos), más el PSC de Miquel Iceta. Hoy, de ellos hay que descontar a estos dos últimos territorios, porque el primer secretario de los socialistas catalanes ha prometido "neutralidad" en el proceso congresual del PSOE —otra cosa es cómo se muevan sus bases, más refractarias a Díaz— y porque la vicepresidenta cántabra, que tiene a uno de los suyos en la ejecutiva temporal, Ricardo Cortés, está del lado de Ferraz. La presidenta de la gestora gallega, Pilar Cancela, avaló al antiguo líder, pero su posición, atosigada por los críticos del PSdeG, es de completa debilidad.

Foto: La presidenta de la Junta y líder del PSOE andaluz, Susana Díaz, el pasado 13 de diciembre en un desayuno informativo en Sevilla. (EFE) Opinión

"El futuro que él quiera tener"

Los barones sanchistas no han secundado públicamente los movimientos del exlíder, y de hecho no se han dejado ver con él en ninguna de sus reapariciones públicas. El principal cargo orgánico que sí le apoya sin titubeos es el secretario provincial valenciano, el diputado nacional José Luis Ábalos, y de hecho fue su anfitrión en Xirivella, el pasado 26 de noviembre. En el entorno más directo de Sánchez recuerdan siempre que él no se quiere rodear de mandos, sino de los militantes, precisamente por contraste con el poderío que exhibe Díaz. Pero también se solapa con una decisión voluntaria de los líderes territoriales de despegarse del manto del ex secretario general. Ellos mismos han ido poniendo tierra de por medio en sus declaraciones públicas. Este mismo miércoles lo hacía Mendia, que le respaldó hasta el final y se opuso a la abstención a Mariano Rajoy, aunque la acató. "Pedro Sánchez tendrá el futuro que él quiera tener y dependerá de las decisiones que tome", sostuvo, tras señalar que es "muy difícil adivinar el futuro" del exlíder.

Los sanchistas reconocen que el exlíder atesora un "caudal de confianza" de las bases muy importante, pero no tienen claro que pueda unir a un PSOE roto

La jefa del PSE, por tanto, no dice que Sánchez sea su candidato. Como tampoco ha expresado ese respaldo incondicional Francina Armengol. Ni siquiera el propio Luena en estas últimas semanas. E Iceta sabe que se juega la permanencia del PSC en los órganos federales del PSOE y, en concreto, la posibilidad de que sus casi 18.000 militantes puedan votar en el congreso socialista.


"Pedro tiene un importante capital político entre la militancia. Eso es indudable. Pero no sé si es el mejor candidato, por lo que palpamos", juzga un dirigente del máximo nivel del PSE y próximo a Mendia. Unas dudas que recogen casi milimétricamente la mayoría de los mandos críticos con la gestora de distintos territorios consultados por este periódico. No es sorprendente: ellos mismos están coordinados. El pasado miércoles, aprovechando la presencia de la líder vasca en un desayuno informativo en Madrid, se vieron las caras varios barones y cuadros territoriales para poner en común la estrategia. Algunos jefes no pudieron acudir, como Armengol, que 'delegó' en Mendia. No estaba Sánchez. Su gira con las bases camina "al margen" de la línea dibujada por los primeros espadas críticos, asume uno de ellos.

¿Quién representa a las bases?

Los dirigentes de las federaciones contrarias a Díaz lanzan un mismo mensaje: primarias internas y congreso federal cuanto antes —el mismo reclamo que abanderan las plataformas críticas que han eclosionado en todo el país—, sin más demoras. "Un buen congreso" en la primavera de 2017 para "normalizar cuanto antes el funcionamiento del partido", como advirtió Mendia este sábado desde Elciego, en Álava. Pero sin más compromisos. Cuando se abra el melón de los candidatos, creen, será el momento de hablar y posicionarse.

La mayoría de barones y altos mandos sanchistas se vieron el pasado miércoles en Madrid para coordinar su estrategia. Sánchez no estaba allí

Para los barones sanchistas, el ex secretario general cuenta con una gran fortaleza, el "caudal de confianza" de las bases, un capital político de primera magnitud, toda vez que son los militantes los que elegirán a su líder en primarias internas. Pero también tiene una debilidad no menor: ha sido el protagonista de la convulsa etapa anterior (como Díaz) y dudan de que sea capaz de cohesionar un PSOE roto al día siguiente del cónclave, en caso de que venciera. Porque al día siguiente tendría en sus mismos puestos a los poderosos presidentes autonómicos que provocaron su caída, con los que la relación es inexistente, lo que podría abocar al PSOE, creen, a una crisis más grave. De ahí que consideren necesario explorar otra candidatura alternativa a la de la presidenta andaluza, capaz de vencerla, pues parten de la idea de que hay un espacio muy distinto al oficialista que debe defenderse, al margen de quién lo encabece.


