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El 'rey bastardo' de la tecnología: este hombre fabricó tu iPhone y ahora quiere ser presidente
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TERRY GOU, FUNDADOR DE FOXCONN

El 'rey bastardo' de la tecnología: este hombre fabricó tu iPhone y ahora quiere ser presidente

El fundador de Foxconn, fabricante de referencia de Apple, Nvidia y otras grandes tecnológicas, dejó sus cargos hace cuatro años. Ahora acaba de anunciar su candidatura a la presidencia de Taiwán, pero hay demasiadas dudas sobre ello

Foto: Terry Gou, fundador de Foxconn, durante la presentación de su candidatura. (Reuters/Ann Wang)
Terry Gou, fundador de Foxconn, durante la presentación de su candidatura. (Reuters/Ann Wang)

Lo más seguro es que el nombre de Terry Gou no te suene de nada. Sin embargo, puede que Foxconn, la empresa que fundó en 1974, te diga algo más. Esta firma taiwanesa es el principal socio de Apple —y casi de cualquier gran tecnológica— para fabricar algunos de sus productos estrella, incluyendo los iPhone. Hace ya cuatro años, este magnate renunció a la presidencia de la empresa para hacer una incursión fallida en política. Una legislatura después, y ya con 72 años, ha presentado su candidatura electoral para convertirse en presidente de Taiwán. "Es la era del gobierno de los empresarios", ha asegurado recientemente, solo días después de renunciar al puesto que aún conservaba en el consejo de administración de Foxconn.

El pilar fundamental del discurso del fundador de Foxconn es remarcar su perfil de empresario de éxito que, asegura, quiere salvar a su país del desastre. No es raro escuchar que Gou es una suerte de Donald Trump taiwanés. "No me parece muy apropiada la comparación. Es un hombre hecho a sí mismo y con un impacto de su negocio mucho mayor", señala a este diario Mario Esteban, investigador principal del Real Instituto Elcano y profesor del Centro de Estudios de Asia Oriental de la Universidad Autónoma de Madrid.

Foto: Foto: Andrew Kelly (Reuters)

Esteban piensa que es más acertado verlo como una especie de Silvio Berlusconi. "Es un perfil de persona que triunfa en los negocios, se piensa que sabe más que el resto y ve que lo que ocurre en su país no le convence, así que se ve como la mejor opción para arreglar el entuerto", desarrolla. De hecho, uno de los puntos fuertes de la propuesta de Gou pasa por convertir a Taiwán en una potencia tecnológica, marcándose como objetivo tener el mayor PIB per cápita de Asia. "Quiero que Taiwán supere a Singapur en 20 años", dijo cuando presentó su candidatura. "Si Singapur puede hacerlo, Taiwán también".

El punto clave está en que, para eso suceda, antes tendría que haber una desescalada de la tensión entre Taiwán y China, en su punto más complicado desde el final de la guerra civil china, en 1949. Si bien Gou asegura estar del lado de la independencia taiwanesa —que cuenta con el apoyo de Estados Unidos—, también apuesta por un tono conciliador para solventar la situación con el país vecino.

Es algo inevitablemente relacionado con la estrecha relación que ha mantenido con China para su actividad empresarial. De hecho, sigue siendo un accionista de referencia de la empresa, que tiene su mayor fábrica en Zhengzhou, tiene una capacidad de hasta 350.000 empleados. También hay que recordar que, en pleno brote de covid, envió una carta a los líderes del Partido Comunista de China para presionar en favor de unas restricciones más flexibles. Ahí deslizaba que, si no se hacía, la posición del país asiático en la cadena de suministro global se vería amenazada. Unas semanas después, llegaron medidas muy similares a las que había solicitado.

placeholder Foto: EFE/EPA/Ritchie B. Tongo.
Foto: EFE/EPA/Ritchie B. Tongo.

En la rueda de prensa posterior al anuncio de su candidatura, los periodistas le cuestionaron por posibles conflictos de intereses, a lo que respondió que "nunca" había estado "bajo control" de Pekín y que, además, ya no tenía poder de decisión en la empresa. Además, llegó a afirmar que está dispuesto a "sacrificar" su patrimonio personal en el país vecino si hubiera algún problema con ello.

Aquí hay un asunto clave para entender lo demás: el fundador de Foxconn no culpa a Pekín de la situación, sino al Gobierno de Taiwán. "Tenemos que reconducir al país por la senda de la paz y la prosperidad a través de estas elecciones. Solo así podrán desarrollarse con seguridad cientos de industrias y la gente podrá vivir y trabajar en paz", defendía durante la presentación, donde aseguró que podía "garantizar 40 años de paz". "Nunca permitiré que Taiwán sea la próxima Ucrania", aseveró.

Por supuesto, tampoco le interesa ningún tipo de conflicto con EEUU, aliado de Taiwán. Al mismo tiempo, cabe recalcar que, si bien Apple es su mayor cliente, también trabaja estrechamente con otros gigantes estadounidenses, como Amazon o Tesla, pero también de otros países, casos de Samsung o Sony. Pero para eso hay que viajar unas décadas atrás.

Del plástico de la TV a fabricar tu iPhone

Foxconn, además, es la empresa más grande de Taiwán, que también es un polo de fabricación de semiconductores, con firmas nacionales como TSMC o MediaTek. Es algo que explica el papel estratégico de esta tecnológica —con una valoración bursátil cercana a los 80.000 millones de dólares y más de un millón de empleados— y la importancia del movimiento de Gou, una de las mayores fortunas del país. De acuerdo con el índice de Bloomberg, su patrimonio asciende a los 6.900 millones de dólares.

