Hernando: el PSOE no será muleta del PP y el tiempo le dará "la razón" con su abstención
El portavoz socialista advierte de que su partido no será nunca "apoyo" del Gobierno y lanza un mensaje de "confianza" a sus militantes y votantes porque será "fiel" a sus compromisos y valores
El tiempo dará "la razón" al PSOE. Aunque ahora todo se vea negro, aunque sufra un alud de críticas de la izquierda "pura", como en otras ocasiones, porque "siempre" se ha guiado por los "mismos valores y principios" que los que alumbraron el nacimiento de unas siglas hace 137 años. Con el tiempo se verá que la abstención para permitir la investidura de Mariano Rajoy, por "responsabilidad" y por "servicio a los ciudadanos" era la solución óptima. Lo cree la nueva dirección del PSOE, que los españoles, que sus votantes y militantes, pese a la "zozobra" actual, acabarán reconociendo su sacrificio. Porque la abstención "no es un apoyo" ni al Gobierno del PP "ni a sus políticas".
Era el debut de Antonio Hernando como presidente-portavoz del Grupo Parlamentario. Un cargo que había ejercido nominalmente desde la llegada de la gestora de Javier Fernández al poder del PSOE pero al que no había sacado brillo: había preferido guardar silencio hasta el debate de investidura de Rajoy, consciente de que él tenía más difícil que nadie el tránsito del "no es no" que defendió machaconamente cuando era el eficaz número dos real de Pedro Sánchez hasta la abstención en segunda vuelta del PSOE. Hernando recorrió esos pasos este jueves en el Congreso a través de un discurso hondo [aquí en PDF], a veces amargo, sin excentricidades, y con un tono menos agresivo que en otras ocasiones. Hasta a veces se le escuchaba una voz titubeante.
Sánchez desprecia el discurso del portavoz y no aplaude su intervención. Al final, se suma, y sin mucho entusiasmo, a la ovación última a Hernando
Pero más allá de sus palabras, sobresalió la respuesta de su bancada. Y, en concreto, la acogida que tuvo su intervención en Sánchez. El ex secretario general lo despreció por completo. Las cámaras no le vieron aplaudir más que en dos ocasiones —cuando pidió a Rajoy que se comprometiera con la paralización de las reválidas previstas en el LOMCE y al final, cuando no le quedó más remedio que ponerse en pie para sumarse a la ovación del grupo, pero lo hizo con escasísimo entusiasmo y se sentó rápidamente en su escaño de nuevo—, como atestiguaron que sus dirigentes más afines, como Patxi López, César Luena o María González Veracruz, también racaneaban los cumplidos a su portavoz.
"Todos somos socialistas"
Hernando no ocultó lo duro que está siendo el giro para el PSOE. Pero lo afronta por "convicción" con el país: "Para nosotros, ésta ha sido, es, está siendo, una decisión cuya dificultad no creo necesario exagerar en este momento. En estos meses, muchos socialistas hemos defendido con convicción un voto negativo al candidato del Partido Popular —apuntó, consciente de cuál había sido su papel hasta ahora—. Con la misma convicción, muchos socialistas defendemos una abstención ante la candidatura del señor Rajoy como medio para evitar nuevas elecciones. Todos los que hemos defendido una u otra opción éramos socialistas, lo defendimos como socialistas y seguimos siendo socialistas". Una advertencia también con miga interna, que iba dirigida a los que creen, dentro del PSOE, que la nueva dirección, al facilitar el Gobierno al líder del PP, está en realidad "blanqueándolo". El portavoz proclamaba así que no habrá cesiones ideológicas, que el PSOE era y es el mismo. Su alegato no fue aplaudido por varios compañeros de su bancada.
"Nuestra voluntad es dar la vuelta a las políticas del PP", porque las razones para oponerse a la elección de Rajoy siguen "absolutamente vivas"
Hubo mucho de historia y de orgullo socialista en el discurso de Hernando, de sus 137 años "al servicio de España y de los españoles". Un principio rector que explica el viraje actual, porque aunque "todos los partidos" son "responsables del bloqueo, todos", los ciudadanos verán que los socialistas son los "responsables" de poner fin a la parálisis, porque siempre que la democracia los ha "necesitado", ellos han estado ahí, en su "sitio".
