La escalada armamentística ucraniana que ha destrozado a Rusia

Vamos camino de cumplir un año de la invasión rusa y los ucranianos le han dado la vuelta a la tortilla sorprendiendo a todo el planeta. La escalada armamentística de los de Kiev ha sido el factor más importante, el que ha marcado la diferencia entre aguantar al enemigo a duras penas y hacerle retroceder con el rabo entre las piernas.

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Sí, las operaciones del Ejército ruso han sido tan chapuceras como su equipamiento y entrenamiento. Y sí, los ucranianos han demostrado un coraje y resiliencia infinita una y otra vez. Pero, al final, ese coraje sólo ha tenido este remarcable efecto porque sus aliados europeos y americanos han enviado armamento con mayor calidad, precisión y alcance, como se puede en esta cronología.

Marzo: los Javelin

El primer mazazo para la supuesta invincibilidad de las divisiones acorazadas rusas vino en forma de un pequeño misil antitanque norteamericano: el Javelin. El FGM-148 Javelin entró en servicio en 1996 y está equipado con una cabeza explosiva capaz de reventar a casi todos los tanques modernos. No es un sistema guiado por cable y es extremadamente fácil de usar. Un soldado sólo tiene que esperar paciéntemente, marcar el objetivo y disparar el Javelin al hombro. El cohete saldrá a toda velocidad, elevándose en el último momento para atacar al blindado desde ahirra, donde su armadura es más fina.

Esta fue la primera línea de defensa de los ucranianos, una que todavía sigue usándose con éxito hoy en día. Con el paso de los meses, se ha demostrado como un arma formidable, obligando a los EEUU a incrementar su ritmo de fabricación radicalmente.

Marzo: drones caseros para reconocer al enemigo

Un post de Facebook publicado el 25 de febrero pedía a todos los aficionados a los drones del país que donaran su tiempo y drones para poder detectar y marcar objetivos rusos.

Según publica ‘The Associated Press’, Denys Sushko, el dueño de una tienda de drones de consumo en Kiev, donó entonces unos 300 drones fabricados por la empresa china DJI. Unos drones pilotados por voluntarios que todavía se juegan la vida para controlar los movimientos de tropas rusas.

Marzo: entran en juego los Bayraktar TB2

Uno de los primeros éxitos del ejército de Kiev fueron los Bayraktar TB2 turcos. Unos drones de bajo coste que se demostraron letales contra los blindados y tropas rusas. Estas máquinas con motor de explosión eliminaron decenas de unidades enemigas hasta que los rusos les cogieron la medida meses más tarde. En septiembre volvieron al ataque, cuando los ucranianos comenzaron a desactivar los radares rusos con sus misiles HARM.

Abril: inteligencia artificial táctica americana

En abril nos enteramos de que el Pentágono está utilizando todo lo que está pasando para entrenar a sus sistemas de inteligencia artificial. Sus herramientas están procesando millones de datos e imágenes públicas y secretas de los movimientos militares rusos para saber cómo piensan y predecir sus siguientes pasos.

No solo estas herramientas están aprendiendo de cara a un posible futuro conflicto entre Rusia y la OTAN, sino que, además, la inteligencia artificial está ayudando al Ejército ucraniano en la toma de decisiones para destrozar a los rusos contra todo pronóstico.

Mayo: los drones kamikaze

En mayo entraban en acción los ‘drones suicidas’, el nombre popular de la munición merodeadora. Las fuerzas especiales del Ejército ucraniano publicaron entonces un vídeo capturado por el sensor de una de estas armas — las Switchblade que EEUU mandó al país — lanzándose en picado sobre un tanque invasor ruso T-72 y, supuestamente, eliminando a su tripulación. Es un documento espeluznante que demuestra cómo funcionan estas pequeñas máquinas de guerra automatizadas que nos están llevando a una guerra del futuro de mínimo coste y máxima letalidad.

