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Sánchez: "Hay que coser al PSOE con la voz de la militancia, y no cuatro en un despacho"
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LA SEGUNDA PARADA DEL EX SECRETARIO GENERAL: ASTURIAS

Sánchez: "Hay que coser al PSOE con la voz de la militancia, y no cuatro en un despacho"

15 días después de Xirivella, reaparece en un acto en El Entrego, al que acude un millar de personas. Acusa la gestora de ayudar a Rajoy, exige "un buen congreso ya" y no dice si dará el paso

Foto: Pedro Sánchez, aclamado por militantes y simpatizantes socialistas en El Entrego, en San Martín del Rey Aurelio, este 10 de diciembre. (EFE)
Pedro Sánchez, aclamado por militantes y simpatizantes socialistas en El Entrego, en San Martín del Rey Aurelio, este 10 de diciembre. (EFE)

Los acordes de 'La Internacional' esperaban a Pedro Sánchez en el parque de La Laguna de El Entrego. En el corazón de la cuenca minera de Asturias. Le aguardaban el mítico himno de la izquierda y en torno a un millar militantes y simpatizantes del PSOE. Rostros adultos, mayores, algunos niños y menos jóvenes dispuestos a escuchar al ex secretario general en su segundo reencuentro con las bases en España después de dejar su escaño en el Congreso, un acto en el que de nuevo azuzó las ansias de un congreso urgente del partido, como único remedio para superar la tremenda fractura interna: para "coser al PSOE", ironizó, tirando del verbo que es ya casi marca registrada de Susana Díaz, "el mejor hilo y aguja" es "la voz y el voto" de las bases, y "no cuatro metidos en un despacho".

Foto: El ex secretario general del PSOE Pedro Sánchez, durante su visita a Xirivella, Valencia, el pasado 26 de noviembre. (EFE)

Sánchez se hizo poco de rogar. Antes del acto en El Entrego, el mayor núcleo urbano de la localidad de San Martín del Rey Aurelio, en la comarca del Nalón —apenas una tarima desnuda, una pancarta rotulada con un 'Asturias con Pedro' y unas 700 sillas colocadas delante del adusto escenario—, se reunió con la ejecutiva del SOMA, la poderosa central minera que se ha volcado en bloque con él desde hace meses. Pero llegó puntual, puntualísimo, cuando daban las cinco de la tarde, y al ritmo de 'Color esperanza', de Diego Torres, la canción que tiene pinta —ya sonó en Xirivella, Valencia, el arranque de su gira 'on the road'— de convertirse en el santo y seña de su carrera alternativa (hasta donde llegue) por la reconquista del poder del PSOE. El sol ya se estaba comenzando a ir, y el tiempo, aunque más suave durante la jornada en Asturias que en otros puntos de España, ya refrescaba.

Pedro Sánchez: "Para coser el PSOE el mejor hilo es la voz y el voto de la militancia"

El Principado es una federación marcada en rojo para Sánchez. La "referencia del socialismo español", como él mismo dijo, la fibra del sindicalismo combativo. La tierra de Javier Fernández, el presidente de la comunidad y de la gestora que le sustituyó al frente del partido. Un gesto más que simbólico y que ha incomodado a Ferraz. Era como un puñetazo propinado en el estómago, justo donde más duele.

Sánchez quiere "un buen congreso ya", porque el retraso "no beneficia a ningún socialista, y sí a Rajoy, que prefiere un PSOE como el de ahora, sin liderazgo"

El ex secretario general fue precedido en el turno de intervenciones por el alcalde y el líder socialista de San Martín del Rey Aurelio, Enrique Fernández y José Ramón Martín Ardines, y por cuatro militantes de base. Todos ellos lanzaron mensajes más o menos directos contra la cúpula provisional —entre el público se chilló "gestora, impostora"— y reclamaron un congreso ya, aunque sin citar en ningún momento a Fernández. Tampoco lo hizo Sánchez, que en ningún momento de su breve intervención —15 minutos de reloj— mentó al líder asturiano. "Esto es un acto de reivindicación de la militancia. No vamos contra nadie, reivindicamos la unión del PSOE, no queremos dividir o fracturar al PSOE, porque para un socialista nunca será un adversario otro socialista. El adversario común es el PP". Y añadió a continuación una de las claves de su discurso: "Para unir al PSOE, o para coserlo, que es el verbo de moda, la mejor aguja y el mejor hilo es la voz y el voto de la militancia, y no cuatro metidos en un despacho". Un ataque directo, aquí sí, a los aparatos. Los mismos, por cierto, que le ayudaron en 2014, como pactaron en un hotel de Madrid, con él delante, los barones de Andalucía (Susana Díaz), Valencia (Ximo Puig), Madrid (Tomás Gómez) y el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero.