El portavoz hizo mucho hincapié en que su partido no ha olvidado de las medidas antisociales del PP. "No nos gusta como presidente del Gobierno, no nos gustan sus políticas, pero sí nuestro país, sí lo que hemos conseguido juntos". "No es el presidente que España necesita. Nos sobran las razones para no confiar en usted", pero también hay motivos de peso, alegó, para llevar a los españoles a otras elecciones que los ciudadanos "no se merecen" y que conducirían a una mayor "desafección". Y que sobro todo serían "un desastre". Las razones para oponerse a la elección de Rajoy "siguen absolutamente vivas" después de 10 meses de interinidad, por los recortes, la "limitación de derechos", la "inmovilidad", la falta de reacción a la corrupción, los "indultos vergonzosos"... Por eso el propósito del PSOE es no quedarse parado, en la medida en que Rajoy no contará con mayoría en la Cámara: "Nuestra voluntad es dar la la vuelta a estas políticas". Y para eso, recriminó Hernando al presidente, su "actitud" no es la "adecuada", porque no tiene que "ofrecer" él diálogo, sino que este "se impone", porque sin él "no puede sacar la tarea de Gobierno".
[Lea aquí en PDF el discurso inicial de Antonio Hernando]
"Muy difícil" apoyar los Presupuestos de 2017
Los socialistas recordaron a Rajoy que no tendrá por delante un camino de rosas, ni puede pretender dar "el abrazo del oso", ni "anular la labor de oposición" del PSOE. "Este Parlamento va a vivir una transformación intensa. Usted se encontrará, a partir del lunes, al frente de un Gobierno en abierta minoría parlamentaria. Ya no dominará el Parlamento a su antojo. Lo que triunfará será una mayoría de la que usted carece y que, ya le adelanto, se articulará muchas veces en torno al Grupo Socialista. Tendrá que discutir y pactar todo cuanto traiga a la Cámara si es que quiere verlo aprobado. No va a resultar fácil, señor Rajoy, porque para hacerlo posible tendrá usted que dejar de ser Rajoy. Me explico: más vale que deje usted de actuar como nos tiene acostumbrados”.
Por ejemplo, si los Presupuestos de 2017 son "de continuidad", el PSOE tendrá "muy difícil" apoyarlos. “Se lo repito. Nuestra abstención le permitirá a usted formar Gobierno pero no es un apoyo a su Gobierno ni a sus políticas. Usted, señor candidato y ustedes, señores diputados del Partido Popular, no van a contar con nuestro apoyo en esta Cámara para llevar adelante su programa electoral, para imponer sus recetas ideológicas, para cumplir con promesas electorales que sólo benefician a unos pocos y perjudican a la mayoría o para satisfacer a los sectores más recalcitrantes de su partido o de su electorado”.
El PSOE le pide a Rajoy que se comprometa a anular las reválidas, y el presidente recoge el guante: se suspenderán hasta que haya un pacto educativo
En definitiva, la gobernabilidad que demanda Rajoy la tendrá que conseguir, advirtió, "semana a semana", "votación tras votación", porque el PSOE no va a perder "ni un minuto" en ejercer su labor de oposición. Una insistencia que no era gratuita, dado el marcaje al que le someterá Unidos Podemos, como demostró minutos después en la tribuna Pablo Iglesias. Así, Hernando prometió buscar desde el inicio de la legislatura mayorías necesarias para sacar adelante propuestas de su programa, como crear un ingreso mínimo vital para las familias sin recursos, reconocer el derecho al subsidio de paro a lo desemplados maduros, suprimir el copago farmacéutico, impulsar un pacto de Estado contra la violencia de género, prohibir indultos para delitos relacionados con la corrupción, crear una comisión de investigación sobre financiación ilegal del PP, derogar las normas de recorte de derechos y libertades públicas, despolitizar los órganos constitucionales y organismos reguladores, igualar el permiso de paternidad al de maternidad, introducir una ley de igualdad salarial.... o impulsar un pacto educativo que acabe con la LOMCE. Hernando, en este punto, le pidió que anule las reválidas. Rajoy respondió como prueba de diálogo: se comprometió a suspender los efectos de estos exámenes hasta que haya un nuevo acuerdo sobre educación. Un anuncio que la bancada socialista agradeció y que puso como prueba que una oposición firme puede ser útil.
"¡Le tiene que entrar en la cabeza eso!"