Julio: los Himars entran en acción

Éste es el punto donde los rusos empezaron a sufrir de verdad y comenzó el contraataque ucraniano que obligó a las tropas de Putin a retirarse de muchas zonas ocupadas. Todo gracias a las baterías Himars, la “artillería para tontos”, según me contó el teniente coronel del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos Jon O'Gorman—profesor militar de la Escuela de Guerra Naval de los Estados Unidos. O’Gorman—que también es oficial de artillería de campaña por su especialidad ocupacional militar—utilizó los Himars en Irak y Siria, donde fue jefe de apoyo de fuego durante la operación Inherent Resolve que terminó con ISIS. También supervisó unidades Himars en Afganistán, destruyendo posiciones talibanes en varios lugares.

Estados Unidos comenzó a enviar unidades Himars a Ucrania en junio. A finales de julio, el ejército ucraniano había desplegado 16 unidades. Sólo unos días después, el 3 de agosto, empezaron a aparecer múltiples informes que describían centros de mando y depósitos logísticos rusos totalmente destruidos por esta nueva capacidad ucraniana. Su ejército estaba causando estragos en todas las líneas rusas, cortando su capacidad de reabastecimiento. A finales de mes, estaba claro que las armas eran fundamentales para cambiar el rumbo de la guerra. Son tan eficaces y letales, de hecho, que el Ministerio de Defensa ruso, Sergei Shoigu, ordenó su destrucción como prioridad número uno.

Todo esto en cuestión de un par de meses, un plazo sorprendentemente corto para una arma tan sofisticada. Los operadores ucranianos nunca habían tenido experiencia con estos sistemas. Aunque sus artilleros estaban bien versados en el manejo de sus obuses y unidades de misiles tierra-aire de la era soviética, los Himars representaban una bestia completamente nueva para ellos. Y, a pesar de esta realidad, en pocas semanas estaban destrozando las posiciones rusas.

Agosto: modificación de misiles occidentales para MiG

Los HARM — siglas en inglés de misil anti-radiación de alta velocidad — son cohetes capaces de detectar radares enemigos y seguir su señal hasta destruirlos. Los misiles deben de ser disparados cuando el caza se aproxima a su objetivo — generalmente una batería antiaérea o cualquier otra arma que utilice radar — y se encuentra con el haz de radiación que el enemigo usa para detectar aviones y misiles atacantes. En ese momento, el piloto abre fuego y el HARM ‘huele’ el rastro del radar hasta alcanzarlo y destruirlo.

Hasta finales de agosto, esto era imposible porque los aviones soviéticos no podían lanzar los HARM. Éstos no cuentan con la electrónica necesaria para conectar su sistema de tiro con el cerebro del misil. Pero gracias a un grupo de ‘MacGyvers’, los ucranianos han conectado su sistema de tiro a los HARM. Según la publicación militar y estratégica Defense One, el arreglo fue encargado por la USAF a una compañía de defensa cuya identidad se mantiene en secreto.

Agosto: drones bombarderos

Los ucranianos no sólo usan drones suicidas occidentales y drones de ataque turcos. También han incorporado 800 drones Revolver 860 a sus filas, un cuadricóptero fabricado por la empresa taiwanesa Dronevision capaz de dejar caer ocho bombas de 60 milímetros sobre el enemigo, como si fuera un minibombardero.

Septiembre: entran en acción los drones marinos

En septiembre, Ucrania demostró que su industria e ingenio seguían dando réditos en la lucha contra Rusia. Sólo hay que mirar la nave estas líneas: un dron de ataque marítimo de fabricación propia que al parecer estaba cargado de explosivos y consiguió burlar las patrullas de vigilancia rusas para adentrarse en la zona de seguridad de las armada rusa.

Octubre: éxito de los drones marinos

Según una investigación del diario Kyiv Independent, en octubre Ucrania usó un enjambre de seis a ocho drones acuáticos para atacar a la flota rusa del Mar Negro en su base de la bahía de Sebastopol. La información no es oficial del gobierno ucraniano, afirma, sino que viene de fuentes cercanas al presidente.

Según fuentes ucranianas, el enjambre de drones "golpeó a la marina rusa a las 4:20am del día 29" después de intentar "cazar" al Almirante Makarov durante meses. El buque insignia de la flota rusa del Mar Negro es uno de los barcos que lanzan ataques con misiles crucero contra objetivos ucrnianos. Según informa The Guardian, se cree que el casco del barco se ha roto y que sus sistemas de radar han sido dañados, pero todavía no se ha confirmado. En otro vídeo se puede ver otro ataque contra un dragaminas de la clase Natya.

