A cinco horas de Ayacucho se encuentra la región de Vraem. En ella se produce más del 70% de la cocaína proveniente de Perú. Las personas que se involucran en el tráfico ilícito de drogas y son capturadas se enfrentan a penas de prisión de entre 3 y 25 años, haciendo que muchos niños se vean separados de sus padres durante años y tengan que enfrentarse a un futuro incierto.

Como la mayoría de las cárceles de Perú, la prisión de Ayacucho está sobrepoblada. Actualmente hay 2.760 reclusos, un 438% por encima de su capacidad. En este centro penitenciario cumplen su pena aproximadamente 200 mujeres y 2.560 hombres. Según las autoridades, el 40% de las condenas se deben a tráfico de drogas. Con el objetivo de conservar la relación entre padres e hijos, Aldeas Infantiles SOS tiene en marcha un convenio desde el año 2010 con el centro penitenciario de Ayacucho para realizar visitas quincenales con los niños y desarrollar talleres dos veces al mes con los padres y madres de los mismos. Este programa es único en Perú y en toda América Latina. Y es que, según señalan diversos estudios, los niños que reciben un acompañamiento adecuado por parte de sus padres en prisión tienen menos probabilidades de involucrarse en actividades ilícitas en el futuro.