Y es aquí donde entra en liza Patxi López. El 'exlehendakari' y expresidente del Congreso respaldó hasta el final a Sánchez, pero es consciente de que la situación del partido ha cambiado. Y digiere mal que el exlíder socialista le asocie con él. En un encuentro informal con periodistas en Valencia, Sánchez aseguró que encontraba en López "una persona leal". "Estoy convencido de que donde esté yo estará él, y a la inversa". Una afirmación que molestó al dirigente vasco, que discrepa de ciertas actuaciones tanto de Sánchez como de Díaz y que no quiere ser visto como un clon del exjefe de Ferraz. Y sus compañeros de partido, incluso en la trinchera oficialista, lo conciben como un responsable con un talante muy distinto al de Sánchez, mucho más componedor, y con una "cultura de partido" muy asentada.

"Ni Su ni Sa"

Distintas fuentes del ala crítica insisten en que López "está moviéndose" y que ha enviado a uno de sus aliados, el exconsejero Rodolfo Ares, a sondear el terreno. Ambos lo niegan con rotundidad. "Patxi aún no tiene tomada la decisión de si lanzarse o no, pero si dijera que sí, nos moveríamos para ver si hay agua en la piscina, claro", indican desde el círculo de Ares. "Patxi está muy tranquilo y muy relajado, y no ha dicho a Rodolfo que explore. Ya se verá. Pero sí tiene claro que hay gente que no ve ni a Pedro ni a Susana como líderes", abundan fuentes muy próximas al 'exlehendakari'. Esta última consideración, la sensación de que las bases rechazan por igual a dos dirigentes que creen "abrasados", Sánchez y Díaz, también es mentada por barones y mandos críticos. Tanto que se ha resumido en una especie de eslogan: "Ni Su[sana] ni Sá[nchez]". Dirigentes de uno y otro signo sí entienden que un enfrentamiento a cara de perro entre los dos grandes rivales del PSOE agravaría la grieta interna.

Algunos dirigentes aprecian que López se está moviendo y envía a Ares a sondear el terreno. Pero ambos lo niegan. El 'exlehendakari' aún no ha decidido

Aquellos que dan por amortizado al ex secretario general resaltan que lo más importante es el crecimiento de un fuerte sentimiento antisusanista, que luego capitaneará el candidato que mejor sepa galvanizarlo. En el sector oficialista, de hecho, son conscientes de que el rechazo a la presidenta de la Junta ha aumentado, por el "odio" inoculado a las bases y por la percepción de estas, "proyectada por Sánchez", de que quien encabezó la conspiración para derribarlo fue ella. Ese "odio" preocupa, y mucho, a los que defienden a Díaz, aunque anticipan que en última instancia ella será capaz de "coser" al partido y calmar la desazón y subrayan que no hay alternativa viable a ella misma.

Foto: José Luis Rodríguez Zapatero abraza a Susana Díaz, durante el mitin de este 16 de diciembre en Jaén. (EFE)

Zapatero, Felipe, Rubalcaba, Bono... con Díaz

Sus defensores no ven terceras vías superadoras, porque "para ello se debería partir de dos candidatos con bajo apoyo, y no es el caso", sostienen, porque la baronesa andaluza cuenta, "de entrada, con más de la mitad del partido a su favor", y por eso mismo "no se va a retirar" de la carrera, en la que ya está virtualmente en pista, aunque no se haya postulado oficialmente. Díaz dispone del apoyo de seis de los siete presidentes autonómicos socialistas —todos menos Armengol—, de los dos exjefes del Ejecutivo —Felipe González, con un poco más de tibieza, y José Luis Rodríguez Zapatero, de forma decidida y pública— y de notables como Pepe Bono y Alfredo Pérez Rubalcaba. Este, aunque intentó que López le sucediera en su momento, está convencido por ahora de que Díaz debe ser la próxima secretaria general y no está en modo alguno, recalcan fuentes muy próximas, en una operación para lanzar al 'exlehendakari', con el que además lleva tiempo sin hablar.

