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Si respondes mal, te juegas la vida: ¿los neumáticos más nuevos van delante o detrás?
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Normas para cambiar ruedas sin riesgos

Si respondes mal, te juegas la vida: ¿los neumáticos más nuevos van delante o detrás?

Diciembre llama a la puerta, y comienza el mal tiempo de verdad. Por eso conviene que el agarre de nuestro coche sea el mejor posible. Pero muchos conductores se la juegan cada día por decisiones incorrectas relacionadas con las ruedas

Foto: Con baja adherencia, llevar neumáticos en mal estado detrás resulta muy peligroso. (Firestone)
Con baja adherencia, llevar neumáticos en mal estado detrás resulta muy peligroso. (Firestone)

Dicen los estudios que los españoles, en comparación con los conductores de otros países, no prestamos demasiada atención a los neumáticos de nuestro coche, pese a que las ruedas figuran entre los elementos de seguridad más importantes del vehículo. Para empezar, son el único punto de contacto entre el automóvil y la carretera, y de su estado y adherencia depende buena parte de nuestra integridad. Ahí está la famosa frase "se me fue el coche" para demostrarlo. Y ahora que el invierno se nos echa encima y millones de personas planean viajes para diciembre, ya sea por el largo puente de la Constitución o por las fiestas navideñas, parece buen momento para cambiar esos neumáticos que ya están cercanos a su límite de uso (legalmente, la profundidad mínima de la huella en la banda de rodadura es de 1,6 milímetros), o incluso en peor situación.

Si toca sustituir los cuatro, la decisión se simplifica, pero si solo pensamos reemplazar dos, suele surgir la duda: ¿pongo los nuevos delante o detrás? Y, como nos aconsejarán en cualquier taller de confianza o nos explicará un buen profesional, los nuevos siempre tienen que ir al eje trasero, incluso si los que estaban en mal estado eran los delanteros y conservamos los traseros por estar prácticamente nuevos. En ese caso, tocará pasar los neumáticos usados, pero en buen estado, del eje trasero al delantero, y colocar los nuevos en el eje posterior.

placeholder Un profesional nos aconsejará sobre si realizar o no la permuta de los neumáticos ya usados.
Un profesional nos aconsejará sobre si realizar o no la permuta de los neumáticos ya usados.

Y, por supuesto, debemos desterrar una acción que muchos practican todavía: como los neumáticos delanteros suelen desgastarse más deprisa (son las ruedas direccionales y, además, soportan normalmente mayor peso), llega un momento en el que algunos automovilistas permutan los neumáticos de ambos ejes, pasando los delanteros, más gastados, al eje posterior, y las gomas de este, menos deterioradas, al eje delantero, intentando estirar al máximo la duración del juego porque, a partir de ese momento, los menos gastados empezarían a gastarse más por ir delante, y los más gastados comenzarían a gastarse menos por ir detrás. La teoría puede parecer bonita, pues acabaríamos gastando lo mismo los cuatro neumáticos, pero de cara a la seguridad esa costumbre supone un mal negocio, porque empezaremos a circular entonces con neumáticos más gastados detrás que delante, y eso resulta muy peligroso en situaciones de baja adherencia (aunque no llueva, por debajo de siete grados centígrados el asfalto agarra menos) o al realizar maniobras bruscas, como tomar deprisa una curva cerrada, frenar con fuerza en pleno viraje o esquivar algún vehículo u obstáculo.

Lo recuerdan desde Euromaster, la cadena de talleres especializada en neumáticos, que resume algunas de las normas básicas para realizar un cambio de neumáticos seguro, y al referirse a la permuta, insiste en que los neumáticos nuevos o menos desgastados deben ir siempre en el eje posterior, e independientemente de si el vehículo es de tracción delantera, trasera o total, ya que el llamado sobreviraje, consistente en que el coche pierda motricidad o agarre en los neumáticos del eje trasero (el vehículo derrapa, se va de culo), es mucho más peligroso que si fuera el eje delantero el que perdiese motricidad o adherencia (el llamado subviraje, o irse de morro). En ese sentido, contar con un juego de neumáticos más nuevo en el eje trasero puede permitir al conductor hacerse con el control del vehículo, evitando el trompo y, por tanto, el riesgo de accidente.