Hernando, a fin de cuentas, no hacía sino reproducir la serie de exigencias que defenderán los socialistas y que hicieron constar en su resolución aprobada el pasado domingo en su comité federal, que también incluye como iniciativas aprobar un nuevo Estatuto de los Trabajadores, derogar la reforma laboral, subir el salario mínimo y recuperar la negociación colectiva, revitalizar el pacto de Toledo, crear una subcomisión parlamentaria para discutir la vertebración territorial de España y tender puentes con Cataluña. El portavoz anunció una nueva medida para que no se reproduzca más una situación de bloqueo similar a la que ha vivido España diez meses: el PSOE propondrá una reforma del artículo 99 de la Constitución para asegurar que "nunca más" las dificultades para investir un nuevo presidente se resuelvan mediante nuevas elecciones. Tras la intervención y la réplica de Hernando, Javier Fernández, que acompañó desde la tribuna de invitados al portavoz, salió al patio del Congreso y explicó que se trataría de trasladar a España el sistema que existe en Asturias, la comunidad que él preside, o en Euskadi, donde "hay un mecanismo que hace que, cuando en una primera votación no se consigue mayoría absoluta, en la segunda no se puede votar en contra" y la abstención es obligada.
Los socialistas plantean una reforma del artículo 99 de la Constitución para que no se repita el bloqueo y se garantice la investidura sin ir a otras elecciones
En resumidas cuentas, el PSOE pretende hacer una "abstención de investidura, no de legislatura", como reiteró Hernando en su réplica, que recordó a Rajoy que su partido y el PP son "antagónicos" y no se parecen "absolutamente en nada". Y ahí le trajo a colación que medidas como la reforma laboral, la 'ley mordaza', la subida del IVA cultural la sacó "solito" el presidente. Le avisó además, como anticipo, que no cuente con los socialistas para hacer recaer el ajuste de 5.000 millones de euros sobre las espaldas de los ciudadanos, porque habrá de hacerse "por el lado de los ingresos". "Vamos a hacer oposición. ¡Le tiene que entrar en la cabeza eso!", conminó.
No solo eso. El PSOE quiere "hacerse respetar como oposición" frente a Unidos Podemos, su principal amenaza, "sin gritar, sin aspavientos, trabajando día a día". Hubo más mensajes dirigidos a Pablo Iglesias. Primero, cuando le recordó que "sumó sus votos al PP" en marzo e impidió la investidura de Pedro Sánchez, algo que "no se va a borrar" tan fácilmente en la memoria colectiva. "Yo sé que esto duele, y duele recordarlo, sobre todo para aquellos que van de héroes de la izquierda, pero impiden que hoy haya un presidente de la izquierda al frente del Gobierno de España". El ex secretario general ni se inmutó. Ni aplaudió al portavoz, como hizo la mayoría de sus compañeros. Hernando recordó que tras las generales del 26-J y el debate fallido del pasado agosto, el PSOE intentó buscar un nuevo acuerdo con los dos emergentes, Podemos y Ciudadanos, pero no se pudo hacer realidad por los "vetos" mutuos y "el resto de combinaciones no eran deseables", porque su partido no cree que "se pueda gobernar España" con los que quieren "separar" de España, los independentistas.
La historia se repite
Los últimos pasajes del discurso de Hernando se dirigieron más a los cuadros, votantes y militantes socialistas que sienten que en esta abstención el PSOE se sacrifica demasiado. Recordó entonces que el PSOE lleva desde 1891 en las instituciones, desde 1910 en el Congreso, con páginas "gloriosas" con "aciertos y errores", pero siempre guiado "por los mismos valores y principios". Así, "no fue fácil" renunciar al marxismo en 1979. "Pero el tiempo nos dio la razón", puesto que luego en 1982 Felipe González venció con mayoría absoluta. Ya en el Gobierno el PSOE emprendió la reconversión industrial, se enfrentó a la UGT y sufrió un desgarro interno, y "la izquierda pura" le acusó de un "gradualismo traidor". Pero el tiempo les dio "la razón", volvió a decir. Y así con otras decisiones complejas, como la permanencia en la OTAN o la firma de los pactos antiterroristas.
Hernando a Iglesias: "Liderar un país y un proyecto es mucho más que ponerse tras una pancarta. Por cierto, también liderar la oposición es mucho más que eso"
"Nunca le fue fácil al Partido Socialista tomar decisiones de naturaleza compleja, siempre escuchamos las mismas descalificaciones y amenazas, y siempre provenientes de los mismos sectores. Pero el tiempo nos dio la razón. Porque liderar un país y un proyecto es mucho más que ponerse detrás de una pancarta. Por cierto, también liderar la oposición es mucho más que eso", reflexionó Hernando, en una clara advertencia a Podemos. El PSOE quiere quedarse con el liderazgo de la oposición parlamentaria ahora que Iglesias prefiere concentrarse en las calles. Con su no a Rajoy hoy y la abstención del sábado, los socialistas quieren "empezar a trabajar para construir una alternativa mayoritaria como PSOE, pare en el futuro ser mayoría en esta Cámara", comenzar su reconstrucción para poder ganar otra vez las elecciones.