"Creo que hay que poner al frente al que nos pueda ayudar más a ganar el congreso para cambiar el partido y el proyecto", sostiene una baronesa

Los barones críticos con la gestora no hablan de candidatos aún por más razones. Primero, porque deben mantener cierta apariencia de equilibrio en sus territorios, que no siempre controlan al cien por cien —Tudanca, por ejemplo, tiene contestación en varias provincias, o Sara Hernández en Madrid, igual que sufre rebelión interna el susanista Ximo Puig en Valencia, por poner un caso del otro sector—, y porque luego ellos mismos se exponen a sus congresos regionales. Saben que un traspié en la apuesta federal puede implicar costes en sus territorios. O sea, también velan por su "supervivencia", como reconocen distintas fuentes.

Al final, ¿pacto entre críticos?

La posición de estos barones críticos la resume una de ellos, y de las de mayor peso: "Creo solo en los proyectos colectivos. Y creo que hay que poner al frente al que nos pueda ayudar más a ganar el congreso para cambiar el partido y el proyecto". Por eso mismo tanto los dirigentes territoriales alineados antes con Sánchez como los más fieles al ex secretario general coinciden en señalar que las "tensiones" entre los críticos seguirán en tanto el congreso no esté convocado, pero al final se unirán todos frente a Díaz en una candidatura única. Y puede que entonces "Pedro tenga que renunciar" para dejar paso a un sucesor. Quizá López, quizá incluso Armengol, a la que algunos citan, aunque ella se descarta. Pero los más y menos cercanos a él sí reconocen que todo pacto para conformar una candidatura alternativa a la de la baronesa andaluza deberá contar con su aprobación.

Zapatero arropa a Susana Díaz en su paso hacia la secretaría general del PSOE

Sánchez, desde luego, no se ha postulado. Y sus interlocutores sí apuntan que aún "no lo tiene claro" y que está hecho un lío. Pero en su equipo más de confianza —ahora nucleado en torno a un puñado de dirigentes, como el leonés Ibán García del Blanco, o los parlamentarios José Luis Ábalos, Sofía Hernanz, Adriana Lastra y Luisa Carcedo— es el que más le anima y el que insiste en que el capital de confianza de las bases no es trasvasable a otro aspirante y ven con resquemor los movimientos de los barones sanchistas. Y especialmente señalan su disgusto con César Luena, a quien sitúan como un sostén fundamental de López. En el entorno del exsecretario de Organización no niegan la "cercanía, de siempre", con el 'exlehendakari', y apuntan que sería "insensato" no calibrar "el desastre" que provocaría un duelo sangriento entre Sánchez y Díaz. La alianza de Luena con López duele más a los sanchistas 'puros' por cuanto el primero fue su número dos y compartió la estrategia de Ferraz con él.

Los pretorianos de Sánchez sí recelan del apoyo de Luena a López. En el PSOE sí se oye que el expresidente del Congreso podría pactar con Díaz

Además, los pretorianos del exlíder desconfían de las intenciones del expresidente del Congreso. Y es que en el PSOE se escucha, en todas las esquinas, que López podría acabar pactando con Díaz en el último momento para evitar el choque a cambio de un reconocimiento a su espacio. Él no dice ni sí ni no. Por eso algunos sanchistas entienden que "no es óbice" que se presente el 'exlehendakari' para que concurra también el ex secretario general. Pero ese escenario de tres candidatos beneficiaría a Díaz. Por esa razón los colaboradores de Sánchez y los que están más distanciados de él vaticinan que no habrá "enfrentamiento" entre dos dirigentes que representen el mismo espacio.

Zapatero: "Se dan las condiciones para que el PSOE recupere una mayoría social"

En el flanco oficialista resaltan la pérdida de apoyos orgánicos de Sánchez —el manchego Emiliano García-Page le advirtió el viernes de que, "con toda la gente que está sacando cubos del charco", se puede quedar sin agua—, porque "quienes son más de partido ya no están con Pedro", y añaden que "lo más importante" es que los cuadros y los barones "no quieren un congreso de confrontación", por los peligros que acarrearía y porque el PSOE "no está para más guerras personales". En el fondo, unos y otros saben que el próximo cónclave será crucial para la vida de un partido centenario. Que no se juega solo quién lo encabeza, sino su propia supervivencia. Y eso no es una frivolidad.