Tras la mención al hilo, a la voz de las bases, se oyó un grito de protesta contra quien los sanchistas identifican como la enemiga a batir, la presidenta andaluza: "¡Fuera la Susana!". Pero Sánchez ignoró esa referencia. "En el PSOE en el que creemos no sobra nadie, falta la voz de la militancia", reiteró. Ese es su principal 'claim'. A la vista está que a los críticos no les convence en modo alguno que Fernández intentara apaciguar el patio interno el pasado martes asegurando que habría congreso "antes del verano". No es suficiente para ellos. Sánchez no puso fecha, sí lo hizo el joven militante Óscar Pérez (27 años), de Luarca, que lo exigió "para primavera, para febrero, marzo o abril". Y no mayo o junio, como pretenden los oficialistas.

Foto: El ex secretario general del PSOE Pedro Sánchez, durante su retorno político en Xirivella (Valencia), este 26 de noviembre. (EFE)

"Ni liderazgo ni dirección"

"Hoy no tenemos ni liderazgo ni dirección", denunció, haciendo referencia a un cierto vacío de poder en Ferraz que urge cubrirlo. Porque la "disyuntiva" entre un congreso ya o un "buen congreso" —como invoca en este último caso la gestora— es "falsa", porque "se pueden hacer las dos cosas al mismo tiempo". "Un buen congreso ya", resumió, copiándose a sí mismo. Sánchez avisó de que el "retraso" del cónclave "no beneficia a ningún socialista, y sí a Mariano Rajoy", porque tiene como sueño "un PSOE como el de ahora, sin liderazgo". "Por eso habrá quien considere que es mejor retrasar el congreso, porque quieren competir en clave interna. Y no es nuestro caso. Queremos celebrar primarias y congreso ya para unir al PSOE, para unir a la izquierda y derrotar a la derecha". Un triple objetivo que también delata los planes de Sánchez: erigirse como el referente de izquierdas dentro del partido, más próximo a Podemos —ya dijo ante Jordi Évole que había que trabajar "codo con codo" con la formación de Pablo Iglesias—, como el garante de la voz de la militancia y como el único capaz de cohesionar a un partido herido. No se postuló como candidato, ni tampoco aportó más novedades ni más giros discursivos. El tronco de su discurso ya está hecho, y es un calco del de Xirivella, a grandes rasgos, solo que allí conminó a la ejecutiva interina a no apoyar ni el techo de gasto ni los Presupuestos del PP. Hoy no dijo nada de ambos asuntos.

El acto en la cuenca minera desata la guerra de cifras: los sanchistas contaban "más de 2.000 asistentes", mientras la gestora reducía el volumen a medio millar

Argumentos todos que rebaten con fiereza desde el lazo oficialista, porque acusan al exlíder de haber provocado la mayor quiebra de la historia reciente del partido. Y no solo eso. Ferraz y sus federaciones afines minimizan la fuerza de Sánchez y su capacidad de atracción, y de hecho este sábado llovieron los mensajes relativizando y encogiendo las cifras de asistentes. Los organizadores, plenamente satisfechos, se decían "desbordados" y ofrecían el dato de "más de 2.000 presentes". O sea, más que en Xirivella, hace 15 días. La gestora, que había enviado 'observadores' al acto, insistía en que "como mucho había 700". Vamos, que había habido "pinchazo". "Un fiasco".

En realidad, había concentrados en el parque de La Laguna de El Entrego en torno a un millar de simpatizantes, porque a las aproximadamente 700 sillas colocadas se sumaban aquellos que siguieron la 'rentrée' de Sánchez de pie, apelotonados en los laterales. El espacio se había ido llenando poco a poco. Lógico, porque aterrizaron a la zona autobuses de otros puntos del país, como Madrid, Cantabria, Galicia, León o Euskadi.

