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Sánchez culpa a Díaz, Alierta, los bancos y Prisa de su caída como líder del PSOE
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ENTREVISTA CON JORDI ÉVOLE EN 'SALVADOS'

Sánchez culpa a Díaz, Alierta, los bancos y Prisa de su caída como líder del PSOE

El exlíder se postula para las primarias y reta a la presidenta andaluza a "dar un paso al frente". Defiende una relación más estrecha con Podemos y habla de Cataluña como "nación"

Foto: Pedro Sánchez, durante su rueda de prensa de despedida como diputado en el Congreso, este 29 de octubre. (Reuters)
Pedro Sánchez, durante su rueda de prensa de despedida como diputado en el Congreso, este 29 de octubre. (Reuters)

Un Pedro Sánchez a calzón quitado. Sin las ataduras que preñaban todas sus entrevistas. Ya no es ni secretario general ni diputado en el Congreso. Es un militante de base que quiere volver a pilotar el PSOE y que empieza desnudándose. Arrojando, eso sí, munición dura, durísima, contra su partido —contra Susana Díaz, especialmente, y contra el resto de barones—. Pero también contra César Alierta, expresidente de Telefónica, contra el sector financiero, contra Prisa, editora del diario 'El País', culpando a todos ellos de haber propiciado su caída por su empeño en defender el PSOE como "alternativa" al PP e intentar armar un Gobierno alternativo con Podemos e incluso con el concurso de las fuerzas nacionalistas. Una suerte de conspiración de los poderes fácticos que cortaron de cuajo su camino e impidieron el entendimiento y el "trabajo codo con codo" del PSOE con la formación de Pablo Iglesias y que desató, como era esperado, la inmediata simpatía del partido morado en las redes sociales.

[Las frases de Sánchez en la entrevista: Susana Díaz, Podemos, Cataluña...]

Sánchez ya no es secretario general desde el funesto comité federal del 1 de octubre, ni es diputado desde ayer sábado, cuando renunció a su acta pocas horas antes del arranque del pleno de investidura de Mariano Rajoy, en el que las 68 abstenciones socialistas lograron finiquitar una parálisis institucional de 314 días. Tras entregar su escaño, se dirigió a la sala de prensa del Congreso, expuso sus razones en una emotiva comparecencia en la que a punto estuvo de llorar, y se marchó sin aceptar preguntas. Las respuestas se las dio este domingo a Jordi Évole a lo largo de una entrevista para 'Salvados', en La Sexta, grabada por la mañana, cuando también lanzó su web para recabar apoyos.

Foto: Pedro Sánchez, este 29 de octubre en el Congreso, cuando anunció su renuncia a su escaño de diputado. (Reuters)

Y las respuestas fueron impactantes. De principio a fin. Quizá lo más destacado no fue el titular que ya se esperaba, que se presentará a las primarias del PSOE porque tiene "fuerzas, ganas y voluntad" para volver a tener el timón del PSOE, pero lo hará "si hay agua en la piscina" y si por tanto le apoya la militancia. También retó a Díaz a "dar un paso al frente" y competir contra él si quiere gobernar el partido. Lo más llamativo fue su relato, la reconstrucción de lo ocurrido desde que fue elegido secretario general en el verano de 2014 hasta su decapitación, revelando detalles no conocidos hasta ahora que contribuyen (o eso quieren los suyos) a alimentar el mito del líder amado por las bases pero odiado por los poderes. Como sorprendieron declaraciones como la definición de España como una "nación de naciones".

Sánchez: "Si Susana Díaz quiere liderar el PSOE, tiene la obligación de presentarse"

Los "errores" que siguieron al comité federal

Lo último en el tiempo es su decapitación como líder. ¿Le mató Susana Díaz?, le preguntó Évole. "No estoy muerto, estoy aquí. Pero no me gustaron ni las formas [de aquel comité federal del 1 de octubre] ni el fondo, porque el fondo era deponer a un secretario general para facilitar un Gobierno del PP y entorpecer y bloquear un Gobierno alternativo".