El último mensaje de Hernando fue de "confianza" a las bases del partido, a los "millones de votantes socialistas y personas que se sienten progresistas" y que viven "días y semanas de zozobra" tras la destitución de Sánchez: "Mantendremos lo que nuestra historia nos ha enseñado, seremos fieles a nuestros valores y responsabilidades, antepondremos las necesidades de nuestros conciudadanos a cualquier interés partidario, conservaremos nuestro sentido profundo de servicio a los ciudadanos, porque ellos son nuestra fuerza, ellos son nuestro destino".
Los miembros de la dirección José Luis Ábalos y Sofía Hernanz, así como la independiente Margarita Robles, ni se levantan de su escaño ni aplauden al portavoz
Hernando recibió el aplauso de su bancada tras su discurso. Pero con muchos matices. Sánchez se levantó de su escaño, batió sin entusiasmo las palmas y fue el primero en sentarse de nuevo. La tibieza también se apreciaba en los rostros de sus escuderos: Patxi López, César Luena, María González Veracruz o Luisa Carcedo. Los miembros de la dirección del grupo José Luis Ábalos y Sofía Hernanz, próximos al ex secretario general, ni siquiera se movieron de su asiento y ni se molestaron en aplaudir, como tampoco lo hizo la independiente Margarita Robles o la aragonesa Susana Sumelzo o el propio Luena. La catalana Meritxell Batet, también en la cúpula, aplaudió pero no se movió de su sillón. Una respuesta muy significativa. Hernando es despreciado por parte de sus compañeros, que ven incomprensible su viraje y su rápido realineamiento con la gestora. Todo un anticipo a la división que vivirá el grupo el sábado, cuando se evidencie que algunos diputados (falta por saber si el propio Sánchez) se aferren al no a Rajoy. Hernando se entretuvo poco en la réplica a Rajoy y no utilizó su turno de dúplica. La nueva posición del PSOE ya estaba clara.
Fernández no quiere hablar de expulsiones de los diputados que no se abstengan el sábado
Javier Fernández acudió a la segunda jornada del debate de investidura en el Congreso. El presidente de la gestora hizo posteriormente declaraciones a los medios en el patio de la Cámara para valorar el discurso del portavoz. Pero además fue preguntado por los díscolos, los que probablemente se desmarcarán de la disciplina de voto el sábado.
El jefe del Ejecutivo asturiano, como hiciera el martes, tras su entrevista con el Rey, aseguró que no contempla echar a los rebeldes: "No está en mi cabeza expulsar a nadie en este momento". Fernández saludo en la Cámara al ex secretario general, con quien habló además por teléfono, según explicó, aunque eso no signifique que haya habido "reencuentro". A Sánchez nadie de la gestora ni de la dirección del grupo, siguió, le ha indicado qué tiene que votar en 48 horas, a diferencia de lo que han hecho con otros diputados dispuestos a desobedecer el mandato del comité federal.
El presidente de la gestora, tras negarse a hablar de "represalias" ni de "medidas coactivas", elogió el discurso de Hernando, diciendo que no gusta a los socialistas "ni Rajoy, ni el PP, ni sus políticas, ni su actitud ante la corrupción", y que fue Podemos quien no hizo posible un Gobierno encabezado por Sánchez la pasada legislatura, que en esta "no era posible" porque necesitaba de los independentistas, que son unos "socios inasumibles" para el PSOE.
El tiempo dará "la razón" al PSOE. Aunque ahora todo se vea negro, aunque sufra un alud de críticas de la izquierda "pura", como en otras ocasiones, porque "siempre" se ha guiado por los "mismos valores y principios" que los que alumbraron el nacimiento de unas siglas hace 137 años. Con el tiempo se verá que la abstención para permitir la investidura de Mariano Rajoy, por "responsabilidad" y por "servicio a los ciudadanos" era la solución óptima. Lo cree la nueva dirección del PSOE, que los españoles, que sus votantes y militantes, pese a la "zozobra" actual, acabarán reconociendo su sacrificio. Porque la abstención "no es un apoyo" ni al Gobierno del PP "ni a sus políticas".