Lo que ve un dron kamikaze antes de impactar contra un tanque ruso

Las fuerzas especiales del Ejército ucraniano han publicado un vídeo capturado por el sensor de un dron kamikaze Switchblade lanzándose en picado sobre un tanque invasor ruso T-72 y, supuestamente, eliminando a su tripulación. Es un documento espeluznante que demuestra cómo funcionan estas pequeñas máquinas de guerra automatizadas que nos están llevando a una guerra del futuro de mínimo coste y máxima letalidad.

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Jesús Díaz

El vídeo —con una banda sonora más que cuestionable y no apto para todos los públicos— primero muestra una vista general que parece tomada desde otro dron de observación en la distancia. En esta vista se aprecia un tanque —situado sobre la retícula, en el sector derecho superior— junto a unos arbustos pálidos. El plano cambia luego al punto de vista del dron, que se aproxima después de merodear los cielos de una zona no especificada de Ucrania. A continuación, vuelve al plano general tomado desde el dron de observación para mostrar el impacto sobre el tanque.

Lo más interesante está al final, cuando vuelve a cambiar al sensor de vídeo del Switchblade 300 en su aproximación al tanque. En ese momento se pueden ver claramente dos cosas. La primera, la tripulación del tanque ruso sobre la torreta, completamente ajena a lo que se le viene encima, literalmente. Después, la señal del vídeo se apaga antes del impacto.

Cómo funciona

Ese es el momento en el que los algoritmos del Switchblade toman totalmente el control. Hasta ese momento el dron había estado volando por la zona después de ser lanzado por las fuerzas especiales ucranianas. Los Switchblade 300 son extremadamente portátiles. Se pueden llevar en una mochila sin problemas, dentro de su tubo lanzador. Sus alas van plegadas dentro de su cuerpo y se abren como una navaja automática —de ahí su nombre en inglés— después de 'dispararlos' desde el tubo usando gas comprimido.

En ese momento comienza su misión, con un tiempo máximo de vuelo de 15 minutos. El operador lo controla a distancia usando la cámara del dron, pero —como describe en su página de producto el fabricante AeroVironment— también puede coordinarse con sistemas de observación de otros drones en la zona.

“El Switchblade 300 ha sido probado en combate [...] como un misil merodeador ideal para su uso contra objetivos más allá de la línea de visión. [Transportable en la mochila] o desplegándose rápidamente desde plataformas aéreas, marítimas o terrestres, Switchblade 300 ofrece una mayor letalidad con coordenadas GPS en tiempo real y vídeo para una segmentación precisa con bajos efectos colaterales”, afirma el fabricante.

El dron tiene una función llamada Switchblade 'Sensor a Tirador' (S2S, en sus siglas en inglés) que lo integra con drones de observación. A través del 'software' S2S, las coordenadas del objetivo se transfieren instantáneamente de los sensores de drones de reconocimiento al tirador, el Switchblade, lo que —según el fabricante— reduce el trabajo del operador. Básicamente, la máquina vuela casi por su cuenta en esta configuración. Se desconoce si el dron del vídeo estaba coordinado con el dron de reconocimiento que graba la operación desde la distancia.

El Switchblade es un dron con una capacidad letal obvia aunque el enemigo puede defenderse contra él utilizando guerra electrónica, interfiriendo en su control con inhibidores de frecuencia en las bandas de los 2,4 a 5,8 GHz (como los teléfonos móviles). Desafortunadamente para la 'carne de cañón' reclutada por el Ejército de Vladímir Putin, las tropas rusas no disponen de estos sistemas.

Los Switchblade 300 y 600 —modelos más pesados capaces de destruir tanques— se cuentan por miles en la guerra de Ucrania y, como el vídeo demuestra, tienen una letalidad y precisión increíble con un efecto desproporcionado para su coste, especialmente comparado con las armas tradicionales. Por eso la guerra del futuro va a tener poco que ver con las guerras del siglo XX, como bien saben los americanos y los chinos. Lo de Ucrania es solo el preludio de lo que viene.

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