"No estoy muerto, estoy aquí", responde cuando Évole le pregunta si le mató Díaz. Pero advierte de que el propósito era impedir un Gobierno alternativo

Su afán por conseguir un Ejecutivo distinto al del PP arrancó ya desde las elecciones del 20-D. Sánchez recordó que la víspera de otro comité federal decisivo, el del 28 de diciembre, se reunió con los barones y aceptó las condiciones que le pusieron. Una de ellas fue no aceptar ni el apoyo ni la abstención de las fuerzas nacionalistas catalanas (ERC y la antigua Convergència), y ese fue uno de sus "errores". La otra fue no sentarse a hablar con aquellos que defendían el derecho a decidir, caso de Podemos. Después pactó con Ciudadanos, y fue un "error", admitió, cerrar el acuerdo con Albert Rivera y no hacerlo también con Podemos, pero en aquel momento "todo el mundo estaba jugando a [ir a] segundas elecciones", el PP, Pablo Iglesias ("porque tenía una bala de plata", que era "engullir" a IU) y Ciudadanos.

Pedro Sánchez: "Mi error fue firmar solamente con C's y no con Podemos"

'El País' y sus editoriales "insultantes"

Entonces llegó una de las preguntas clave de la noche: ¿alguien le dijo que con Podemos no podía pactar? "No, pero ha habido determinados medios de comunicación que sí me dijeron que si había entendimiento" irían en su "contra". Medios "supuestamente progresistas". Afinó más: el diario 'El País' fue "uno de ellos".

Denuncia los "embates de los poderes económicos que a través de los medios han intentado influir en su decisión" e impedir un entendimiento con Iglesias

El ex secretario general se explayó contra Prisa y su periódico de cabecera, cuya línea editorial ha sido "abusiva e insultante" hacia él —le llegó a llamar "insensato sin escrúpulos", calificativo que se "esperaba"— porque se oponía a que hubiera un "entendimiento" entre las dos formaciones de izquierdas. Sánchez llegó a contar que, aunque no se reunió con el presidente del rotativo, Juan Luis Cebrián, sí lo hizo con responsables del diario —se podía intuir que lo hizo con el director, Antonio Caño— que le advirtieron de que o permitía el Gobierno a Mariano Rajoy o los editoriales no le iban a "facilitar" su intento de Gobierno alternativo.

Sanchez: "'El País' me dijo que con un acuerdo de PSOE y Podemos, lo criticaría e iría en contra"

Dijo más. Que el problema radica en que algunos medios están en manos de "muy pocas empresas", y que en su accionariado se sientan bancos y compañías de telecomunicaciones. De nuevo, otra referencia a Prisa. Sánchez subrayó que el expresidente de Telefónica César Alierta "y otros" empresarios "han trabajado por que hubiera un Gobierno conservador", por que no se entendiera la izquierda. Un propósito para el que remaron igualmente desde "el sector financiero", dos bancos en concreto que no citó. Él pretendió, en consecuencia, que el PSOE fuera una "organización autónoma", que defendiera su proyecto político y que "ha sufrido embates de los poderes económicos que a través de los medios han intentado influir en su decisión". Y eso que en mayo, antes de las elecciones generales de junio, negó que hubiera recibido presiones de las grandes compañías y que jamás las hubiera "aceptado".

Évole le recordó que, tras el debate a cuatro en Atresmedia del pasado diciembre, en el que todos le dieron como perdedor, el mismo 'El País' elogió su "altura política". "Ni tan bueno era entonces ni tan malo soy ahora", bromeó, insistiendo en que en esta última legislatura se ha impuesto el "pensamiento único" en periódicos y televisiones, lo que demuestra, a su juicio, que España necesita "medios más plurales y críticos". "Los medios han sido especialmente críticos conmigo. Yo te digo las advertencias que tuve [por parte de 'El País'] y las consecuencias que hubo", señaló al director de 'Salvados'.

