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Llevo 10 años sobreviviendo a YouTube y sé por qué los 'streamers' españoles están en caída libre
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LA MITAD DE AUDIENCIA DESDE 2020

Llevo 10 años sobreviviendo a YouTube y sé por qué los 'streamers' españoles están en caída libre

La resaca de la pandemia también ha llegado a las audiencias de Twitch España, afectando especialmente a grandes nombres, como Ibai o Auronplay. Este veterano 'youtuber' mexicano te explica qué está pasando

Foto: El 'youtuber' mexicano Chucho Calderón. (Cedida)
El 'youtuber' mexicano Chucho Calderón. (Cedida)
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Algo está pasando entre los streamers españoles, y no es nada bueno. Cristinini, una de las figuras más conocidas del mundillo en España, hizo saltar la voz de alarma hace unas semanas. "Estamos pegándonos una hostia brutal", reconoció en un clip que se acabó viralizando, pero que reflejaba un temor colectivo: su audiencia y la de otros compañeros españoles está en caída libre en Twitch. Su auge y caída se ha extendido durante apenas tres años y medio. Es el tiempo que ha pasado desde el inicio del confinamiento, que también fue el inicio de los días dorados de la plataforma, adquirida por Amazon en 2014 y, dicho sea de paso, subvencionada mediante Prime, que incluye una suscripción gratuita al creador elegido por el cliente.

En mitad de todo este desaguisado, hay quien tiene una explicación de qué está ocurriendo. "Si los espectadores bajan en Twitch, es porque no hay una propuesta fresca", disparaba Chucho Calderón, veterano youtuber mexicano, en respuesta a las declaraciones de Cristinini.

Él empezó su andadura en 2014 comentando el mundo de la animación y, un año más tarde, le llegó la fama. "Hace 10 años, internet era muy diferente a lo que es ahora. Yo aparecí en un momento en el que no había gente que hablara de eso y aproveché ese vacío", explica este youtuber, que cuenta con un millón de suscriptores en YouTube, en entrevista con El Confidencial. "En internet, todo son pequeñas burbujitas. Soy un youtuber de nicho, pero hasta en los nichos hay fechas de caducidad".

Por eso, Chucho ha tenido que cambiar profundamente el enfoque de sus contenidos varias veces para mantenerse en la cresta de la ola. "Me ha tocado ver proyectos geniales que salieron antes, cuando yo o después y no han durado más de cinco años. La gente cree que va a funcionarle lo mismo siempre, pero la realidad es que el público va creciendo y tienes que crecer con él. Si no, se irán tarde o temprano. Es lo que veo que está pasando en Twitch en estos momentos".

La peor parte de este bajón, eso sí, se la llevan los pesos pesados de Twitch España. Es algo que se puede ver con echar un vistazo a las cifras de nombres como Ibai Llanos, AuronPlay o The Grefg. Tal y como adelantó El Periódico de España, los 10 streamers más seguidos han tenido una caída de audiencias del 51%. La única excepción es IlloJuan, que ha tenido su auge en estos dos últimos años. Sin embargo, Twitch sigue manteniendo una audiencia similar, algo que se explica por dos razones: los grandes españoles ya no tienen tanto tirón y los latinoamericanos en especial, mexicanos y argentinos cada vez tienen más recorrido.

Cuando solo te preocupas de la chavalada

Lógicamente, el primer aspecto que explica esta caída es la resaca pandémica. "Ahí teníamos un público cautivo que no podía salir de casa y hacía todo allí, así que necesitaba entretenimiento", cuenta Chucho sobre esta cuestión, que relaciona esto con otro punto clave: en este tiempo, el público también ha envejecido. "Muchos eran adolescentes y ahora estarán trabajando o, simplemente, buscando otras cosas porque son más mayores", continúa.

El problema es que eso no ha evitado que el contenido de los grandes streamers españoles apenas ha variado en este tiempo. Chucho lamenta que se haya extendido la idea de que "si algo funcionó en el pasado, funcionará siempre". "El gran pecado del creador de contenido es no saber qué hacer con su público", añade antes de recordar que él mismo comenzó siendo adolescente, pero ya está rozando la treintena.

Foto: Ramón García con Ibai Llanos. (Twitch).

