Zapatero bendice a Susana Díaz para que el PSOE "vuelva a ganar elecciones"

José Luis Rodríguez Zapatero quiso tener cuidado porque no hacía ni 24 horas que los críticos habían denunciado "presiones" a la militancia y unas primarias "amañadas" para que Susana Díaz desembarque en Ferraz. Pero pese a las cautelas, el mensaje del expresidente a favor de la andaluza en un multitudinario acto en Jaén llegó: "La fuerza del PSOE y la fuerza de ganar la representan el PSOE de Andalucía y Susana Díaz", señaló entre aplausos. "Tienes todo mi apoyo, afecto y cariño", agregó.

De fondo hubo, además del reproche continuo y velado a los críticos, otro mensaje que Susana Díaz y Zapatero dieron al unísono: el PSOE se ha levantado. Decretaron el final de la guerra interna que se vivió con Pedro Sánchez por más que la crisis haya hecho trizas al partido, los críticos sigan haciendo la guerra por su cuenta y los socialistas continúen sin liderazgo. Quieren comenzar a sacar cabeza y olvidarse de aquello de la herencia maldita que tanto rédito ha dado al PP.

"Los socialistas podemos cometer errores pero no puede ser que para que se olviden nuestros errores olvidemos también nuestros aciertos. Eso ha sido ruinoso". Con esa sentencia de Susana Díaz, con gancho directo a Pedro Sánchez, se puede resumir bien el espíritu del acto homenaje a los diez años de la ley de dependencia con el que el PSOE andaluz reunió a unas 3.000 personas en Jaén y exhibió poderío orgánico alrededor de su lideresa. "Si no defendemos nuestra historia y lo que hemos hecho seremos fantasmas", apuntilló Zapatero.

"La fuerza del PSOE y la fuerza de ganar la representan el PSOE de Andalucía y Susana Díaz", dice Zapatero. "Tienes todo mi apoyo, afecto y cariño"

El acto estaba amenazado por las protestas por la sanidad que en las últimas semanas se han adueñado de la actualidad andaluza. El PSOE andaluz había tocado a rebato a las agrupaciones para lograr el lleno. También hubo 'invitación' para los altos cargos del Gobierno. Unas 3.000 personas, según cifras de la organización, entre los que casi hubo pleno del Ejecutivo —solo faltaron los consejeros de Salud y Justicia—, y no se ausentó ni uno de los ocho secretarios provinciales del PSOE andaluz. Incluso hubo socialistas de Madrid, como el último candidato a la alcaldía de la capital, Antonio Miguel Carmona.

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Casi una hora antes de que comenzara el acto, el recinto elegido del Instituto Ferial de Jaén (Ifeja) ya estaba casi lleno y seguían llegando autobuses. Los responsables de seguridad revisaban las pancartas del público para leer su contenido. Era necesario identificarse antes de acceder al recinto. Medidas quizás extraordinarias ante el doctor Jesús Candel, 'Spiriman', que en un nuevo pulso directo al Gobierno andaluz había llevado su marea blanca por una sanidad pública y contra las fusiones hospitalarias al centro de la capital jiennense. Desde Granada se habían fletado unos 30 autobuses. La protesta contó con unas 2.000 personas, según cifras de la organización. El PSOE ganó por 1.000 en una llamativa guerra de cifras. Spiriman volvió a pedir la dimisión de la cúpula de la Consejería de Salud y anunció referéndums en los hospitales contra las fusiones que, asegura, recortan servicios de la cartera sanitaria.

"No somos iguales al PP"

"Insisten en que PSOE y PP son lo mismo, es un eslogan electoral pero no es verdad", defendió Susana Díaz. "No somos iguales, en absoluto, ni siquiera nos parecemos", subrayó, cuando arrecian las críticas tras la abstención de los socialistas que ha dado paso al PP en el Gobierno. "Prefiero sufrir nosotros que hacer sufrir a la gente", se defendió la líder andaluza. Tampoco olvidó al partido de Pablo Iglesias: "Que nadie nos diga que lo que seamos en el futuro no será nunca sin Podemos".

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En clave interna hubo mensajes claros. La presidenta andaluza defendió el papel de los diputados socialistas frente a las críticos "del grupito" de rebeldes, como se refieren a ellos en privado en las filas socialistas andaluzas. La labor de "oposición útil" en el Congreso, vaticinó, "es lo que nos va a dar mayoría".

El congreso, "un punto de inflexión"

"Haremos un congreso y no va a ser cualquiera. Va a ser un congreso muy importante que tiene que ser un punto de inflexión. Hace falta fuerza, unidad, fraternidad del conjunto del partido. Pero para hacer bien un congreso, para mover este buque, porque el PSOE es una gran nave, hace falta tener tiempo y saber el rumbo. Ningún viento es bueno si uno no sabe dónde le lleva. Este partido no es nuestro", señaló la dirigente andaluza frente a las presiones a la gestora para que convoque el cónclave.

Zapatero presumió de que le gustan los congresos del PSOE y a modo de vaticinio aseguró que siempre que ha habido una gestora, después se han ganado las eleciones. "Ocurrió en 1979 y en 2000", recordó. También respondió a quienes critican el control del aparato sobre el partido: "Milito en el partido con más libertad de toda España", se jactó. "Debate todo, libertad interna absoluta. Eso sí, con cariño al PSOE", dijo entre aplausos pidiendo "respeto" a los críticos.

Entre los teloneros también actuaron Micaela Navarro y Paco Reyes, secretario general del PSOE de Jaén y uno de los mejor situados en las quinielas para tomar las riendas del partido en Andalucía cuando Susana Díaz desembarque en Ferraz. Una sucesión sobre la que la cúpula regional ha dado orden de guardar sepulcral silencio ya que, insisten desde todos los frentes, la dirigente socialista aún ni ha comentado con nadie ni ha puesto en marcha ninguna operación pese a todas las evidencias.

El objetivo se cumplió. El PSOE logró llenar a reventar el acto homenaje a los diez años de la ley de dependencia. Los socialistas tratan de resarcir al expresidente socialista, al que su empeño en negar la crisis y el pacto con el PP para reformar por la vía de los hechos el artículo 135 de la Constitución para consagrar el cumplimiento del déficit público le dieron una amarga salida y al que Pedro Sánchez silenció. Años después, el PSOE vuelve a reivindicar el legado del leonés, junto al de de Felipe González, como el presidente que conquistó nuevos derechos para los españoles, tras el trago de abstenerse para dejar gobernar a Mariano Rajoy.