Foto: Lei Jun, fundador de Xiaomi, durante una presentación. (EFE/EPA/Xiaomi)

¿Cómo llegó ahí? Después de haber trabajado en las fábricas de distintas industrias, Gou fundó Foxconn cuando tenía 24 años. En sus primeros años, el cometido era poco más que fabricar componentes de plástico para televisiones. Todo cambió el día que recibió la llamada de Atari para que fabricaran los conectores del mando de la videoconsola Atari 2.600. A partir de ahí, su visión del negocio comenzó a ir más allá, interesándose por las patentes y la adquisición de tintes globales.

"A principios de los años ochenta, Gou hizo su primera gran incursión en Estados Unidos, visitando 32 estados en una gira de 11 meses. Visitaba empresas sin previo aviso, como un vendedor puerta a puerta", explicaba un perfil de Bloomberg publicado en 2010 y que lo definía como "severo y amable hasta el extremo". Llegó allí justo en el momento adecuado: la deslocalización estaba a punto de convertirse en una tendencia para las firmas occidentales y se fijó en China en un momento en el que pocos se atrevían.

Cuando en 1988 abrió la fábrica de Shenzhen, la primera en el país, decidió que las instalaciones llevaran la integración vertical a otro nivel. Aquello no era solo un lugar de trabajo donde se fabricaba casi todo lo que necesitaban, sino prácticamente una ciudad donde también se ofrecían viviendas, atención sanitaria y hasta granjas para abastecer los comedores.

placeholder Trabajadores de la fábrica de Foxconn en Shenzhen, en 2015. (Reuters/Tyrone Siu)
Trabajadores de la fábrica de Foxconn en Shenzhen, en 2015. (Reuters/Tyrone Siu)

Fue el modelo que expandió hasta finales del milenio y que le permitió garantizar la producción (y asegurar una mayor eficiencia), algo que atrajo una cascada de clientes como IBM, HP o la propia Apple para fabricar todo tipo de productos. Sin embargo, uno de los aspectos más cuestionados de Foxconn son las malas condiciones laborales y salariales de estos empleados, donde no solo ha habido casos de depresión o estrés, sino también una ola de suicidios que provocaron un escándalo global.

Aquellos episodios pusieron el nombre de esta empresa, hasta entonces desconocida, bajo el foco, algo que tampoco dejaba en buen lugar a sus clientes, algo que provocó que tuviera que comenzar una campaña de relaciones públicas y mejora de condiciones para salir del paso.

"Cuando se produjo el primer suicidio, el segundo y el tercero, no vi esto como un problema grave. Teníamos unos 800.000 empleados. Ahora me siento culpable, pero entonces no pensé que tenía asumir toda la responsabilidad", dijo a Bloomberg en la mencionada entrevista, donde reconocía que no fue hasta el quinto suicidio cuando se decidió hacer cambios. No obstante, las protestas de los trabajadores durante los momentos más duros del confinamiento dejaron demasiadas dudas sobre si aquellas mejoras fueron suficientes.

¿De verdad puede llegar a ser presidente?

La carrera política de Gou empezó en 2019 y, de hecho, fue la razón por la que renunció a la presidencia de Foxconn. Entonces, se presentó como candidato del partido conservador Kuomintang. Según contó, se lo pidió la diosa del mar en la mitología china. "Hace tres días, Mazu vino a verme en un sueño. Mazu no quiere que la sociedad taiwanesa sea tan difícil. Mazu me dijo que saliera e hiciera algo", aseguró. Sin embargo, no consiguió pasar de las primarias, entre otras razones, por las dudas sobre su relación con China. Esta vez, Gou se presentará a través de su propia candidatura.

Para ello, tiene que reunir cerca de 300.000 firmas antes de noviembre, pero ese no es ahora su mayor problema. La clave está en tratar de unir a toda la oposición al Gobierno del Partido Progresista Democrático (PDP), al que califica como "corrupto e inútil" y señala como culpable de los males del país, incluido llevarles a la guerra con China. "Entiende que su historia personal es un ejemplo de como buenas relaciones en el estrecho generan prosperidad para Taiwán", apunta Esteban, investigador de Elcano.

Gou tampoco ha tenido palabras muy amables para los otros dos partidos de la oposición, pese a que él mismo intentó presentarse con uno de ellos. Además, su popularidad electoral deja mucho que desear por ahora. Según una encuesta del diario digital My Formosa —publicada poco después de anunciar la candidatura—, estaba en cuarto y último lugar entre los candidatos, con un 11,3% de apoyos.

"Aquí hay una paradoja. Él se presenta para acabar con el Gobierno del PDP para reducir la tensión geopolítica y estabilizar la situación. La cuestión es que va a dividir el voto entre la oposición, porque no es alguien a quien vaya a votar la base electoral del PDP. Si se consigue presentar, puede facilitarles la vida", explica Esteban, recalcando que es un sistema presidencialista, en el que la candidatura con más votos pasa a gobernar. Eso solo se podría evitar con una unión y, claro, él quiere ser el candidato, algo que ya ha dejado caer. "No veo posible que el resto acepte que sea el cabeza de lista. Solo pensarlo, me parece ya muy ilusorio", avisa.

Lo más seguro es que el nombre de Terry Gou no te suene de nada. Sin embargo, puede que Foxconn, la empresa que fundó en 1974, te diga algo más. Esta firma taiwanesa es el principal socio de Apple —y casi de cualquier gran tecnológica— para fabricar algunos de sus productos estrella, incluyendo los iPhone. Hace ya cuatro años, este magnate renunció a la presidencia de la empresa para hacer una incursión fallida en política. Una legislatura después, y ya con 72 años, ha presentado su candidatura electoral para convertirse en presidente de Taiwán. "Es la era del gobierno de los empresarios", ha asegurado recientemente, solo días después de renunciar al puesto que aún conservaba en el consejo de administración de Foxconn.

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