El curioso invento ucraniano diseñado para hundir barcos rusos
Ucrania sigue usando medidas no convencionales en su lucha contra el ejército ruso, fabricando armas únicas usando su ingenio y los recursos locales disponibles
Ucrania sigue usando el ingenio local para luchar contra Rusia, que sigue contando con más armas que las fuerzas de Kiev por tierra, mar y aire. El último ejemplo es la extraña nave sobre estas líneas: un dron acuático de fabricación propia que al parecer estaba cargado de explosivos y habría conseguido burlar las patrullas de vigilancia rusas para adentrarse en la zona de seguridad de las armada rusa.
Según los analistas, parece que la nave fabricada por los 'MacGyver' ucranianos y controlada remotamente tuvo un problema que impidió que cumpliese su objetivo: penetrar en la gran base de la flota del Mar Negro, en Sevastopol, Crimea, y volar un barco militar por los aires.
Han sido los propios rusos los que han anunciado que la han encontrado en una playa cercana a la base, como cuenta el experto militar H I Sutton. Según un mensaje en Telegram del gobernador de la región Mikhail Razvozhaev, "después de completar el estudio [del vehículo], este aparato fue destruido en el mar con una explosión controlada. Nadie resultó herido".
Sutton afirma que es sorprendente que los rusos no se quedasen esta nave para analizarla en profundidad. La única explicación, aunque no puede confirmarlo al 100%, es que estuviera cargada de explosivos e intentar manipularla fuera demasiado arriesgado.
¿Qué es este vehículo no tripulado?
Todavía no está claro qué es exactamente este vehículo no tripulado, pero Sutton ofrece un análisis basado en su aspecto exterior: “su forma curva, con refuerzo externo, sugiere la posible existencia de una ojiva explosiva. Posiblemente una bomba aérea o un proyectil de artillería, apuntando hacia adelante y posiblemente inclinado hacia abajo”. Sutton asegura que el vehículo parece “una interpretación moderna de un barco explosivo, lo que explica el grupo de sensores en la proa”. La otra opción apuntada por la publicación militar The Warzone es que sea parte del equipo de un comando de fuerzas especiales (que, como muestra el vídeo bajo estas líneas, están realizando labores de sabotaje en zonas ocupadas). Esto último, sin embargo, es improbable debido a la forma de la nave y todos los sensores con los que cuenta.
Aunque la máquina parece construida por M.A. Barracus y el resto del Equipo A, puede ser efectiva, dice Sutton. “Su aparición en una playa de Sebastopol sugiere que tiene la autonomía necesaria para resultar útil”, afirma.
Si hubiera dado en el blanco, no hubiera sido el primer ataque de un dron suicida marítimo. De hecho, como comenta Sutton en su blog personal Covert Shores, este tipo de armas tienen un largo historial de destrucción desde los tiempos de la guerra civil americana. El último ejemplo sonado fueron los rebeldes Houthi en Yemen, que atacaron una fragata saudí con uno de estos ingenios, posiblemente de fabricación iraní. Estos últimos han desarrollado lanchas suicidas que llevan pilotos humanos, listos para abandonar la nave en el último momento usando un jet ski. La nave ucraniana, sin embargo, no llevaba piloto alguno.
Guerra de guerrillas e ingenio
Sabemos que el Departamento de Defensa norteamericano ha enviado barcos robóticos a Ucrania. Pero, aunque el Pentágono no ha desvelado cuál es el objetivo de sus envíos ni qué capacidades aportan, lo que han mandado no se parece en nada a lo que los rusos han pescado en Crimea.
Que Kiev haya desarrollado esta nave en tiempo récord durante la guerra dice mucho de la resiliencia y el ingenio de los ucranianos. Este vehículo autónomo marino viene a engrosar una larga lista de inventos de bricomanía y uso creativo de armas. El ejército ucraniano, por ejemplo, sigue engañando a Rusia como los Aliados engañaron a los Nazis en la Segunda Guerra Mundial, construyendo vehículos falsos para confundir a los invasores y proteger su arma ofensiva más efectiva, las baterías de misiles HIMARS.
También está el tuneo de aviones soviéticos—hecho con los norteamericanos—para lanzar misiles anti-radar. O las armas locales para su autodefensa, como las de la compañía ucraniana Kvertus, que ha diseñado y construido el rifle electrónico KVS G-6. Esta máquina, que está diseñada para derribar drones rusos con ondas electromagnéticas, ha sido muy efectiva para interferir con la capacidad de ataque rusa con fuego de artillería y aviación.
El último ataque demoledor — supuestamente realizado con drones de origen desconocidos — fue sobre la base aérea de Saki, también en Crimea. Según la CNN, el ataque llevado a cabo a principios de agosto habría sido ”la mayor pérdida de aviones militares de Moscú en un solo día desde la Segunda Guerra Mundial”.
Ucrania sigue usando el ingenio local para luchar contra Rusia, que sigue contando con más armas que las fuerzas de Kiev por tierra, mar y aire. El último ejemplo es la extraña nave sobre estas líneas: un dron acuático de fabricación propia que al parecer estaba cargado de explosivos y habría conseguido burlar las patrullas de vigilancia rusas para adentrarse en la zona de seguridad de las armada rusa.