Es lo mismo que ocurre con otros veteranos de YouTube en España, como ElRubius o Auronplay, con 33 y 34 años, respectivamente. "No tenemos nada que decirle a la gente de 20 años, que son los que mayoritariamente están en internet. Mi opinión honesta es que se me hace obsceno que tengas 40 y quieras seguir hablando a esa audiencia, y eso que yo soy el influencer de animación", remarca. Sin embargo, aquí coloca una de las principales diferencias está entre los creadores latinoamericanos y españoles: los primeros se han despreocupado de esa audiencia más joven. "No me importa llegar a los adolescentes, sino mantener la audiencia que tengo y que sea fiel", destaca.

Hay otro punto que Chucho señala para explicar esta caída. Pese a que buena parte de la audiencia de los streamers españoles venía del otro lado del charco, la tónica habitual ha sido que su contenido se haya seguido basando únicamente en España, algo que se nota en cuestiones como los horarios o temas a tratar. "Se ha hablado, y lo noté en el caso de Cristinini, con una condescendencia muy peligrosa hacia la audiencia latinoamericana", critica, lamentando que "los youtubers españoles han hablado de lo que pasa en Latinoamérica sin conocerlo". "Cristinini decía que en Latinoamérica estaban teniendo ahora su boom. "En realidad, muchos crecieron también en pandemia y siguen arriba, porque han cuidado todo eso".

placeholder Chucho Calderón. (Cedida)
Chucho Calderón. (Cedida)

Copiar hasta los errores de la televisión

Hay otro aspecto que ayuda a explicar la caída: la homogeneidad de los contenidos. "Nos hemos quemado mucho todos", decía la propia Cristinini, que lleva seis años como creadora de contenido. Además, desde la pandemia, los grandes de Twitch en España han repetido hasta la saciedad las mismas fórmulas, como las series de Minecraft, las videorreacciones o los formatos de entrevistas. ¿La razón? En algún momento les funcionó a ellos u a otros. "Si sale un juego, todos los están jugando. O si sale una canción de Bizarrap, como le funciona a Ibai, le siguen todos. Él te ofrece su punto divertido reaccionando, ¿y el resto? ¿Qué ofrecen otros que son conocidos por jugar a FIFA o Fortnite?", desliza Chucho.

"El creador de contenido es un producto, y tienes que ofrecer a la gente algo nuevo cada cierto tiempo", prosigue el youtuber. En su caso, empezó con vídeos muy amateur y aprendiendo sobre la marcha, pero cuando llevaba unos años, cambió el formato para abordar asuntos más maduros, como el reflejo de las cuestiones políticas o sociales en la animación.

"Después me di cuenta de que empezaba a ver gente más graciosa y entretenida que yo, así que decidí salir en la cámara porque nadie de mi nicho lo había hecho", relata. Esto último posibilitó que llegara una nueva audiencia, más adulta y que, además, provenía de la industria de la animación. Fue lo que le dio la oportunidad de entrevistar a algunos de sus ídolos, como los productores de Rick & Morty.

En cualquier caso, innovar es una tarea bien complicada en el mundo audiovisual. Aunque hay ciertos márgenes para probar cosas nuevas a nivel de lenguaje o puesta en escena, los formatos exitosos de los streamers recuerdan demasiado a otros que ya tuvieron éxito en canales convencionales. Por ejemplo, Ibai Llanos ha lanzado sus particulares Gran Hermano o Masterchef. Incluso Wismichu lanzó la serie Silencio, que se parecía demasiado a Silent Library, un programa de MTV emitido años atrás en EEUU.

"Nada es 100% original, todo viene de otros lados. La propia Velada no viene de la mente de Ibai, sino de lo que ocurrió con Logan y Jake Paul en EEUU. Ahora que MrBeast está generando ideas masivas, todo el mundo también quiere copiarle", remarca este streamer. "Al final, uno tiene que pensar qué puede ofrecer de forma fresca, sea imitando al youtuber de EEUU de turno o algo que funcionó en televisión hace años".

Eso sí, manda un aviso a navegantes. "Las personas que mueven masas en internet no se quedan para siempre. Tienen un tiempo limitado. ElRubius siempre será una leyenda de YouTube y mantendrá muchos seguidores y suscritos en Hispanoamérica, pero ya no es el número uno. Ibai ahora mismo puede retener la caída, pero otras personas están moviendo mucho, como Spreen, que funcionan porque una nueva audiencia se identifica con ellos. Después, también llegarán otros", desarrolla.