Asimismo, Euromaster recomienda que la revisión previa a la permuta de los neumáticos sea realizada por un profesional, que determinará si es oportuno o no realizar el cambio de gomas entre ejes dependiendo del nivel de desgaste que tengan; aunque aconseja que esa redistribución de las cubiertas se haga, como norma general, al montar dos neumáticos nuevos. Y tanto si ponemos dos neumáticos (un juego) como si sustituimos los cuatro (dos juegos), será vital asegurarse de realizar dos operaciones añadidas: el alineado y el equilibrado.

El alineado o paralelo

Alinear un neumático, o hacerle el paralelo, consiste básicamente en buscar que el neumático apoye sobre el asfalto de forma uniforme, de tal manera que el desgaste sea lo más homogéneo posible en toda la superficie de la banda de rodadura: en su zona exterior, en el área central y en su parte interior. Un factor que repercute directamente en su vida útil o durabilidad, ya que los neumáticos pueden durar hasta un 50% menos si no están correctamente alineados.

placeholder Con frío o lluvia, la adherencia del firme se reduce y crece el riesgo de accidente. (EFE/Ismael Herrero)
Con frío o lluvia, la adherencia del firme se reduce y crece el riesgo de accidente. (EFE/Ismael Herrero)

De hecho, los expertos recomiendan alinear los neumáticos al menos una vez al año y, por supuesto, cuando realizamos un cambio de ruedas, oscilando su precio entre los 50 y los 80 euros si hacemos el paralelo de ambos ejes. Una acción que debería ser realizada por un profesional, empleando un alineador y un pantógrafo, ya que a simple vista no es sencillo detectar que el neumático tiene un desgaste anormal por su zona interior, un problema que aumenta de forma considerable el riesgo de sufrir un reventón. Con la alineación, además, nos medirán las cotas y los ángulos de inclinación de la dirección, ajustando si es preciso los parámetros de acuerdo con los niveles recomendados por el fabricante.

El equilibrado

Pero, además del alineado, con cada cambio de cubiertas hay que realizar el equilibrado, con el que garantizaremos que el conjunto formado por la llanta y el neumático circule del modo más óptimo posible, al equilibrarse el reparto de pesos, una operación que suele añadir entre cinco y ocho euros por rueda. Si hay un desequilibrio o diferencia de pesos, el conductor lo notará en forma de vibraciones en el volante, lo que repercute tanto en el agrado de conducción como en la propia estabilidad del vehículo.

placeholder Con el equilibrado se garantiza el perfecto reparto de pesos en el conjunto de llanta y neumático.
Con el equilibrado se garantiza el perfecto reparto de pesos en el conjunto de llanta y neumático.

Como en el caso de la alineación, el equilibrado también lo debe realizar un profesional, con maquinaria específica, con cada sustitución de neumáticos o permuta. Para llegar a ese óptimo reparto de pesos, nos añadirán unos contrapesos de zinc en la llanta, aunque normalmente ya no quedan a la vista, pues si la llanta es de aleación, y por una mera razón estética, el contrapeso se fija en una zona interior.

Los expertos también recuerdan que un vehículo que circule habitualmente con un problema de equilibrado en sus ruedas puede sufrir averías, a largo plazo, en algunos de los elementos mecánicos que también influyen en la adecuada rodadura sobre el asfalto: los frenos, las transmisiones, los rodamientos y las suspensiones.

Dicen los estudios que los españoles, en comparación con los conductores de otros países, no prestamos demasiada atención a los neumáticos de nuestro coche, pese a que las ruedas figuran entre los elementos de seguridad más importantes del vehículo. Para empezar, son el único punto de contacto entre el automóvil y la carretera, y de su estado y adherencia depende buena parte de nuestra integridad. Ahí está la famosa frase "se me fue el coche" para demostrarlo. Y ahora que el invierno se nos echa encima y millones de personas planean viajes para diciembre, ya sea por el largo puente de la Constitución o por las fiestas navideñas, parece buen momento para cambiar esos neumáticos que ya están cercanos a su límite de uso (legalmente, la profundidad mínima de la huella en la banda de rodadura es de 1,6 milímetros), o incluso en peor situación.

Dirección General de Tráfico (DGT) Industria automóvil
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