Aparecen drones rusos capaces de localizar y matar ucranianos por su cuenta

Nuevas fotografías muestran posible evidencia del uso de drones kamikaze rusos en Ucrania. Identificados como KUB-BLA, están diseñados y fabricados por la división de drones del Grupo Kalashnikov para matar y mutilar a seres humanos con una carga explosiva saturada de metralla. Publicadas en Telegram y Twitter, las fotos muestran varios de estos drones derribados. Uno en el distrito de Podil, en la ciudad Kiev, probablemente por un disparo de rifle ucraniano. Otra imagen muestra otra de estas “granadas voladoras” —como las llaman los expertos— supuestamente en la provincia de Kiev.

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Jesús Díaz

Fabricado por Zala Aero Group, el KUB-BLA está clasificado como “munición merodeadora”. En vez de ser lanzada desde un tanque, avión, lanzacohetes o mortero, este dron vaga por una zona, observando como un halcón antes de lanzarse sobre su presa. Según Brent Eastwood —experto en amenazas emergentes y autor del libro 'Humanos, máquinas y datos: futuras tendencias en la guerra'—, son básicamente máquinas de ataque diseñadas para aterrorizar tanto civiles como militares.

Samuel Bendett —experto en armamento ruso del 'think tank' de defensa norteamericano CNA— afirma que el uso de este tipo de drones “es consistente con el cambio de estrategia ruso frente a la inesperada fuerte resistencia ucraniana”. Según Bendett, "son una alternativa extraordinariamente barata a las misiones tripuladas [en aviones de combate]. Son muy eficaces tanto militar como, por supuesto, psicológicamente".

Cómo funcionan

Como apunta el blog de defensa 1945, el fabricante asegura que su dron de 1,2 metros de envergadura puede volar silenciosamente a 130 kilómetros por hora desde una distancia de 40 kilómetros. Para operarlo solo hace falta introducir las coordenadas de ataque o imágenes de los objetivos para después lanzarlo utilizando una catapulta.

Cuando llega a la zona designada, el KUB-BLA patrulla hasta que, supuestamente, su inteligencia artificial detecta un objetivo. En ese momento, se lanza en picado contra su víctima o víctimas para detonar sus tres kilos de carga explosiva “antipersonal”. Su cabeza, afirman, contiene esferas de metal, metralla diseñada para ocasionar tanto daño como sea posible al organismo.

Según Sergy Chemazov —director general de Rostec, la empresa estatal rusa para el desarrollo, producción y exportación de armamento avanzado—, “representa un paso hacia una realización de operaciones completamente nueva. El dron de alta precisión llega [al objetivo] en 30 minutos a una velocidad de 130 km/h”.

Chemazov se refiere a que el KUB-BLA está diseñado para ser una aeronave de 'usar y tirar' y para volar en enjambres. Como apunta 'The National Interest', son tan baratos que cualquier país puede comprar cientos de unidades y “enviarlos por docenas para saturar las defensas enemigas”, lo que le hace muy difícil de interceptar de forma efectiva, algo que confirma Chemazov: "Es un arma extremadamente precisa y eficiente, siendo muy difícil de combatir por los sistemas tradicionales de defensa aérea".

Pero, aunque en las imágenes puedan parecer frágiles y ridículamente pequeños, su letalidad está comprobada. Según la revista 'Wired' —que también recoge el posible uso de los KUB-BLA en Ucrania—, un informe de Naciones Unidas publicado el año pasado afirma que drones con las mismas características fueron usados para matar personas en la guerra civil libia. Aquella fue la primera vez que, según Naciones Unidas, una inteligencia artificial asesinó a humanos.

Escalada de terror rusa

Los KUB-BLA están diseñados para matar personas, herirlas gravemente y ocasionar un fuerte daño psicológico, aterrorizando a soldados y civiles. Todavía no sabemos hasta que punto las fuerzas rusas los están usando en el frente y estas imágenes no prueban que Rusia esté usando ataques de enjambre masivos.

Como apunta Eastwood, los rusos saben lo que se hacen porque sufrieron este tipo de ataques en sus propias carnes durante la guerra de Siria: “Los rebeldes sirios enviaron un escuadrón de 13 drones a dos bases rusas diferentes en 2018. Cada uno de los drones sirios llevaba bombas de 450 gramos”.

Eastwood concluye que “las granadas voladoras son la última escalada contra civiles y muestran lo desesperados que están los rusos por intentar sitiar las ciudades ucranianas y matar y herir a sus habitantes”. Otros expertos —como Michael Horowitz, profesor de la Universidad de Pensilvania experto en tecnología militar— dudan de que los KUB-BLA sean tan efectivos como afirman los rusos. Y William Alberque —director de Estrategia, Tecnología y Control de Armas del International Institute for Strategic Studies— también apuntó a Wired que cree que “los rusos no están preparados para desplegar tecnología más sofisticada” a juzgar por la facilidad con que los drones turcos usados por los militares ucranianos los están atacando.

Desgraciadamente, estas imágenes o el reciente lanzamiento de armas hipersónicas podrían indicar justo lo contrario.