La ingeniosa forma en que la fuerza aérea de EEUU está ayudando a Ucrania 'en secreto'

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Ante la imposibilidad de facilitar aviones de combate y bombarderos occidentales a Ucrania, la fuerza aérea de los EEUU está desarrollando maneras para que los ejércitos del aire de Kiev puedan tener capacidades ofensivas más potentes, modificando y reutilizando armas de maneras que antes eran impensables. No hay nada como la necesidad para agudizar el ingenio.

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Omar Kardoudi

Un ejemplo de gran éxito ha sido el equipamiento de misiles AGM-88 HARM en aviones MiG-29, los cazas de los años 80 que Ucrania heredó de la Unión Soviética, pero hay otro programa desconocido — y que todavía no se ha puesto en servicio — que es aún más llamativo porque parece sacado de una película de Misión Imposible. Se llama Rapid Dragon y permite lanzar misiles de largo alcance tirándolos literalmente por la rampa de un avión de transporte, como se puede ver en este vídeo publicado hoy (y del que hablaré al final del artículo).

‘Tuneando’ viejos MiG soviéticos

Los HARM — siglas en inglés de misil anti-radiación de alta velocidad — son cohetes capaces de detectar radares enemigos y seguir su señal hasta destruirlos. Los misiles deben de ser disparados cuando el caza se aproxima a su objetivo — generalmente una batería antiaérea o cualquier otra arma que utilice radar — y se encuentra con el haz de radiación que el enemigo usa para detectar aviones y misiles atacantes. En ese momento, el piloto abre fuego y el HARM ‘huele’ el rastro del radar hasta alcanzarlo y destruirlo.

Son misiles cruciales en una guerra porque, básicamente, sirven para barrer y desactivar las defensas aéreas enemigas, dejando el terreno libre para el ataque con otros misiles y aviones.

Hasta finales de agosto, esto era imposible porque los aviones soviéticos no podían lanzar los HARM. Éstos no cuentan con la electrónica necesaria para conectar su sistema de tiro con el cerebro del misil. Pero gracias a un grupo de ‘MacGyvers’, los ucranianos han conectado su sistema de tiro a los HARM. Según la publicación militar y estratégica Defense One, el arreglo fue encargado por la USAF a una compañía de defensa cuya identidad se mantiene en secreto.

Este parche ha tenido tanto éxito que, de hecho, los HARM se han demostrado como el arma más importante en la contraofensiva ucraniana después de las mortíferas baterías de misiles HIMARS. Como apunta Defense One, esto ha hecho que el ejército del aire norteamericano haya decidido buscar nuevas maneras de reutilizar capacidades ofensivas de manera no convencional. Según el General C.Q. Brown Jr. — jefe del estado mayor del aire de EEUU — quieren ofrecer a Kiev capacidades ofensivas avanzadas burlando las amenazas rusas.

Un misil de crucero en palet

Por eso han puesto a trabajar al Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea (AFRL) y al Comando de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea (AFSOC) a desarrollar este tipo de ‘tuneos’ de armas para hacerlas accesibles tanto a Ucrania como a países de la OTAN.

El más llamativo es Rapid Dragon. Según el AFRL, este “programa experimental de municiones paletizadas explora la viabilidad y las ventajas operativas de lanzar municiones paletizadas de largo alcance desde las plataformas de transporte aéreo existentes, como los C-130 y C-17, sin modificaciones de la aeronave”.

Esta jerigonza militar no significa ni más ni menos que lanzar misiles crucero desde aviones de carga, empujándolos al vacío desde la rampa trasera de un avión como el Hércules, uno de los aviones de transporte militar más populares que también sirve en el ejército del aire español.

Una vez fuera del avión, el palet despliega un paracaídas. Los sensores detectan cuando el palet se estabiliza en el aire, momento en el que se abre para dejar caer el misil crucero. El misil crucero comienza entonces su misión de forma preprogramada, arrancando su motor, desplegando sus alas y levantando el vuelo hasta encontrar su objetivo para destruirlo.

Obviamente, es una forma muy sencilla de poder utilizar este tipo de armas de largo alcance avanzadas sin contar con un bombardero preparado para realizar este tipo de misiones, como es el caso de Ucrania y muchos países de la OTAN.

Esto no significa que los ucranianos vayan a empezar a recibir palets de Tomahawks. Aunque el desarrollo de Rapid Dragon está en su última fase de pruebas operacionales, el jefe del estado mayor del aire norteamericano afirma que por ahora todo son experimentos. La búsqueda de métodos alternativos para ofrecer capacidades son “conversaciones que quiero asegurarme de que estamos teniendo”, afirma Brown. Todavía no se ha tomado la decisión de dotar de esta capacidad a Ucrania, pero antes de tomar esas decisiones primero hay que ver “qué opciones hay".