Octubre: nuevos misiles para Himars

Mientras proseguía su avance contra las tropas invasoras rusas, EEUU envió dos tipos de misiles al ejército ucraniano para hacer aún más letal el arma decisiva de esta guerra, las baterías HIMARS que siguen causando estragos en las unidades a la fuga de Vladímir Putin. Uno está diseñado específicamente para atacar tropas en una zona de 130.000 metros cuadrados. El otro, para detener el avance de grupos de tanques.

El primer misil se llama M30A1 y, según la imagen publicada por la organización Ukraine Weapons Tracker —confirmada por la revista 'Forbes'—, ya está en manos de las tropas de Kiev. El otro nuevo misil para el HIMARS es un cohete capaz de sembrar cualquier zona con 28 minas antitanque de manera instantánea.

Lo que viene

Desgraciadamente, no parece que el conflicto vaya a terminar pronto. Ucrania dice que la paz pasa porque Rusia abandone totalmente sus territorios ilegítimamente invadidos por la fuerza, incluyendo Crimea. Y los de Putin avisan que no habrá paz si Ucrania no acepta que el territorio invadido ya no es suyo.

Así que en 2023 podemos esperar que la guerra continúe casi con total seguridad. Ucrania tiene podría recibir varias armas para incrementar la presión sobre las maltrechas líneas rusas.

Kizilelma

A finales de año podríamos ver al Kizilelma entrar en servicio dentro del Ejército del aire ucraniano. Según Baykar — la compañía turca que fabrica este caza de ataque furtivo y no tripulado — este dron potencialmente supersónico tiene tanta potencia de fuego como el MQ-9 Reaper de los EEUU. Su diseño y especificaciones son impresionantes. Si lo que dice Baykar es cierto — y dada la fiabilidad de sus drones actuales no vamos a ponerlo en duda — esta máquina vuela a más velocidad que el mejor y más potente de los drones actuales, el General Atomics MQ-20 Avenger de los EEUU.

Misil supersónico TRG-230-IHA

El fabricante aeronáutico Baykar también probó en diciembre un nuevo misil supersónico aire-tierra que Ucrania podría usar sin problemas desde sus drones turcos de bajo coste. Según el jefe tecnológico de la compañía turca, el misil dio en el blanco después de volar durante 100 kilómetros. De confirmarse sus afirmaciones, esta podría llegar a ser un arma formidable en el arsenal ucraniano contra el Ejército ruso.

Según el fundador y director técnico de la compañía Selçuk Bayraktar, el TRG-230-IHA es el primer misil supersónico aire-aire desarrollado en Turquía, un país que últimamente está experimentando un renacimiento de su industria militar con armas de bajo coste, un tipo de máquinas que cada vez tienen más peso en la guerra moderna.

Bomba planeadora GLSDB

Otra arma que puede aumentar la diferencia entre Moscú y Kiev es el GLSDB, las siglas de ‘bomba de pequeño diámetro lanzada desde tierra’. El Pentágono está valorando el envío de esta arma a Ucrania, una tecnología inteligente que es capaz de maniobrar en el aire al estilo de un misil crucero, encontrando y destruyendo al enemigo aunque esté oculto dentro de una cueva al otro de una montaña, algo que un misil normal o un obús con incapaces de hacer.

Su precio es mucho más barato que los misiles utilizados actualmente por los artilleros ucranianos, pero su capacidad de maniobra es sorprendentemente flexible, como la de un dron pero con una capacidad destructiva y una rapidez mucho mayor. Sólo hay que ver el vídeo sobre estas líneas para hacerse una idea de su capacidad, incluyendo un segmento en el que se ve cómo el arma se mueve entre montañas hasta meterse dentro de una cueva al otro lado de una montaña en la que se encuentra el enemigo.

Nuevos GMLRS

Los ucranianos también podrían aumentar el alcance de sus baterías Himars con los cohetes GMLRS (Sistema de Cohetes de Lanzamiento Múltiple Guiado de Largo Alcance, en sus siglas en inglés) de nueva generación.

Lockheed Martin, la empresa que los produce, anunció en octubre el éxito de las primeras pruebas de un nuevo modelo que está diseñado para doblar su alcance y llegar a los 150 kilómetros de distancia.