¿El futuro está en los nichos?

Todo lo anterior deja una duda en el aire: ¿y si el futuro de los streamers pasa por comunidades más pequeñas, pero más fieles? En España, uno de estos casos de especialización en un nicho es el de Piezas. Después de ser campeón nacional de Red Bull Batalla de Gallos en 2008, este murciano inició una carrera en el mundo del rap pero, como es habitual en el género, compaginada con otro trabajo (en su caso, de mozo de almacén). Sin embargo, en pandemia tuvo una idea que hizo que dejara de cargar cajas en un almacén. Sí, hacer directos en Twitch.

"Era un momento de auge y descubrimiento de la plataforma, que estaba en muy buen momento por la trayectoria de Ibai. En ese momento, era un mercado por profesionalizar", explica a este periódico Jorge Robles, más conocido como Zurdo, mánager de Piezas y especialista en entornos digitales. "Desde la salida de la pandemia, la gente no tiene tiempo porque tiene que salir a trabajar. Hay streamers que no lo entienden, pero la gente también tiene que vivir", subraya sobre la bajada.

Foto: El youtuber Lewis Texidor reacciona a la actuación de C. Tangana en Tiny Desk. (YouTube)

Es algo que han notado en su caso, pero no con tanta agresividad como los grandes. "Hay una mezcla de redundancia, falta de originalidad y mamoneo. La gente se acaba cansando y buscando otras cosas", comenta. Para mantenerse, han ido haciendo un poco de todo, pero casi siempre con alguna relación con el mundo del rap o las batallas de gallos. Por ejemplo, una sección semanal para dar a conocer nuevos talentos o entrevistas con artistas consagrados. "Intentamos mezclar underground y mainstream", explica.

Además, han intentado que la comunidad, formada por algo más de 500 suscriptores de pago, sea lo más próxima posible. "El chat es sano y legible, y eso permite mantener el contacto. Piezas se sabe el nombre de casi todos sus suscriptores, incluso sabe lo que le gusta a cada uno. Es importantísimo algo así para fidelizar. Aquí tenemos algún suscriptor que lleva 50 meses con nosotros, y muchos que llevan más de un año".

También tienen un público mucho más adulto o, lo que es lo mismo, con más poder adquisitivo. "Todo eso suma para que, cuando viene una situación como esta, no afecte tanto. No puedes depender solo de una vía de ingresos", explica, enfatizando que las llamadas de marcas también han recordado presupuesto en este ámbito. Aun así, más de la mitad de los ingresos del proyecto proviene de lo que reciben de plataformas.

Ahora bien, ¿se puede vivir de Twitch o de YouTube? Casos como el de Piezas son una prueba de que sí, aunque haya que hacer malabares de todo tipo y no reciban las sumas de las estrellas. Sin embargo, la situación es muy distinta al otro lado del Atlántico. "Hasta hace poco, yo he sobrevivido a través de otros trabajos, aunque tenga buenos números", dice Chucho, que aprovecha para remarcar una crítica habitual entre los creadores latinoamericanos.

"Un youtuber de EEUU recibe entre siete y ocho veces más de ingresos por visualización que uno latinoamericano. Es algo obsceno. Mi mayor viral tiene tres millones de visitas, y eso en Estados Unidos sería tener un piso propio, pero a mí me valió solo para comprar muebles", ilustra el mexicano, que ataca otro punto clave: "Si quieres tener ingresos estables, tienes que estar publicando sin parar. El algoritmo de YouTube se ha vuelto estresante y agotador. Si por salud mental no publicas una semana, eso te penaliza y afecta a tus ingresos".

Algo está pasando entre los streamers españoles, y no es nada bueno. Cristinini, una de las figuras más conocidas del mundillo en España, hizo saltar la voz de alarma hace unas semanas. "Estamos pegándonos una hostia brutal", reconoció en un clip que se acabó viralizando, pero que reflejaba un temor colectivo: su audiencia y la de otros compañeros españoles está en caída libre en Twitch. Su auge y caída se ha extendido durante apenas tres años y medio. Es el tiempo que ha pasado desde el inicio del confinamiento, que también fue el inicio de los días dorados de la plataforma, adquirida por Amazon en 2014 y, dicho sea de paso, subvencionada mediante Prime, que incluye una suscripción gratuita al creador elegido por el cliente.

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