El desafío de la "credibilidad"

La gestora ha justificado el estiramiento de los tiempos por la necesidad de repensar a fondo el corpus socialista. Objetivo que no comparte Sánchez. O no de ese modo. "Redefínase, pero que la propuesta la haga una dirección escogida por la militancia de base". Vuelta a lo mismo, a que el poder radique en la militancia. El ex secretario general defendió que el PSOE dispone además de las "mejores soluciones" para atajar problemas como la desigualdad, la precariedad, el vaciamiento de la hucha de las pensiones o el modelo territorial. "A lo mejor nuestro problema no son las políticas, ni el diagnóstico de las políticas. A lo mejor el desafío que tiene el PSOE es de credibilidad. Y si decimos a los españoles que queremos su voto para decir no a Rajoy, se tiene que votar no a Rajoy en la investidura".

El PSOE es un partido de izquierdas, y si tiene que buscar una posición no es ni la de estar al lado del PP ni debajo, sino enfrente

El público prorrumpió entonces en aplausos y coreó con fuerza de nuevo el "¡no es no!". Sánchez despreció la catalogación del PSOE como un partido de centro que mira a la izquierda o como un partido de izquierdas que atrae al centro. "El Partido Socialista es un partido de izquierdas, y si tiene que buscar una posición no es ni la de estar al lado del PP ni debajo, sino enfrente. Eso es lo que queremos". Así que, por contraste, la gestora habría dejado al PSOE, a su juicio, como una franquicia de los populares.

Pedro Sánchez reclama un PSOE más democrático, unido y enfrentado al PP

Para apuntalar su discurso, y seguir aprovechando el cabo que dejó ya en la entrevista en 'Salvados', reiteró que en el congreso él estará de parte de "los que quieran un PSOE autónomo de los poderes económicos, de izquierdas, que dé voz y voto a la militancia para escoger el rumbo del PSOE, feminista, europeísta, federalista, que defienda a los trabajadores de las cuencas mineras". Y para ahondar en su defensa de las bases, tiró de la historia: se retrotrajo al VI Congreso del PSOE, celebrado en 1902 en Gijón, una de cuyas conclusiones fue que la política de alianzas "tenía que ser consultada a la militancia". Así que el referéndum a los afiliados, proclamó "forma parte de la mejor historia del PSOE".

Y volviendo al pasado, recordó los 91 años del fallecimiento del fundador, Pablo Iglesias —el aniversario se conmemoró ayer viernes—, subrayó cómo en su primera visita a Asturias, en el teatro del Fontán de Oviedo, en 1892, las reseñas periodísticas de la época avisaban de que el socialismo "jamás arraigaría" en el Principado —"¡cuán equivocados estaban!"—, cómo el socialismo asturiano se ha construido gracias a la lucha "abnegada" de dirigentes como Manuel Llaneza (el que alumbró el SOMA) o Manuel Vigil Montoto o como una de las últimas milicianas vivas, Maricuela.

"Es nuestra historia, la de las miles de personas anónimas y no anónimas que se rebelaron contra la injusticia. Es la historia del socialismo, que siempre dijo no a la derecha y sí a la democracia". Referencia que le daba pie para elogiar a los herederos de aquellos históricos, al actual alcalde de El Entrego o al líder del sindicato minero, José Luis Alperi, hoy presente en el acto.

Militantes "rebeldes"

Frente a la "bandera del miedo", que enarbolan, dijo, Donald Trump, Marine Le Pen o los partidarios del Brexit , los socialistas han de izar la enseña de la "fraternidad, la igualdad, la justicia social, la libertad". "Os convoco para que el próximo congreso del PSOE, entre todos, con nuestra voz y nuestro voto, hagamos un PSOE mejor, un PSOE unido, para una España mejor y una España unida". Fue su última proclama. Justo antes de que en el parque se escuchara 'La Internacional', recibida por Sánchez y sus compañeros con el puño en alto. Entre ellos, la diputada nacional Adriana Lastra y la senadora Luisa Carcedo, dos miembros de su ejecutiva que permanecieron a su lado hasta el final y que siguen con él al pie del cañón, enfrente de Fernández. Dos "grandes socialistas", las elogió su exjefe.