Sí "hubo conversaciones" con ERC y CDC

¿Qué tenía en la cabeza el ex secretario general? ¿Cuál era su Gobierno del cambio? ¿Habló con los independentistas? Sánchez subrayó que siempre cumplió con el mandato del comité federal y por eso no negoció con ellos, pero sí admitió que "hubo conversaciones". Pero diferenció "dos etapas". En la primera legislatura dialogó con ERC y el Partit Demòcrata (los exconvergentes) pero estaban "mucho más duros en sus posiciones" que tras las generales del 26-J, en las queran más proclives a "encontrar vías" de entendimiento con los socialistas. En ese momento, había "muchas más posibilidades para facilitar un Gobierno alternativo del PP". Y aunque está convencido de que "hay que hablar con todos", sostuvo que "nunca" dialogó con los soberanistas sobre un referéndum de autodeterminación. Claro que la crisis en Cataluña "solo se va a poder resolver votando", pero no sobre una ruptura, sino sobre un acuerdo, la reforma de la Constitución.

Sánchez: "Hubo conversaciones con los independentistas catalanes, pero no hablamos del referéndum"

Hiló entonces con una afirmación sorprendente, que hasta ahora no se le había escuchado: "España es una nación de naciones. Cataluña es una nación dentro de otra nación que es España, como lo es también el País Vasco, y esto es algo de lo que tenemos que hablar y reconocer". Así que en la modificación de la Carta Magna ha de buscarse una fórmula para que "Cataluña como nación que es se sienta integrada dentro de España". Es una de las "lecciones" que ha aprendido en sus dos años como líder, la comprensión de la "naturaleza del país", además de un claro guiño al PSC. Durante su mandato al frente del PSOE, Sánchez jamás se movió de la 'Declaración de Granada' aprobada en 2013, y en sus dos programas electorales se aludía simplemente al reconocimiento de las "singularidades" territoriales.

El "punto de inflexión"

Sánchez no barajó únicamente la opción de un Gobierno alternativo. Contó que tras las generales del 26-J dudó mucho sobre la abstención, si convenía o no, si debía ser total o técnica o si debía negociarla con el PP [vídeo aquí]. Pero el "punto de inflexión", lo que le convenció de que tenía que mantener el "no es no", fue una conversación con Rajoy, en la que le dijo que no le hacía falta solo la investidura, sino que necesitaba a los socialistas para gobernar. Y ahora cree que, tras facilitarle el Ejecutivo al líder de los populares, el PSOE "se ha quedado en tierra de nadie". "Una de las cosas que vi [en el debate de investidura] es que el país no tiene oposición".

Reconoce que habló con González de la abstención, pero añade que su compromiso es con el comité federal, y no con el expresidente, que "no es Dios"

Évole le recordó que Felipe González dijo en una entrevista en la Ser, emitida el mismo día en que dimitieron 17 miembros de su ejecutiva, que Sánchez le prometió la abstención justo después del 26-J. "Yo hablé con él de la abstención, pero no en esos términos", relató, admitiendo que sí se planteó esa alternativa y agregando a continuación que su "compromiso político" lo asume no con el expresidente, sino con el comité federal, que certificó el no a Rajoy en su reunión del 9 de julio. También hubo más críticas para González: reconoció que es el dirigente con el que probablemente más veces ha hablado durante sus años de mandato, pero "no es Dios". "Muchos de los militantes no nos reconocemos en él, sí en el de 1982", cuando arrolló en las generales de aquel año, indicó, convencido de que si el expresidente hubiera estado en su piel habría mantenido el voto en contra al PP [puede ver el vídeo aquí]. Con quien también chocó fue con otro histórico, con su antecesor, Alfredo Pérez Rubalcaba, abogado de la abstención. "Pero yo defendí al PSOE como alternativa", reiteró.

Sánchez: "La intención de algunos de mis compañeros es quitarme recursos para las primarias"

Despojarle de "recursos" para las primarias

Él ya no dirige el PSOE, sino una gestora liderada por Javier Fernández, la que ha encauzado el partido hacia la abstención. Sánchez criticó de nuevo a la cúpula provisional por haberse empeñado en la abstención en bloque, pese a ser consciente del "desgarro" que producía. Pero se dio cuenta de que la actual dirección quería situarle en una situación "imposible": o se abstenía, en contra de su posición, o rompía la disciplina de voto y desobedecía al comité federal, cuyos mandatos "siempre" ha cumplido. "La única opción que tenía era salir del Congreso", concluyó, denunciando que la "intención" de la ejecutiva de Fernández es quitarle "cualquier tipo de plataforma y de recursos" para el proceso de primarias que se abrirá "contra los aparatos" que actuarán respaldando "otras candidaturas". Por eso algunos de sus dirigentes próximos le aconsejaron que mantuviera su escaño, para no perder visibilidad.