Zapatero ratifica su apoyo a Díaz

A estas alturas, pocos pueden dudar ya de que Susana Díaz dará el paso. Ella misma enhebró un discurso en clave nacional y con múltiples zascas implícitos a Pedro Sánchez en el acto que compartió con José Luis Rodríguez Zapatero este viernes en Jaén, con motivo del décimo aniversario de la Ley de Dependencia. En él, el expresidente del Gobierno ofreció todo su "apoyo, afecto y cariño" a la presidenta de la Junta. 

Este sábado, Zapatero se desplazó a Ejea de los Caballeros, Zaragoza, a un acto con el presidente aragonés, Javier Lambán, otro de los apoyos claros de Díaz. El expresidente reconoció que la víspera había dado un apoyo "muy claro" a la tarea de la secretaria general del PSOE-A y subrayó que un proyecto político debe aunar dos condiciones: representar a la mayoría y tener vocación de ganar elecciones y gobernar. 

¿Y Díaz podrá unir al partido? Zapatero contestó que lo único "constatable" es que ella pudo unir "en una piña" a los socialistas andaluces después de la división existente entre Manuel Chaves y José Antonio Griñán. "Esto es lo que sabemos, a partir de ahí la unidad del PSOE es una unidad en la libertad", comentó Zapatero, para añadir que el partido es de los "militantes", informa Efe. Para el expresidente, se dan las condiciones para que el PSOE vuelva a tener una posición "mayoritaria" y recupere una "mayoría social, política y electoral" en el país una vez se celebre el 39º Congreso Federal. 

Díaz, desde Málaga, volvió a enviar una señal de que está dispuesta a asumir el reto: los socialistas andaluces, apuntó, siempre ayudarán "a que el partido se levante lo antes posible, que es lo que España necesita".

En todo caso, no hay ninguna candidatura porque no hay ni fecha del congreso. Se decidirá en la reunión del comité federal del 14 de enero, que la gestora convocará en los próximos días. Este sábado el comité regional del PSOE extremeño aprobó, a propuesta del presidente, Guillermo Fernández Vara, con solo tres votos en contra y dos abstenciones, una resolución que apoya que todos los procesos congresuales del PSOE (federal, autonómicos y provinciales) se resuelvan en el primer semestre de 2017 (lo que supondría que el federal se hiciera no después de mayo) y que la ponencia marco esté lista en dos meses para que pase a discutirse en las agrupaciones. 

Entre la mayoría oficialista no hay una decisión tomada. El pasado lunes, se vieron en Ferraz los secretarios de Organización de Andalucía (Juan Cornejo), Valencia (Alfred Boix), Aragón (Pilar Alegría), Asturias (Jesús Gutiérrez), Castilla-La Mancha (Jesús Fernández Vaquero) y Extremadura (Ascensión Godoy, que es miembro de la cúpula interina), convocados por el portavoz de la gestora, el andaluz Mario Jiménez. A ellos se unió el exsecretario de Organización de Canarias, Julio Cruz, ahora miembro de la dirección temporal del PSOE de las islas. Es decir, se vieron todos los números dos de las federaciones afines a Ferraz. Se excluyó a los críticos, decisión que molestó a estos. 

La reunión sirvió para contrastar opiniones (hay diferencias también entre los oficialistas) e ir preparando el camino hacia el congreso, pero no fue de carácter concluyente. Sí se percibió consenso en no apostar por una conferencia política y sí por debatir las distintas materias que compondrán la ponencia marco que se discutirá en el cónclave en distintas convenciones sectoriales que tendrían lugar desde comienzos de 2017. 

El sanchismo no es un bloque totalmente compacto. Ya no. Lo era hasta la caída de su líder, de Pedro Sánchez, pero poco a poco sus fuerzas orgánicas han ido disminuyendo. Al menos entre los cuadros medios y los barones. Los secretarios territoriales críticos con la gestora (y que aún militan en el bando antisusanista) albergan serias dudas de que el anterior jefe de Ferraz sea el mejor candidato a las primarias internas y pueda reconquistar el trono perdido. Un desmarque que se ha ido aquilatando con el paso de las semanas, al tiempo que ha ido ganando vuelo la alternativa de Patxi López, el hombre al que muchos en el PSOE ven con más posibilidades reales de rivalizar contra Díaz, aunque otros tantos desconfían por si eventualmente pactara con ella un reparto del poder.

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