Ninguna de las dos intervino. El propósito era montar un acto coral, más centrado en la base. De ahí que actuaran de anfitriones el alcalde y el secretario general de San Martín del Rey Aurelio, y cuatro afiliados rasos: la ovetense Ana Toyos; Carmen Saras, de Gijón; Manuel Francisco, jubilado de Langreo —"No somos militantes sumisos, sino rebeldes"—, y el joven luarqués Óscar Pérez, que pidió una catarsis total para que aquellos que "daban por muertos" a los críticos se queden "con la boca abierta". Pero el destinatario de ese mensaje, la gestora y los que comulgan con ella, no dieron acuse de recibo. Creen que el ex secretario general está más derrotado de lo que cree. Por mucho que reaparezca arropado por cientos de militantes periódicamente. Pero para los suyos, la prueba de este sábado en El Entrego, en una comunidad como Asturias, da aliento suficiente para seguir.

José Luis Rodríguez Zapatero: "Vamos a estar muy bien… a partir del próximo congreso"

Zapatero amonesta a Sánchez: para ganar hay que tener "ideas claras" y "voluntad mayoritaria"

Hace 15 días, ocurrió algo semejante. Pedro Sánchez debutaba como militante de base en Xirivella y José Luis Rodríguez Zapatero protagonizaba un acto en otro punto de España. Este sábado, igual. El exlíder, en Asturias (por la tarde) y el expresidente del Gobierno en La Bañeza, en León (su tierra de acogida), por la mañana.

Zapatero participó en la clausura de un homenaje a los cerca de 400 alcaldes socialistas de la provincia desde el arranque de la democracia. No aludió a Sánchez, pero ni falta que hacía, porque se podían sentir sus acometidas con guante de seda. Así, subrayó que el próximo congreso del PSOE es "muy importante", por lo que "se deben tener las ideas claras para gobernar en España", y para ganar "hay que tener la determinación de ser una voluntad política mayoritaria". Un mensaje que en otras ocasiones ha parafraseado Susana Díaz. Los oficialistas acusan al ex secretario general de no haber tenido la ambición de competir con el PP y de haberse conformado con ser el hermano mayor de Podemos. Es necesario "hacer un congreso para ganar en la sociedad y liderar España, que es lo que tiene y sabe hacer el PSOE", proclamó el expresidente, que en 2014 apoyó a Sánchez frente a Eduardo Madina para conquistar Ferraz

"El próximo congreso nos llevará directamente a ser de nuevo la mayoría social en España", añadió, apuntalando esa idea central de su discurso. De hecho, recordó que en el cónclave que él ganó, en 2000, después de la terrible debacle sufrida por Joaquín Almunia (125 escaños), compareció ante sus compañeros (y frente al candidato favorito, José Bono) con un mensaje optimista, su "no estamos tan mal". "Vamos a estar muy bien... a partir del próximo congreso", confió. "El PSOE tiene un gran pasado pero también tiene un gran futuro". Y añadió: "Somos el partido más antiguo de España, el que más elecciones ha ganado y el que más ganará porque el PSOE es lo mejor que le pueda pasar a España en el futuro". 

Zapatero también aplaudió sin ambages la labor de la gestora, porque en "un tiempo en que a la gente solo le preocupa el tiempo, al PSOE le debe preocupar el espacio y el contenido y la visión de cómo construir la sociedad y defenderla". El expresidente felicitó a la cúpula que dirige Javier Fernández por su acuerdo con el PP para subir el salario mínimo un 8%, o la mayor relajación del déficit para las comunidades. La próxima tarea, indicó, es muy "clara": hay que pelear por la mejora de las pensiones mínimas, la recuperación de la financiación para la dependencia, o la vuelta de la Educación para la Ciudadanía, así como reformas en el mercado de trabajo para salir de una "precariedad laboral lacerante", yendo "de la mano de sindicatos y empresarios". 

Los acordes de 'La Internacional' esperaban a Pedro Sánchez en el parque de La Laguna de El Entrego. En el corazón de la cuenca minera de Asturias. Le aguardaban el mítico himno de la izquierda y en torno a un millar militantes y simpatizantes del PSOE. Rostros adultos, mayores, algunos niños y menos jóvenes dispuestos a escuchar al ex secretario general en su segundo reencuentro con las bases en España después de dejar su escaño en el Congreso, un acto en el que de nuevo azuzó las ansias de un congreso urgente del partido, como único remedio para superar la tremenda fractura interna: para "coser al PSOE", ironizó, tirando del verbo que es ya casi marca registrada de Susana Díaz, "el mejor hilo y aguja" es "la voz y el voto" de las bases, y "no cuatro metidos en un despacho".

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