Sánchez: "Tengo ganas, voluntad y fuerza para volver a ser el secretario general del PSOE"

El exlíder socialista exigió otra vez a la gestora que "reflexione" y acelere la celebración del congreso, para que tenga lugar en "cuatro, cinco o seis meses" y se puedan "restañar los afectos" del partido con sus militantes y votantes. Tras descansar "unos días", comenzará su periplo por toda España para escuchar a las bases y reunir apoyos (y al mismo tiempo, dijo, tendrá que buscar un trabajo que le permita hacer campaña una vez agotada la indemnización por cesantía que le pague la Cámara), y se postulará para recuperar el poder. En 'Salvados', Sánchez aseguró que tiene "ganas, voluntad y fuerza" para volver a liderar el partido, porque además se siente "más preparado" que cuando compitió contra Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias en 2014, así que se presentará al próximo congreso si la militancia le apoya. "Si veo que hay agua en la piscina, no faltaré a la cita".

Susana debe hacer una reflexión: es necesario que el socialismo andaluz sea un factor de estabilización del socialismo español

En esas primarias puede que se enfrente a Susana Díaz. "Si quiere liderar el PSOE, como parece, tiene la responsabilidad y la obligación de dar un paso al frente y presentarse". El PSOE no puede "estar pendiente de la agenda personal de un dirigente", dijo, en alusión a los reiterados amagos de la presidenta andaluza por arrebatarle las llaves de Ferraz. Fue entonces cuando la acusó de haberle movido la silla casi desde el principio. "Susana tiene que hacer una reflexión: es necesario que el socialismo andaluz sea un factor de estabilización del socialismo español", sostuvo. Se refería a que en el congreso de 2000, el PSOE-A apoyaba a José Bono, pero "al día siguiente" de la victoria de José Luis Rodríguez Zapatero se puso "a las órdenes" de él.

Sánchez: "Erré al tachar a Podemos de populista, el PSOE debe trabajar codo con codo con Podemos"

Otra relación con Podemos

Díaz, vino a decir, no hizo lo mismo, porque al cabo de muy poco tiempo se descolgó en una entrevista en 'El País' advirtiendo de que no compartía la "estrategia" de comunicación de su secretario general. De paso, Sánchez negó que en la reunión que hubo en junio de 2014, en la que Díaz, Tomás Gómez, Ximo Puig y José Luis Rodríguez Zapatero (y sin Bono) pactaron con él unir fuerzas para hacerle secretario general frente a Madina él se comprometiera a no aspirar a la candidatura presidencial. Sus críticos señalan que sí se verbalizó ese trato.

"El PSOE debe mirar de tú a tú y trabajar codo con codo con Podemos", indica Sánchez, que defiende más "entendimiento y cooperación" entre los dos partidos

Sánchez no hizo autocrítica alguna de sus resultados del 20-D y del 26-J. Pero sí calificó como un "error" que en su primer comité federal, en septiembre de 2014, tachara de "populista" a Podemos. "No sabía lo que significaba entonces, lo que había detrás de Pablo Iglesias", el "impulso renovador" que existe en la formación morada y del que carece el PSOE. Así que está convencido de que la relación entre los dos partidos ha de cambiar: "El PSOE debe mirar de tú a tú y trabajar codo con codo con Podemos". Más aún, deploró los "reproches" que se lanzaron el pasado jueves Iglesias y el portavoz socialista, Antonio Hernando, porque ya no es tiempo de acusaciones, sino de "más entendimiento y cooperación". El ex secretario general señaló que más allá de los "errores" que haya podido cometer, "lo importante es el rumbo" que imprimió, que era el "correcto", pues perseguía "reconciliar" al PSOE con su votante de izquierdas. En cambio, el "giro de 180 grados" pilotado por la gestora, hacia la derecha, interpreta, "no lo comprenden" ni las bases, ni los cargos intermedios ni los electores.

Las impactantes confesiones de Sánchez fueron celebradas por Podemos y, en particular, por su líder, Pablo Iglesias. Y también por el coordinador de IU, Alberto Garzón. Pero el estupor recorrió también a los detractores del caído secretario general. "Se ha situado fuera del PSOE", aseguraba una importante dirigente alineada con la gestora. Era solo un comentario de indignación, preludio de los muchos que puede que se oigan en los próximos días. La explosiva entrevista en 'Salvados' amenaza tormenta.

Sánchez: "La decisión de Antonio Hernando ha sido una decepción personal"

Antonio Hernando, "una decepción personal"

Pedro Sánchez estaba entero. Puede parecer una obviedad, pero el talante distendido que mostró este domingo en 'Salvados' era opuesto al gesto compungido de la comparecencia de ayer en el Congreso. El exlíder confesó que se encontraba "bien", aunque apenas había dormido "tres o cuatro horas" porque le da muchas "vueltas" a las cosas y tenía muchas "emociones" en la recámara. El sábado recibió un mensaje del presidente de Ciudadanos, y el 1 de octubre, cuando dimitió, de Pablo Iglesias. También ha recibido mensajes de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, o del exministro Alberto Ruiz-Gallardón. "Me ha sorprendido para mal que no me hayan escrito dirigentes del PSOE desde el 1 de octubre", comentó. De Mariano Rajoy, por cierto, no recibió comunicación alguna, aunque el ex secretario general le deseó "suerte" antes de su investidura. 

Durante la entrevista aparecieron más nombres propios. Eduardo Madina. "Puede ser" que Susana Díaz creyera que Sánchez era más manejable que el diputado vasco, "pero si pensaba eso se equivocó". Eso sí, "nunca" se sintió utilizado por la presidenta andaluza. Sánchez dijo que estaba convencido de que había que "encontrársele" un puesto de salida a Madina en las listas de Madrid. Fue el siete. El 20-D no logró escaño y no lo celebró que no lo obtuviera. El 26-J el acta ya sí fue suya. 

El ex secretario general señaló que "en absoluto" se pareció su defenestración a la caída de Tomás Gómez, en febrero de 2015, "una decisión muy dura", porque los militantes sí pudieron hablar en las asambleas sobre la conveniencia de colocar al exministro Ángel Gabilondo como candidato a las autonómicas. 

¿Y Antonio Hernando? Considera una "decepción personal" su decisión de continuar como portavoz del Grupo Socialista y dar la cara por la abstención. Para Sánchez no era una "correa de transmisión" de su ejecutiva, como dijo la gestora, sino que "participaba de la estrategia" y por tanto fue coautor del "no es no". "Me da lástima que tomara esa decisión", dijo. 

Jordi Évole le preguntó si no creía que todos los que formaron parte del "aquelarre" del 1 de octubre están chamuscados: "Yo desde luego, en tanto no he sido capaz de concitar y conciliar todas las voluntades en torno a mi propuesta de Gobierno alternativo me considero responsable de ello". No se arrepintió de haber colocado una urna tras una mampara, lo que provocó la ira de sus críticos: "Lo esperpéntico fue cuestionar el voto secreto en ese comité federal". 

A Sánchez no le importa que le comparen con el protagonista de la obra cumbre de Miguel Cervantes, porque "algo de quijotismo en la política no está mal". "Lo importante es la ética, poder mirarte al espejo, no agachar la cabeza ante tus votantes". 

Un Pedro Sánchez a calzón quitado. Sin las ataduras que preñaban todas sus entrevistas. Ya no es ni secretario general ni diputado en el Congreso. Es un militante de base que quiere volver a pilotar el PSOE y que empieza desnudándose. Arrojando, eso sí, munición dura, durísima, contra su partido —contra Susana Díaz, especialmente, y contra el resto de barones—. Pero también contra César Alierta, expresidente de Telefónica, contra el sector financiero, contra Prisa, editora del diario 'El País', culpando a todos ellos de haber propiciado su caída por su empeño en defender el PSOE como "alternativa" al PP e intentar armar un Gobierno alternativo con Podemos e incluso con el concurso de las fuerzas nacionalistas. Una suerte de conspiración de los poderes fácticos que cortaron de cuajo su camino e impidieron el entendimiento y el "trabajo codo con codo" del PSOE con la formación de Pablo Iglesias y que desató, como era esperado, la inmediata simpatía del partido morado en las redes sociales.

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